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Tecnología táctil para disfrutar del arte a ciegas

Una empresa española permite a invidentes redescubrir obras maestras Los guantes con sensores que ha creado hacen posible palpar objetos en 3D

Kuba Blazek, ciego desde que nació, redescubre la Venus de Milo gracias a los guantes táctiles de NeuroDigital.
Kuba Blazek, ciego desde que nació, redescubre la Venus de Milo gracias a los guantes táctiles de NeuroDigital.

El arte no siempre se puede explicar con palabras, y el hecho de poder tocarlo y descubrirlo a través del tacto es algo que no está a nuestro alcance”. Quien habla es Kuba Blažek, un joven estudiante checo de 19 años y ciego de nacimiento. Por primera vez, ha podido descubrir con sus manos el Busto de Nefertiti, el David de Miguel Ángel y la Venus de Milo. No ha tenido que visitar Berlín, Florencia, o París, ni tan siquiera contravenir los carteles de No tocar, onmipresentes en los museos y galerías de arte de todo el mundo.

La experiencia de palpar tres de las esculturas más preciadas del mundo del arte ha sido posible gracias a la empresa española NeuroDigital, que ha adaptado los avances en realidad virtual a unos guantes con tecnología táctil, para ofrecer una experiencia de inmersión que permita a los invidentes sentir y disfrutar de las grandes obras de una forma totalmente nueva.

En colaboración con la multinacional Geometry y la fundación checa Leontinka, la compañía española organizó a finales de marzo la exhibición Touching Masterpieces (Tocando Obras Maestras) en la Galería Nacional de Praga, y se encuentra ahora en plenas negociaciones para traerla a España, pero sobre todo para conseguir contar con ella de forma permanente. “Es una de nuestras grandes prioridades ahora mismo”, comenta Lluis Rotger, responsable de Geometry en la República Checa.

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Fundamos la empresa con la misión de mejorar la calidad de vida a través de experiencias revolucionarias en realidad virtual, así que cuando Geometry nos propuso democratizar nuestra tecnología, no lo dudamos ni un momento”, explica Luis Castillo, fundador y CEO de NeuroDigital.

La compañía ya había realizado proyectos con este tipo de guantes táctiles en sectores relacionados con el I+D, la automoción y la medicina, e incluso con empresas de la talla de Vodafone, HTC o la NASA. Pero nunca con invidentes, aunque se calcula que en todo el mundo 253 millones de personas padecen algún tipo de discapacidad visual. En España, son 72.000, según los datos de la ONCE.

“Este tipo de proyectos no son los que uno tiene la oportunidad de desarrollar en el día a día”, apunta el ejecutivo de Geometry, tras añadir que Touching Masterpieces ha sido la iniciativa “más social” que NeuroDigital ha desarrollado, pero que no será la última.

Castillo reconoce estar satisfecho de que su producto “esté ayudando a hacer el arte más inclusivo para las personas invidentes”. Porque la realidad, tal y como cuenta el joven Blažek, es que las personas que como él acuden a museos, solo pueden hacerse una imagen mental de las obras expuestas a través de la información en braille o de las explicaciones de las guías, una experiencia, para él, “incompleta”. “Tener la obra frente a ti, poder explorarla, tocarla, conocer su belleza, y ver hasta qué punto tu imaginación estaba en lo cierto o descubrir aquello que no te esperabas, es algo increíble”, comenta Blažek, visiblemente sorprendido tras participar en la exhibición.

Para ello no hizo falta tener ninguna escultura física delante. La experiencia de inmersión se consigue a través de la réplica virtual en 3D de las obras y de los guantes con tecnología táctil desarrollados por NeuroDigital. Según explica la compañía, cuando la persona toca un objeto 3D en el espacio virtual y con los guantes puestos, estos envían vibraciones que activan los receptores de presión de nuestro sistema sensorial, lo que hace posible el tacto. Dependiendo de la textura y de la forma del objeto virtual, los guantes táctiles envían diferentes tipos de vibraciones, lo que enriquece todavía más la experiencia.

“Fue como si fuera otro mundo, algo totalmente inesperado”, relata el estudiante checo, impresionado por el tamaño de la cabeza del David de Miguel Ángel o por los pliegues de la tela que rodea las caderas y las piernas de la Venus de Milo. La realidad virtual, en pleno auge dentro del mundo del entretenimiento y de los videojuegos, también abre las puertas para que las personas con minusvalías vean el mundo de una forma totalmente nueva.

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