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Los Martínez Sampedro elevan el tono para evitar una fusión entre Codere y Cirsa

La familia fundadora denuncia que los ‘hedge funds’ tienen una agenda oculta para fusionar Codere con Cirsa Apuntan a un supuesto pacto entre los fondos Silver Point y Blackstone

José Antonio Martínez Sampedro, fundador de Codere.
José Antonio Martínez Sampedro, fundador de Codere.Cinco Días

La familia Martínez Sampedro no da por perdida la batalla por Codere. Los fundadores de la empresa presentaron a mediados de febrero una denuncia ante un juzgado de lo mercantil en Madrid y una solicitud de arbitraje ante la Cámara Internacional de Comercio en París. Con estas medidas, intentan revertir las decisiones del último consejo de administración, celebrado en enero pasado, en el que José Antonio Martínez Sampedro y su hermano Luis Javier fueron destituidos de los puestos ejecutivos de la compañía. En la demanda de arbitraje los abogados de la familia aseguran que los fondos Silver Point Finance, Contrarian y Abrams Capital tienen una agenda oculta para fusionar Codere con Cirsa y crear así un gigante del juego.

La fusión con Cirsa se está gestionando por fuera del consejo, lo que es ilícito y podría ser calificado como administración en contra del bien social, asegura la demanda presentada en el arbitraje el 19 de febrero pasado. Con la operación, las empresas podrían suprimir entre 50 y 100 millones de euros de costes al recortar unos 2.500 puestos de trabajo en España y Latinoamérica, aseguran fuentes cercanas a la familia. Aunque la fusión podría ser ventajosa para las cuentas, los Martínez Sampedro temen que el reparto de acciones en la nueva compañía no refleje el verdadero valor de su participación en Codere.

Cirsa y Codere

Una fusión entre Cirsa y Codere tendría algunas ventajas evidentes. Como ambas empresas operan en España, Italia y distintos países latinoamericanos, el solo hecho de eliminar departamentos duplicados supondría un ahorro millonario.

Los Martínez Sampedro creen que esa fusión ya está pactada en secreto y responde en última instancia a un arreglo entre los fondos Silver Point y Blackstone, aseguran fuentes cercanas a la familia.

Silver Point es dueño del 21,6% de las acciones de Codere, y junto a Contrarian (9,9%) y Abrams (8,7%) tiene 3 de los 9 asientos del consejo (también cuentan con el apoyo de los 3 miembros independientes, que votaron a favor de destituir a los Martínez Sampedro).

Blackstone, por su parte, era señalado desde el pasado enero por Bloomberg como un posible comprador de Cirsa, propietaria de 134 casinos, 68 bingos y más de 2.000 locales de apuestas deportivas. Este viernes, la compra fue confirmada para ambas partes.

Los Martínez Sampedro temen que, concretada esa operación, Cirsa lance una Opa sobre Codere por una oferta similar a su valor de mercado, cuando en este tipo de operaciones suele pagarse una prima que refleje los potenciales beneficios de una fusión.

Silver Point podría aceptar la oferta de Blackstone —lo que en principio no sería ilegal— a cambio de una compensación económica pactada por fuera de la operación en algún otro negocio entre ambos fondos, aseguran las fuentes.

De esta forma, los hedge funds se repartirían los beneficios de la fusión mientras que los Martínez Sampedro mantendrían un capital similar al que ahora tienen, pero con un poder de decisión muy diluido dentro de la nueva compañía.

Supuestas irregularidades

Los Martínez Sampedro presentaron la solicitud de arbitraje el 19 de febrero pasado, y dos días más tarde sumaron un pedido para que el caso sea tratado con urgencia.

En la solicitud de arbitraje, la familia señala el supuesto incumplimiento de los pactos de accionistas alcanzados tras la reestructuración de la deuda en 2016, cuando los Martínez Sampedro perdieron la mayoría accionaria de la compañía a mano de los fondos (en la actualidad, la familia cuenta con el 19,37% del capital).

En el documento, los abogados acusan a los consejeros independientes —Norman Sorensen, actual presidente no ejecutivo de Codere; Matthew Turner, vicepresidente de Guardian Capital; y Joseph Zappala, exembajador de EE UU en España— de estar directamente influenciados por Silver Point.

Además, se acusa a los consejeros de haber presentado una orden del día falsa para evitar un debate transparente sobre los cambios en la cúpula de la empresa. Y de utilizar a los abogados de Silver Point —en vez de a los de Codere— para proponer cambios del reglamento. Por último, se los señala por respaldar el nombramiento como CEO de Vicente Di Loreto, a quien los Martínez Sampedro consideran un empleado de Silver Point.

La solicitud de arbitraje también destaca como una anomalía que Norman Sorensen ocupe los cargos de consejero independiente, consejero coordinador, presidente del comité de nombramientos, vocal del comité de auditoría y presidente del consejo de administración.

Fundada en 1980 en sociedad con la familia Franco, Codere es la mayor empresa de juego cotizada en España con un valor en bolsa superior a los 1.000 millones de euros. En 2016, la firma logró esquivar la quiebra con un canje de deuda y, en los últimos años, las cuentas se estabilizaron. Durante los primeros nueve meses de 2017, Codere facturó 1.215 millones de euros, un crecimiento del 5,7% con relación al mismo período del año anterior. La firma tiene operaciones en ocho países, entre ellos Argentina, México e Italia. La mayor parte de sus ingresos provienen de Latinoamérica.

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