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Automoción

La mitad de las factorías españolas de coches rebajan su producción

Seis de las trece fábricas de coches en España cerraron el año con caídas en la producción. La incertidumbre en la demanda y las adecuaciones de las líneas para nuevos vehículos afectan.

Fabricación de vehículos en España
Alejandro Meraviglia

Casi la mitad de las plantas de producción españolas de coches redujeron sus ensamblajes el año pasado, según datos recopilados de las factorías, pero esta caída no impidió que el cómputo general de fabricación fuera a la baja. La producción total de vehículos se incrementó en un 5,6% el año pasado, hasta los 2,88 millones de unidades, según las cifras de la patronal española de fabricantes de coches Anfac. Sin embargo, seis de las 13 instalaciones fabriles que ensamblan vehículos en España sacaron menos coches al mercado.

En concreto, las fábricas que redujeron su producción fueron la planta de PSA en Madrid, la de Seat en Martorell, la de Renault en Valladolid, la de Iveco en Madrid, la de Opel Figueruelas y la de Volkswagen en Navarra. Ninguna reduce su producción por encima del 10%. De hecho, solo PSA Madrid y Seat Martorell superan el 5% de reducción.

Sin embargo, las fábricas que crecen (PSA Vigo, Ford Almussafes, Renault Palencia, Mercedes Vitoria, Iveco Valladolid y Madrid y Nissan Barcelona y Ávila) lo hacen con mucha potencia. Destacan por ejemplo, los crecimientos del 58% de Renault Palencia o del 44% en Iveco Valladolid.

Los responsables de Renault explicaron que “los recientes lanzamientos de Kadjar y el nuevo Mégane y su éxito comercial han puesto a la factoría de Palencia a pleno rendimiento trabajando a cuatro turnos desde septiembre de 2016”. Este ascenso de la cadencia “ha cerrado el año con 332.381 unidades. La planta bate así el récord de producción anual de 2004, cuando se produjeron 288.751 unidades de Mégane”, explicaron.

La planta de PSA Madrid fabricó unas 81.200 unidades, un 7% menos en el año. La instalación está inserta en un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) para la fábrica, continuación de otro planteado para 2015 y 2016. “La situación a la baja del mercado francés y del Reino Unido tras el brexit y la disminución esperada en las ventas del mercado español tras la finalización del plan PIVE” son las razones aportadas por la empresa para este parón, que tiene su repercusión en los datos de producción.

En este sentido, expertos en el sector señalan que “las plantas en España lo van a tener muy complicado para alcanzar los tres millones de vehículos fabricados en 2017”, un objetivo planteado por la industria a través de Anfac.

El hecho de que se hayan superado las previsiones de 2,8 millones de vehículos parecían decir que ya estaba el trabajo hecho. Sin embargo, la propia asociación alertaba el pasado lunes del “descenso en la cadencia de producción en el segundo semestre” a causa de la caída del mercado interno y las incertidumbres internacionales. De hecho, al final del primer semestre, solo cuatro fábricas reducían producción.

Varias de las instalaciones estarán este año trabajando en la adecuación de sus líneas de producción a los nuevos modelos adjudicados. Es el caso de Seat Martorell, que cerró el año pasado con 449.000 unidades fabricadas, un 6% menos que el año anterior. Este descenso responde, tal y como explicó Matías Carnero, presidente del comité de empresa de la fábrica a Cinco Días, a “la finalización de la producción del Seat Altea, que suponía unas 30.000 unidades que se están compensando con el León y el Ibiza” y los “21 días de parada que hemos tenido que acometer para adecuar las líneas” a la nueva generación del Ibiza y el todocamino Arona, que se empezarán a fabricar a mediados de año.

Para Carnero, sin embargo, esta rebaja de la producción no es negativa en el sentido de que “los modelos fabricados son más rentables, las instalaciones están más amortizadas y el valor añadido es mayor, lo que revertirá en mayores beneficios”, destacó.

También la planta de Volkswagen en Navarra se verá afectada por estas adecuaciones. El comité de empresa celebraba en cierto modo un descenso de la producción de solo el 0,5% porque “es una de las mejores cifras realizadas en VW Navarra en los últimos años”. La previsión es incluso menor para este año.

El programa marcado por empresa y sindicatos estima unas 243.801 unidades fabricadas en 2017, un 18% menos que en 2016. Esta planta comenzará a ensamblar la nueva generación del Polo y, por primera vez en su historia, tiene adjudicado un segundo modelo para 2018.

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