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Crisis del acero

El plan europeo contra el 'dumping' de China se atasca de nuevo

La propuesta para endurecer los aranceles 'antidumping' se aplaza al menos hasta diciembre. La UE negocia desde hace tres años una medida de protección vital para el sector siderúrgico.

El secretario de Estado español de Comercio, Jaime García-Legaz, conversa con su homólogo galo, Matthias Fekl, al inicio de la reunión del Consejo de Ministros de Comercio de la UE en Bruselas (Bélgica) este viernes.
El secretario de Estado español de Comercio, Jaime García-Legaz, conversa con su homólogo galo, Matthias Fekl, al inicio de la reunión del Consejo de Ministros de Comercio de la UE en Bruselas (Bélgica) este viernes.OLIVIER HOSLET (EFE)

El Consejo de Ministros de Comercio de la UE ha fracasado hoy de nuevo en su intento de pactar la modernización de los mecanismos comerciales de defensa ante la competencia desleal de terceros países. Se trata de una medida reclamada con urgencia por sectores como el siderúrgico para protegerse de la venta por debajo de costes de los productores chinos. Pero los 28 socios de la UE empezaron a negociarla en 2013 y aún no han logrado pactarla.

Eslovaquia, país que ocupa la presidencia de la UE durante este semestre, confíaba en alcanzar hoy un principio de acuerdo. Pero finalmente ha preferido aplazar la decisión, al menos hasta diciembre, ante las dudas que todavía plantean un importante número de Gobiernos europeos. "Algunos países necesitan más tiempo", señaló la presidencia eslovaca al término de la reunión. Eslovaquia asegura que ya disponía de mayoría cualificada suficiente para aprobar la medida pero ha optado por prolongar la negociación hasta final de año para alcanzar un consenso mayor.

El conflicto gira en torno a la norma europea que castiga el dumping con el arancel más bajo posible. La Comisión Europea propuso hace tres años suprimir esa limitación. Pero varios paises, con Reino Unido a la cabeza, han bloqueado la reforma por miedo a provocar represalias de China en otros sectores.

Bruselas planteó antes de la reunión una propuesta de compromiso para suprimir sólo la norma del arancel más bajo en los casos más flagrantes de dumping, sólo para materias primas y para productos procedentes de países que subvencionan desproporcionadamente a su industria.

Esa reforma restringida permitiría endurecer los aranceles en el sector siderúrgico, que se siente impotente ante la avalancha de acero procedente de China. El excedente de producción siderúrgica en China asciende a unas 350 millones de toneladas, una cifra que es el doble que toda la producción anual del sector europeo. Y la caída de demanda anima a los productores chinos a exportar sus excedentes aunque sea a precio por debajo de coste.

La reforma del sistema europeo de defensa también ha ganado urgencia porque a finales de este año expira el plazo transitorio impuesto a China tras su ingreso en la Organización Mundial de Comercio. A partir de 2017, con toda probabilidad, China pasará a ser considerada una economía de mercado como las demás, por lo que será más difícil imponer aranceles de castigo a sus exportaciones.

La inminencia de ese cambio de estatus ha intensificado las negociaciones europeas en las últimas semanas. Y, según fuentes diplomáticas, varios países, como Bélgica o Luxemburgo, han suavizado su resistencia. Incluso Reino Unido parece más abierto a aceptar un leve endurecimiento de las medidas antidumping.

"Estamos cerca del acuerdo final, aunque faltan algunos puntos por pulir", señaló optimista el secretario de Estado de Comercio del Gobierno español, Jaime García Legaz. Pero el propio García-Legaz se mostró cauto porque, según España, debe restringirse mucho la reforma para no caer en un endurecimiento generalizado de los aranceles y en medidas proteccionistas.

A falta del acuerdo definitivo, la UE seguirá más indefensa que la mayoría de las economías occidentales y el sector siderúrgico deberá seguir afrontando el dumping de sus competidores chinos porque el sistema actual limita mucho la capacidad de represalia.

En casos recientes de importaciones chinas de acero, por ejemplo, Bruselas verificó un margen de dumping del 102% pero impuso un arancel de sólo el 19% porque con ese castigo se consideraba neutralizado el daño al sector europeo. La mayoría de los miembros de la Organización Mundial de Comercio, incluido EE UU, aplica un sistema de castigo mucho más duro que el europeo. En dos casos recientes de dumping, Washington impuso al acero chino aranceles de 266% y 133%, respectivamente. La UE penalizó a los mismos productos con aranceles del 21,1% y del 22,5%.

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