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El Gobierno aumentará las inspecciones a Uber y Cabify

Organizaciones de taxistas abren la puerta a realizar una huelga indefinida El gremio denuncia que no se cumple el ratio de licencias respecto a esta modalidad

Un turista pasea por el carril Taxi del Paseo del Prado de Madrid durante la huelga de Taxistas.
Un turista pasea por el carril Taxi del Paseo del Prado de Madrid durante la huelga de Taxistas.REUTERS

El paseo de la Castellana de Madrid lucía este martes de forma muy distinta a cualquier otro día por la ausencia de todos los taxis que recorren la arteria de la capital. Y como en esa avenida, en todas las principales ciudades de España se repetía la escena. El gremio del taxi ha parado durante 12 horas en protesta contra plataformas como Cabify o Uber. Los aeropuertos y las estaciones de tren no tuvieron las tradicionales colas de taxistas a la espera de nuevos clientes.

A este paro se unieron las manifestaciones que se sucedieron en distintas ciudades y que en Madrid congregaron a cerca de 10.000 personas, según los organizadores de las protestas. Los taxistas llevaron hasta el Congreso su rechazo a lo que consideran es una “competencia desleal” por parte de dichas plataformas. Según Miguel Ángel Leal, presidente de Fedetaxi, la organización que engloba a las asociaciones de taxistas de España, el paro “fue total” en toda España y el seguimiento de la huelga y manifestación ha sido “masivo”.

Algunas organizaciones de taxistas como la Confederación de Taxistas Autónomo de España (CTAE), la Mesa Estatal del Taxi y Elite Taxi, abrieron la puerta a convertir estas propuestas en paros indefinidos a partir del 31 de julio si no se toman medidas contra Uber y Cabify y se cumplen sus reivindicaciones. Otras, como Fedetaxi, aseguraron que no contemplan medidas de este tipo, ya que señalaron que su objetivo “no es protestar sino negociar” para conseguir que todos los sectores “convivan pacíficamente”.

Una de las principales reivindicaciones del taxi durante la jornada está siendo que se respete un ratio de 30 licencias de taxi por cada licencia VTC -que se refiere al alquiler de coche con conductor y que es utilizada por estas plataformas digitales para operar en España-. Sin embargo, ese cumplimiento está lejos de la realidad. Según los datos del Ministerio de Fomento publicados a comienzo de mes, en España hay 11 licencias de taxi por cada VTC.

En este sentido, los taxistas lograron el compromiso por parte del Partido Popular del aumento de inspecciones por parte del Gobierno para que se mantenga la proporción de licencias de 30 a 1. Así lo aseguró el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. “Hay que defender el sector del taxi; hay que ver de qué forma hay que incrementar los controles para tener una mayor garantía de que se cumple el marco legal”, señaló el ministro. En este sentido, pidió a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos que aumenten el control, puesto que son los responsables de dar estas licencias.

Los representantes gremiales además pidieron a los grupos parlamentarios del Congreso la creación de una plataforma digital única a nivel estatal para taxistas, a imagen de las de Uber y Cabify, pero de carácter “público”, una medida que mejoraría, según Fedetaxi, la calidad de un sector “estratégico” para España. Además, reclamaron planes de ayuda al abandono de la profesión con financiación mixta “público-privada” que compensen económicamente a los taxistas “que aúnen prejubilación y cese en la actividad”.

La protesta de los taxistas recibieron el apoyo de distintas formaciones políticas en una jornada que terminó prácticamente sin incidentes, salvo el lanzamiento de un huevo que impactó en el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, cuando se acercaba a los manifestantes a trasladarles su posición.

Además, organizaciones como la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta) o CC OO, que además llegó a acusar a plataformas como Uber y Cabify de “elusión fiscal” y “precarización laboral”, también transmitieron el apoyo a los taxistas. Incluso el expresidente de Telefónica, César Alierta, se refirió ayer al conflicto, señalando que “no puede ser” que estas plataformas de transporte“no tengan autorización” y no paguen impuestos, aunque recomendó al sector del taxi que incorporen todas las herramientas digitales a su alcance.

Uber y Cabify defienden su puesto de “alternativa al coche privado”

“Va a ser muy difícil moverse hoy por Madrid. Lo primero que queremos hacer es pedirte disculpas porque es posible que tengas problemas para conseguir un coche cuando lo necesitas”, escribía esta mañana Uber a sus usuarios en un correo, a los que recomendaba, además, planificar sus desplazamientos con suficiente antelación para no llegar tarde. La huelga de taxis de 12 horas en Madrid y de 24 horas en Barcelona contra los servicios de Uber y Cabify impedía, además, el funcionamiento normal de estas aplicaciones.

Las dos empresas defendieron sin embargo su labor ante el cambio de la movilidad urbana. De hecho, Cabify reiteró de nuevo ayer que su servicio “no es un competidor del taxi tradicional” sino que pretende “sustituir el uso del coche privado” en las ciudades “para acabar con el tráfico urbano y con la contaminación”, afirmaron.

Cabify destacó una vez más que no son una empresa de alquiler de vehículos con chófer (o licencias VTC) sino de movilidad. Solicitó que los agentes del sector trabajen “conjuntamente con la Administración para buscar la forma de asegurar la evolución del mercado y la protección de los usuarios”. Ante las críticas de los taxistas sobre la captación de clientes en la calle, Cabify insistió en que sus “colaboradores, mientras están en servicio para Cabify, no captan ni pueden captar ningún cliente directamente en la calle”. Los usuarios tienen que solicitar el servicio a través de la aplicación, por lo que “en ningún caso habría lugar a competencia desleal”.

Uber, por su parte, manifestó su “respeto ante el derecho de manifestación del sector del taxi”, si bien, desde la compañía aseguran que es innegable que “la movilidad urbana está cambiando muy rápido en todo el mundo”. Desde la empresa quieren “abordar un proceso de transición justa con la administración pública y el sector del taxi que promueva un nuevo modelo de movilidad en nuestras ciudades, pero que también asegure que nadie queda atrás”.

Uber recordó el informe Impacto socioeconómico de la liberalización de las VTC, elaborado por la empresa, en el que defienden la necesidad de “cambiar la ley de transporte española, para reducir los precios del transporte urbano, crear miles de puesto de trabajo y favorecer ciudades más sostenibles”. Este estudio concluye que “con la liberalización del sector de las VTC, el precio del transporte urbano se reduciría en un 35% y en un 50% con los viajes compartidos”.

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