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Escapadas

Troyes, una joya medieval para brindar con champán

La ciudad de Champaña-Ardenas invita a perderse por su casco antiguo de cuento y sus tiendas de saldos

Paisajes de Essoyes, fuente de inspiración del pintor impresionista Auguste Renoir.
Paisajes de Essoyes, fuente de inspiración del pintor impresionista Auguste Renoir.J. M. Mansilla

Kilómetros y kilómetros de viñedos, suaves colinas y bosques. La ruta que lleva desde París, la capital francesa, hasta la región del más famoso y universal de los vinos, Champaña, no toma más de dos horas por carretera.

Siguiendo los trazos del río Sena hacia el este se conserva un tesoro de la época medieval, una ciudad que bien presume de su pasado pero también de su presente. La ciudad de Troyes, capital del departamento de Aube, en la región de Champaña-Ardenas, es una auténtica joya de la arquitectura medieval francesa en pleno corazón de la tierra del champán.

‘À colombage’, que mezcla ladrillo con madera, es el estilo de construcción reinante en la villa gala

No se puede decir que sea muy grande (62.000 habitantes), lo cual resulta ventajoso para olvidarse del coche por unas horas y explorar lo que esconden sus estrechas y empedradas calles. No es tampoco la capital de Champaña (Châlons-en-Champagne), pero, por su importancia y tradición, bien lo podría ser, ya que incluso el centro histórico tiene la forma de un corcho de champán. Pero la forma es lo de menos si vamos a hablar del núcleo de esta urbe, sin duda, su mayor atractivo, que ha soportado catástrofes y guerras para poder lucir hoy como un auténtico decorado de película medieval.

Los franceses llaman à colombage al peculiar estilo de las viviendas de Troyes, y es que lo primero que sorprende al visitante nada más llegar a la Place de la Liberation, en el centro del corcho de champán, es su arquitectura. Uno tras otro se suceden estos coloridos edificios por toda la ciudad, de tres alturas, entramado de madera cubierto de argamasa y rematados con tejas de castaño. Después del gran incendio que casi borra Troyes del mapa en 1524, fueron reconstruidos a la perfección en el siglo XVI y hoy son dignos de cuento.

Fundada en época romana, Troyes logró su merecida fama en el medievo como importante centro comercial, puntero en la industria textil y punto de parada obligada en la ruta italoflamenca.

Plaza de Alexandre Israël repleta de gente.
Plaza de Alexandre Israël repleta de gente.J.M.Mansilla

Además de ser emblema de la Edad Media, Troyes también conserva vestigios del Renacimiento, que se mezclan o alternan con los de esta época en sus palacios, museos y hasta diez iglesias.

La catedral gótica de San Pedro y San Pablo, con una sola torre de 62 metros de altura y 1.500 m2 de impresionantes vidrieras, es todo un ejemplo de resistencia, ya que ha soportado guerras, invasiones, tornados, huracanes e incluso rayos durante siglos. Se cree, de hecho, que aún está inacabada. Otros templos de culto son la iglesia de Santa Magdalena o la basílica de San Urbano.

Por el centro se reparten también a tutiplén los hoteles particulares o, más bien, palacios que albergan interesantes museos, como el Hôtel du Lion Noir, del siglo XVI, o el Hôtel de Marisy, que acoge hoy el Museo de la Herramienta y el Pensamiento Obrero. Sin embargo, sobre todos se distingue el majestuoso Hôtel de Ville, en la plaza Alexandre Israël y sede del ayuntamiento de la ciudad, levantado en el siglo XVII y de estilo Luis XIII, pero que conjuga en su interior diversas corrientes artísticas que hacen de su visita algo tan sugerente como indispensable.

Recorra con sosiego la siempre animada rue Champeaux, rebosante de cafés y pequeñas terrazas, o cruce la callejuela de los Gatos, la más angosta de la ciudad. La espléndida calle de Emile Zola es la mejor elección si se quiere ir de tiendas. Y hablando de compras, Troyes es ilustre además por sus múltiples comercios que venden ropa a precio de ganga.

La catedral gótica de San Pedro y San Pablo, en Troyes.
La catedral gótica de San Pedro y San Pablo, en Troyes.J.M.Mansilla

Guía para el viajero

Ruta del champán. Troyes es el lugar perfecto para iniciar el recorrido por los preciosos paisajes de viñas, profundos bosques y pintorescos pueblos con bodegas de etiqueta. Desde el departamento de Aube, el segundo productor de champán del país, hasta el primero, que es Marne, pasando Côte des Bar o Montgueux, las principales regiones de tradición vitivinícola.

Essoyes y Renoir. Essoyes, a 45 km al este de Troyes, era el pueblo natal de Aline Charigot, esposa del pintor Auguste Renoir. El artista pasó buena parte de su vida en Essoyes, retratando cada uno de sus paisajes en sus obras. Los Caminos de Renoir permiten al turista conocer los lugares que inspiraron al pintor.

Precio de ganga. Troyes es conocida como la capital europea de los locales de fábrica por sus numerosas tiendas de ropa con precios reducidos.

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