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Banca

Linde y Guindos descartan intervenir en la crisis del consejo de Popular

Los consejeros díscolos mantienen su objetivo de buscar más apoyos para destituir a Ron

El consejo de administración de Popular
Belén Trincado

Banco Popular no tiene ningún problema de solvencia ni liquidez, según el BCE. Incluso cumple los requisitos para repartir dividendo en 2017. Pero los consejeros díscolos mantienen su objetivo de buscar más apoyos para destituir al presidente del banco, Ángel Ron. Si lo consiguen, el Banco de España y Economía no podrán hacer nada. Popular es una empresa privada.

No hay crisis de solvencia, ni de liquidez en Banco Popular. Su solvencia no está en duda, ha declarado en estos días el Banco de España en relación al conflicto interno que sufre la entidad que preside Ángel Ron en las últimas semanas. Tanto el supervisor nacional como Economía, han apoyado hasta el momento a Ron. Fuentes financieras afirman, de hecho, que en los últimos días ambas instituciones han hablado en varias ocasiones con Ron dada la actual situación del consejo, y le han reiterado implícitamente su apoyo al actual presidente del banco.

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Pese a ello, tanto el Banco de España como Economía reconocen que Popular es una empresa privada, y sus conflictos internos, como es el caso actual, deben resolverse también internamente y de forma privada, explican fuentes financieras, que recuerdan que no es el primer enfrentamiento que se ha producido en un consejo de administración de una entidad financiera. Solo en el hipotético caso de que se propusiese a un posible sustituto de Ron que no cumpliese con los requisitos exigidos para ser banquero o consejero, es decir, que no fuera idóneo para dicho cargo, el Banco de España intervendría, lo mismo que el Banco Central Europeo y previsiblemente Economía.

De momento, los críticos con Ron (entre los que destaca el mexicano Antonio del Valle) han tanteado, entre otros, a Juan María Nin, ex consejero delegado de CaixaBank y antes de Sabadell, y han mantenido contactos muy avanzados con Emilio Saracho, vicepresidente mundial de JP Morgan.

Pero solo se podría forzar la salida de Ron si estos consejeros díscolos consiguieran el apoyo de los dos tercios en el consejo, algo que, de momento, no han logrado. Pese a ello, la situación de un consejo enfrentado no es lo mejor para el control de una empresa, y menos de una entidad financiera.

Ayer, precisamente, Popular comunicó a la CNMV que supera con holgura los requisitos de capital que el BCE exige al grupo para 2017, por lo que no tendrá limitaciones para abonar dividendos ni pagar retribución variable.

Según informó la entidad, el BCE pide a Popular una ratio CET1 del 7,875% y un capital total del 11,375%, por debajo del 15,29% y el 15,91%, respectivamente, que tenía la entidad a finales de septiembre. Si se tienen en cuenta los niveles de capital Tier 1, las exigencias del BCE para la entidad son del 9,375%, igualmente por debajo del 15,29% que tenía a cierre del tercer trimestre. Esta noticia puede suponer un balón de oxígeno para el banco, ya que el BCE confirma no solo la solvencia de la entidad, sino también su posibilidad de pagar un bonus a sus directivos y de repartir dividendo en 2017 tras haberlo suspendido este año. Una de las dudas que tienen en la actualidad los bancos de inversión es si Popular necesita más capital para cubrir sus activos inmobiliarios. Hablan de una falta de provisiones de unos 2.000 millones de euros. Tras cumplir estos objetivos el banco prevé, según anunció su consejero delegado, Pedro Larena, volver a repartir dividendo el próximo año. Eso sí, el pay out será inicialmente del 25%, y ya en 2018 subirá este pay out en efectivo al 40%.

La CNMV es el único supervisor que ha iniciado una investigación sobre las especulaciones bursátiles que han hecho caer el valor de Popular alrededor del 68% desde enero. Los fondos especuladores controlan ya el 8,6% de su capital, lo que les coloca cerca del primer accionista, la Sindicatura, que suma el 9,8%. Expertos del sector mantienen que estas investigaciones son muy complicadas, ya que no se puede impedir las compras en corto “porque entonces ningún fondo de inversión podría hacerlo y eso sería intervenir el mercado”.

Un respiro: la acción sube un 5%

Pese a la batalla interna que vive Popular, el negocio no se ha visto alterado hasta el momento, según explican fuentes de sus oficinas. Al parecer, y según las mismas fuentes, no se ha detectado la fuga de clientes o de cuentas derivada de la crisis que se vive en el consejo de la entidad. Popular cuenta con 4.682.554 clientes. Los que sí están sufriendo al ver mermar su inversión son los pequeños accionistas de la entidad. Popular cuenta con 303.276 inversores, que han visto como los títulos de su banco se han reducido en un 68% en 11 meses, y eso, encima con una ampliación de capital de 2.500 millones realizada en junio, y cuya cuantía ya ha sido absorbida por las pérdidas de las acciones. Estos inversores, no obstante, tuvieron ayer una pequeña alegría. Los títulos de Popular cerraron la sesión con un repunte del 5%, hasta los 0,827 euros, después de que Renta 4 otorgara a la acción un potencial de revalorización superior al 50% y situara su precio objetivo en 1,23 euros, considerando que hay ciertos elementos de mejora en el banco que podrían ayudar al valor. Los expertos entienden que tras la ampliación de capital, el banco podrá elevar las coberturas de los activos improductivos y cubrir el potencial impacto de la nueva circular el Banco de España, por lo que ha sentado las bases para recuperar la rentabilidad. Además, señalan que su negocio bancario mantiene niveles de rendimiento por el lado del crédito que siguen por encima en términos comparativos.

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