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Banca

Las tensiones en el consejo de Banco Popular vuelven a reavivarse

Saracho quiere incluir en su contrato ser indemnizado si deja el banco antes de cinco años

El aún presidente del Banco Popular, Ángel Ron
El aún presidente del Banco Popular, Ángel RonPedro Puente Hoyos (EFE)

Las tensiones en el consejo de Banco Popular se mantienen, lo que puede volver a hacerse patente en el consejo del día 21. Ángel Ron quiere dar su última batalla antes de que llegue a la presidencia Emilio Saracho. Los fondos especulativos ya controlan el 9% del capital.

Parecía que la tensión que ha vivido en los últimos meses Banco Popular comenzaba a disiparse, aunque fuera a regañadientes, tras la renuncia de Ángel Ron a seguir como presidente de la firma y el próximo nombramiento de Emilio Saracho como su sustituto en el primer trimestre de 2017. Pero nada más lejos, o por lo menos esa es la impresión que se transmite. Parece que se están calentando motores ante el próximo consejo ordinario de administración que celebrará la entidad en próximo día 21 de este mes. La reunión se prevé tensa y, de mantenerse las especulaciones actuales, podría llevar consigo a un nuevo episodio de este enfrentamiento entre el propio Ron y sus defensores y los que propusieron a Saracho como su sustituto.

El pasado 1 de diciembre todo el consejo decidió aprobar el nombramiento de Saracho como futuro presidente. Una hora antes de esta reunión, comunicaron al propio interesado que las fricciones existentes en el órgano de gobierno del banco se habían disipado y sería elegido por unanimidad como número uno de Popular. Esta posición arrancó a las 11,00 horas la firma de un acuerdo para convertirse en presidente. Sin embargo, no parece que todo estaba tan claro, o por lo menos eso aseguran ahora fuentes conocedoras de las luchas internas de poder en el banco. “La letra pequeña la carga el Diablo”, recordaban ayer estas mismas fuentes, que insistían en que Saracho aún no ha firmado su contrato; lo que sí ha hecho es llegar a un acuerdo para rubricarlo una vez que se incluyan en él sus exigencias, que suponen cambiar los estatutos del banco en lo relativo a la retribución de los consejeros.

Otras claves

8,91% es el porcentaje que tienen en la actualidad los fondos especulativos en el capital de Banco Popular, según datos de la CNMV. Parece que pese al cambio de presidente, los bajistas siguen ganando posiciones en el banco. El pasado 25 de noviembre estás sumaban el 8,6% del capital, y ya era récord.

1,01 euros es el valor de la acción de Popular, que ayer volvió a subir un 1,10%. Desde que el consejo fichó a Saracho como presidente el día 1, el valor ha subido un 23%.

Pero ahora, una vez analizados los acontecimientos de la derrota de Ron frente a los consejeros considerados hasta entonces díscolos y con la perspectiva que da el tiempo pasado y un análisis reposado con expertos y abogados, el aún presidente en funciones de la entidad y sus aliados quieren volver a dar la batalla. Su objetivo es que los planes puestos en marcha por Ron, y que fueron aprobados por unanimidad por el consejo (el último punto, que fue la creación de un banco malo, se aprobó el 23 de noviembre) no se alteren. Entre ellos destaca la creación de un vehículo para traspasar 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios y poder desconsolidarlos del balance del banco, lo que según los proyectos iniciales evitarían tener que realizar una nueva ampliación de capital como reclama el mercado. Fuentes conocedoras de lo que ocurre entre bambalinas en Popular aseguran que Ron accedió a dar un paso atrás para dejar la presidencia si se mantenían estos puntos y la independencia del banco (aunque en las últimas semanas habló con BBVA para su posible unión).

Ron y sus aliados cuentan con la ventaja de que Saracho aún no ha sido nombrado consejero de Popular primero, para más tarde ser designado presidente, lo que está previsto que se lleve a cabo en marzo en una junta extraordinaria. Será entonces cuando Ron deberá abandonar el banco.

Pero antes, el consejo debe aprobar un cambio en los estatutos del banco para incluir en el apartado de retribuciones, la posibilidad de que si el presidente o consejero delegado abandona el banco antes de cinco años de su incorporación pueda recibir indemnización. Hay que tener en cuenta que Saracho, aún vicepresidente de JP Morgan, se incorporará a Popular tras una guerra interna en el consejo y cumplir 62 años de edad.

Los consejeros afines a Ron –entre los que destacan Francisco Aparicio, que es a su vez secretario del banco, y Francisco Mateu, vocal de la sindicatura de accionistas y próximo primer vicepresidente–, empiezan a cuestionarse si el planteamiento de cómo se llevó a cabo la presentación del candidato a presidir Popular fue juego limpio o no, según apuntan las mismas fuentes. Al parecer, y siempre según las mismas fuentes, la consejera coordinadora, Reyes Calderón, pudo excederse en sus funciones al hablar con el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, comunicando que Ron había perdido la confianza de gran parte del consejo. Fuentes del supervisor aseguran que durante las últimas semanas la comunicación entre el Banco de España y Ron y otros consejeros fueron continuas.

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