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El nuevo test de emisiones contaminantes para vehículos nuevos amenaza con subir los impuestos

Europa endurece los controles, que entran en vigor el 1 de septiembre El año que viene, se aplicarán a todas las nuevas matriculaciones

Test de emisiones contaminantes
Belén Trincado

A partir de mañana, 1 de septiembre, entran en vigor dos normas clave para la homologación de nuevos vehículos en Europa y que cambiarán, además, el panorama de las matriculaciones a corto plazo. Comienzan a aplicarse el nuevo test de medición de consumo y emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos, denominado WLTP (Procedimiento mundial armonizado de testeo de vehículos ligeros por sus siglas en inglés) y la primera fase de las nuevas pruebas de homologación de gases contaminantes en condiciones reales de conducción (conocidas como RDE).

Es el primer paso en el diseño de una nueva homologación europea que mida con más eficacia y certeza los consumos y la contaminación real que producen los vehículos.

Esta primera fase de WLTC y RDE solo afecta a los nuevos vehículos que busquen la homologación para comenzar la venta en los países europeos. Solo un año más tarde, en septiembre de 2018, se aplicará esta medición WLTC a todas las nuevas matriculaciones, es decir, también a los vehículos que entraron en el mercado antes de septiembre de 2017 y que se matriculen nuevos a partir de septiembre de 2018. 

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Así, la normativa se irá endureciendo progresivamente. Además de esta exigencia relativa al CO2 para todas las nuevas matriculaciones, el RDE (en primera fase) será de aplicación para todas las nuevas ventas a partir de 2019. La segunda fase, en la que los requisitos de emisiones en conducción real se vuelven más exigentes, aplicará a los vehículos nuevos a partir de 2020 y a las nuevas matriculaciones en 2021. 

El sector en España se muestra preocupado por este cambio en la legislación. Fuentes consultadas por Europa Press apuntan que estos requisitos más exigentes podrían recortar las ventas porque mayores datos de consumos y emisiones supondrán un alza en el impuesto de matriculación, si no se adecuan sus márgenes a la nueva medición. Estiman podría generar incluso un descenso del mercado automovilístico nacional de hasta el 7%.

El presente marco fiscal español contempla la exención del pago del impuesto de matriculación a los vehículos que emitan 120 gramos de CO2 por kilómetro o menos, mientras que los que tengan entre 121 y 160 gramos afrontan el pago de un 4,75%; los de entre 161 y 200 gramos, el 9,75%, y los de más de 200 gramos, el 14,75%.

El año pasado la recaudación por impuesto de matriculación en España (tasa transferida a las comunidades autónomas) se situó en casi 328 millones de euros, una cifra un 7% superior a los 305 millones contabilizados en 2015, según datos de la Agencia Tributaria.

Estas fuentes sectoriales contemplan que la implementación de la WLTP supondría un incremento estimado de 250 millones de euros en el pago total del impuesto de matriculación por parte de los clientes, en caso de que no se adapte el marco fiscal a esta nueva forma de homologación.

El sector estima que el aumento medio de las emisiones de un mismo vehículo será del 6% al pasar de la NEDC a la WLTP y prevé que este incremento del nivel de emisiones afecte a un 25% del mercado total. Así, explican, que un mismo vehículo podría pasar de estar exento del pago del impuesto de matriculación a subir al siguiente tramo, por lo que tendría que abonar un 4,75%, una situación que podría ser similar en el resto de tramos.

Por otro lado, las fuentes consultadas afirman que el efecto sería más pronunciado desde que entrase en vigor el nuevo ciclo de homologación RDE, en 2019, puesto que será más estricto y reflejará de forma más fidedigna los consumos en condiciones reales de utilización de los automóviles en comparación con las pruebas de laboratorio actuales.

Así, contemplan que, si no se adapta el marco fiscal del automóvil a las nuevas mediciones, la caída de las ventas derivada de la llegada del RDE podría ascender al 7%, puesto que reflejaría una diferencia de emisiones de CO2 en comparación con el actual NEDC de entre el 15 y el 25%.

Este aumento de las emisiones estimado afectaría a entre el 50 y el 65% del mercado de vehículos, por lo que, con el actual criterio de tramos del impuesto de matriculación, el incremento de la recaudación por este concepto se elevaría en entre 550 y 750 millones que se sumarían a los cerca de 328 millones de euros que ingresaron las arcas públicas el año pasado por esta tasa.

Tanto la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea) como la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) se han manifestado a favor de que los consumidores no se vean afectados por estos cambios en las pruebas de homologación.

En este sentido, el secretario general de la Acea, Erik Jonnaert, ha pedido que la nueva norma traiga consigo una fiscalidad justa y no suponga un aumento de los impuestos para los usuarios, al mismo tiempo que ha recalcado que no todos los países de la Unión Europea (UE) están preparados para su introducción, ya que si “simplemente” extrapolan los valores del actual sistema de medición de emisiones al nuevo, los vehículos nuevos tendrían una tasa impositiva más alta.

Jonnaert ha advertido también que el nuevo sistema generará un valor de emisiones más alto en comparación al anterior ciclo de homologación, consecuencia de que el examen será más riguroso y de que se tendrá en cuenta el uso en condiciones reales, no solo en laboratorio. En la actualidad, hasta 19 Estados miembro de la UE aplican la prueba de evaluación en laboratorio.

En la misma línea, el vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, ha señalado que hay que asegurarse de que los impuestos basados en las emisiones de CO2 no varían, teniendo en cuenta que un mismo coche tendrá mayores valores de CO2 si se mide con la prueba WLTP que con la NEDC

La organización de consumidores OCU ha valorado de forma positiva la entrada en vigor, desde el 1 de septiembre, de la nueva norma de homologación de emisiones y consumos de los vehículos (WLTP), aunque alertó de que este sistema puede suponer un perjuicio para los consumidores si no se modifica el impuesto de matriculación actual. OCU señaló que el nuevo sistema WLTP es "más riguroso" que el anteriorNEDC, "cuyas mediciones estaban cada vez más alejadas de la realidad", puesto que se ajusta más al consumo del automóvil en condiciones reales de utilización. No obstante, la organización apuntó que esta homologación puede afectar de forma negativa a los consumidores, puesto que actualmente el impuesto de matriculación está dividido en tramos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y afirmó que con la WLTP estas serán superiores que con el NEDC para el mismo modelo. "OCU pide que, aprovechando estos cambios en el sistema de medición, se adapte también el modo en el que se calcula el impuesto de matriculación y se tengan en cuenta, no solo las emisiones de CO2, sino todos los contaminantes que producen los motores de los automóviles, de modo que pague más quien realmente contamina más, y sin que el coste global del impuesto aumente", añadió.

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