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Directivos

Cultivar una buena marca personal online, clave para hacer carrera

Los reclutadores tienen en cuenta la información que circula en la red

Thinkstock
CINCO DÍAS

Los expertos en recursos humanos insisten en que quienes quieran prosperar en su carrera profesional deben tratar de crearse una marca personal. Esto es, promocionarse a ellos mismos para labrarse una reputación, igual que se hace con las marcas comerciales. Ocurre, sin embargo, que no todos los elementos que configuran esa marca personal se pueden controlar. Internet, por ejemplo, es una fuente de información que puede decir mucho de las personas, tanto en sentido positivo como negativo.

El 66% de los mileniales está preocupado por cómo pueden afectar las redes a su carrera, según Page Group

La empresa de selección de personal cualificado PageGroup ha preparado una guía basada en su experiencia de reclutación para que los profesionales cuiden su marca personal online. “Los procesos de selección se adaptan a los tiempos. Si antes se recogían currículums y luego se hacía entrevistas, ahora las empresas están más interesadas en eso, pero también en obtener más información del candidato a través de otros canales”, explica Iván Campos, director de marketing de PageGroup para Europa del Sur y Turquía.

Examinar la reputación digital de los candidatos no sustituye el resto de elementos implicados en un proceso de selección. “Ni siquiera es el más importante, pero sí es cierto que tres de cada cuatro responsables de selección comprueban los perfiles en redes sociales de los candidatos”, ilustra Campos. Se quiera o no, es una carta de presentación de los profesionales.

Controlar la reputación, paso a paso

Google y redes sociales. Lo primero es buscarse a uno mismo en Google y Google Imágenes, introduciendo nombre y apellidos con comillas. Lo mismo pasa con las redes sociales, siendo las más relevantes Twitter, Linkedin, Facebook, Youtube e Instagram.

Modificar. Es importante cambiar lo que no interese. Es posible que se haya colgado alguna vez algo que ahora resulte embarazoso. Facebook, por ejemplo, cuenta con opciones para eliminar contenidos. Otra opción es cerrar la cuenta antigua y abrir una nueva.

Más contenido. Hay información que no se puede borrar ni modificar. Una posible solución es crear contenido positivo que tape el negativo. Publicar artículos o participar en debates puede mejorar el perfil online aportando información de valor.

Proactividad. Si se está buscando un puesto de trabajo concreto, lo recomendable es buscar en Linkedin a gente que desempeñe ese mismo puesto y seguirles en Twitter para conocer sus puntos de vista.

El informe de PageGroup revela que 14,4 millones de personas utilizan las redes sociales para buscar empleo. El 58% de quienes buscan empleo siguen las redes sociales de las compañías en las que quieren trabajar. Asimismo, mientras las estadísticas muestran que Linkedin es todavía líder en el mundo laboral, Facebook y Twitter están ganando cuota en este mercado, por lo que conviene cuidar estas dos últimas. “Facebook ha lanzado recientemente en Estados Unidos un espacio en el que las empresas pueden publicar sus ofertas de trabajo”, señala Campos a modo de ejemplo.

La precaución básica que todos deberíamos tomar es no publicar nada que nos pueda dejar mal. Conviene afinar en los ajustes de cada red social quién puede ver qué. Eso no quiere decir que limitemos los perfiles personales hasta convertirlos en otro canal profesional, pero siempre hay que tener en cuenta que, para bien o para mal, todos estamos expuestos. “Una persona anónima puede dejar de serlo muy fácilmente, ya sea por comentarios inadecuados o hasta al verse envuelto en una conversación a más bandas”, alerta Campos.

¿Qué busca un posible empleador cuando revisa la información de un candidato que circula por internet? Básicamente, complementar la fotografía del perfil que ya tenía gracias al currículum. Los comentarios y otras actividades pueden decir mucho sobre las ideas y opiniones. “Es importante para muchas empresas ver cómo trabajan. A menudo se busca a gente acorde a la cultura corporativa”, desataca Campos. Eso se puede averiguar fácilmente rastreando la red.

Una de las claves de la gestión de la marca personal digital, incide el estudio, es la generación de contenidos. Publicar blogs o tuits relacionados con la actividad profesional puede ayudar a destacar. “Eso es clave dado el nivel de competitividad que hay en el mercado. Y, para determinadas profesiones, como el marketing o el diseño, es casi obligatorio”, sentencia Campos. No todo vale: los contenidos deben ser originales, a poder ser visuales, y se deben distribuir entre grupos de perfiles del sector laboral en el que se opere. Copiar, criticar a la propia empresa u ofender es poco aconsejable.

Conviene saber también qué provecho se puede sacar de cada red social. Facebook, la más seguida, “permite interactuar con marcas y mandar mensajes a compañías que interesan”, reza el estudio, y cada vez más publican ofertas de empleo. Twitter, en cambio, servirá para posicionarse como influencer y “ayudar a tener un mejor conocimiento del panorama actual”. Instagram “es un gran escaparate para creadores y es ideal para encontrar una audiencia y ser visto”. Linkedin, por su parte, es la plataforma adecuada “si tienes una opinión sobre algo o quieres comenzar una conversación”.

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