Turquía busca al terrorista de la matanza de Nochevieja
El Ministerio de Asuntos Exteriores informa que no hay españoles entre las víctimas
Un total de 39 personas han muerto y 69 están heridas de distinta gravedad en un “atentado terrorista” durante la primera noche de 2017 en una discoteca de Estambul (Turquía), según ha informado el Gobierno turco, que señala que la mayoría de las víctimas serían de nacionalidad extranjera.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación no tiene constancia “por ahora” de que haya españoles entre las víctimas del atentado de Estambul, según la información que está recabando de las autoridades turcas.
El ataque se ha producido pasada la media noche cuando un atacante vestido de Papá Noel abrió fuego en el Club Reina, en la capital turca. Según ha informado el ministro del Interior, Suleyman Soylu, al menos dieciseis de los fallecidos son extranjeros, aunque de momento solamente se ha podido identificar a 21 víctimas.
Además, ha precisado que entre los fallecidos hay cinco turcos y que se ha trasladado al hospital a 69 personas. Las autoridades calculan que a la hora del atentado terrorista había en la sala entre 500 y 600 personas.
El gobernador de Estambul, Vasip Sahin, ha informado a los terroristas que un atacante disparó a un oficial de policía y a los civiles mientras irrumpía en el club en el distrito de Ortakoy, junto al Bósforo, antes de abrir fuego también dentro del edificio.
Sahil ha señalado que “un terrorista con un arma automática ha comenzado a disparar de forma brutal y salvaje y disparó a gente inocente que estaba celebrando el Año Nuevo y disfrutando”.
Según la CNN de Turquía algunas personas saltaron al agua del Bósforo al tratar de huir de las balas y después fueron rescatados por la policía.
El Club Reina es uno de los más famosos clubs nocturnos de Estambul y muy concurrido tanto por la población local como por los turistas.
A pesar del enorme despliegue de seguridad montado en Estambul con motivo de la Nochevieja, el hombre sigue a la fuga, señala la prensa local. “Nuestra policía ha puesto en marcha una operación y esperamos que sea capturado pronto”, manifestó en la madrugada el ministro turco del Interior, Süleyman Soylu, citado por la agencia de noticias Anadolu.
Según el gobernador de Estambul, Vasip Sahin, el atacante mató primero a un agente de policía y a un civil en la puerta de la discoteca, antes de acceder al lugar y abrir fuego contra la gente.
Un camarero del local indicó al diario Hürriyet que en el local había unas 500 o 600 personas festejando la llegada del 2017. Según relatan testigos al mismo diario, numerosos clientes de la discoteca se lanzaron al mar, y la guardia costera realizó una operación de rescate para salvarlos.
El dueño del club, Mehmet Koçarslan, aseguró al diario Hürriyet que los servicios secretos estadounidenses ya habían avisado de posibles ataques una semana antes y que se habían tomado medidas adicionales de seguridad a orillas del Bósforo.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló en una primera reacción que este atentado busca “desestabilizar” Turquía. “Están intentando desestabilizar nuestro país y destrozar la moral del pueblo creando el caos. Pero estamos decididos a eliminar estas amenazas en su punto de origen”, señaló el presidente turco, al tiempo que instó a la población a mantener la calma.
“Turquía está determinada a hacer lo que sea necesario en la región para mantener la seguridad y paz de los ciudadanos turcos”, agregó Erdogan en referencia a la lucha del ejército turco contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria.
También el Ejército turco emitió un comunicado en el que asegura que su “lucha contra el terrorismo seguirá con la misma determinación” que hasta ahora. Turquía lanzó en agosto pasado la “Operación Escudo del Éufrates” para derrotar, junto con a fuerza opositoras sirias, a los yihadistas del EI del norte de Siria e impedir que los grupos kurdos controlen la zona fronteriza con Turquía.
El líder de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, del Partido Republicano del Pueblo (CHP), acusó al Gobierno del partido islamista AKP de ser incapaz de frenar los atentados en el país.
“Eso se debe a que el Gobierno no tiene una política racional, científica, sostenida y nacional contra el terrorismo”, dijo Kilicdaroglu en una primera reacción. “Cualquier paso que toma el gobierno, los ataques no pueden ser prevenidos. Declaraciones y precauciones tras cada ataque animan a los terroristas para sus próximo ataques”, dijo el líder del CHP.
Si bien todavía nadie se ha reivindicado el ataque, las emisoras turcas señalan que la policía centra sus investigaciones en la rama local del EI. La policía había desplegado a unos 25.000 agentes anoche en Estambul para prevenir atentados, después de que el país se viera golpeado por una oleada de ataques en los últimos meses.
Unas 300 personas murieron en 2016 en Turquía en atentados cometidos supuestamente por el EI y por el TAK, un grupo escindido del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).