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El Tribunal de Cuentas europeo vapulea la gestión de la JUR

El organismo apenas tiene personal especializado para intervenciones tan complejas como la del Popular Los planes de resolución están incompletos y carecen de datos cruciales

La presidenta de la JUR, Elke König, durante su comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera. EFE/J.P. Gandul
La presidenta de la JUR, Elke König, durante su comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera. EFE/J.P. Gandul

Nuevo varapalo a la Junta Única de Resolución (JUR). El Tribunal de Cuentas Europeo ha auditado por primera vez al organismo que gestionó la intervención del banco Popular y concluye que sus planes de resolución incumplen los estándares de calidad, están incompletos y carecen de información tan esencial como la necesaria para demostrar que la liquidación de un banco no es posible.

Los auditores subrayan, además, la falta de personal especializado para gestionar tareas tan complejas como los planes de resolución. Para colmo, según el Tribunal, la división de tareas entre la JUR y las autoridades nacionales no está clara y el marco de cooperación con el BCE es inadecuado, a pesar de que es la autoridad encargada de detectar el riesgo de caída de un banco.

El duro documento no se refiere directamente al Popular. Pero la auditoría describe la precaria situación de la JUR en el mismo período en que estrenó sus poderes en España.

El informe del Tribunal cierra un año negro del organismo presidido por Elke König. En junio se estrenó con una intervención del Popular precipitada en mitad de la semana, cuando el escenario previsto para ese tipo de operaciones era un fin de semana. Dos meses después, una de las componentes de la Junta, Joanne Kellermann, anunciaba su prematura salida.

La intervención también ha deparado un aluvión de recursos y el riesgo de indemnizaciones a los accionistas del Popular que se consideran perjudicados. La JUR también ha sido objeto de críticas por su opaca gestión y el propio panel de apelación del organismo le ha exigido que publique, al menos, parte del informe en que basó la intervención del Popular. Este mismo mes, König era vapuleada por representantes del Congreso de Diputados, que la acusaron de negarse a revelar información esencial. Y este martes, el Tribunal de Cuentas europeo cubre de dudas la gestión del organismo de Kónig.

La JUR, como ya hizo ante los diputados españoles, también se ha negado a facilitar información al Tribunal de Cuentas europeo, una opacidad que lamenta Kevin Cardiff, responsable del informe. "No lo consideramos justificado", ha señalado Cardiff durante un encuentro con la prensa. "Impide el control y la transparencia", añade este miembro del Tribunal.

A pesar de todo, Cardiff asegura que con la documentación a la que han tenido acceso (los planes de resolución de 58 entidades) se han podido hacer una idea sobre la gestión de la JUR. Y el panorama no es demasiado halagüeño, aunque Cardiff reconoce que "se trata de un organismo que está en proceso de desarrollo".

Los planes revisados "no cumplen más que una minoría de los criterios aplicados", señala el informe liderado por Cardiff. "No describen adecuadamente la estructura de los grupos bancarios", señalan. La información financiera de los planes es vaga y sin los detalles necesarios para preparar una resolución. Ni siquiera hay todavía planes de resolución para las 141 entidades bajo la autoridad de la JUR y los que se han elaborado están incompletos. 

Gran parte del problema se debe a la falta de personal, según el Tribunal. La JUR disponía a finales de 2016, seis meses antes de la intervención del Popular, de una plantilla de 171 personas, casi la mitad de las 309 que se había previsto para finales de 2015. Las carencias afectan a casi todos los departamentos, desde el personal especializado resolución al de informática y el de secretariado.

Pero la carencia más grave afecta a los equipos encargados de preparar las intervenciones. "La falta de personal en las direcciones que planifican las resoluciones afecta significativamente el proceso de planificación", alerta el Tribunal de Cuentas.

La JUR decidió crear 75 equipos de resolución pero apenas ha podido dotarlos con un personal equivalente a 60 personas a tiempo completo. Ese personal trabaja en colaboración con representantes de las autoridades nacionales, pero en total no suman más de dos personas por banco. "Una cifra que parece baja dado el tamaño y complejidad de muchas entidades y del grado de planificación en profundidad requerido", advierte el informe.

König se defiende

 

La Junta Única de Resolución ha asegurado este martes, tras la publicación de un informe del Tribunal de Cuentas europeo sobre su actividad, que "muchos de los puntos planteados ya se han resuelto a lo largo de 2017".

 

 

El organismo dirigido por Elke Kónig señala que los planes de resolución en los que el Tribunal ha encontrado grandes lagunas datan de 2016 y desde entonces se han mejorado.

 

 

La JUR también subraya que continúa reclutando personal con el objetivo de llegar a una plantilla de 410 personas en 2020. Los auditores del Tribunal lamentan que esos objetivos nunca se han cumplido hasta ahora. En marzo de 2017, solo tres meses antes de la intervención del Popular, el departamento responsable de la estrategia de resolución contaba con un tercio del personal que se había fijado como objetivo.

 

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