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Elecciones EE UU 2016

¿Qué propone Trump para la economía del país (y del mundo)?

El nuevo presidente plantea medidas como "designar a negociadores duros e inteligentes para que luchen en beneficio de los trabajadores americanos" Ha ofrecido bajar el impuesto de sociedades para las empresas a un máximo del 15%

Guillermo Vega

El presidente electo de EE UU, Donald Trump ha basado buena parte de su estrategia de campaña en la propuesta de crear 25 millones de empleos en diez años e impulsar el crecimiento hasta el 3,5% anual de media, con el potencial de alcanzar el 4%. ¿Cómo pretende lograrlo?

Presupuesto

Durante la campaña, Trump propuso el llamado “plan del centavo” (penny plan), su medida estrella para ajustar el presupuesto. Este programa se basará, a grandes rasgos, en recortar un centavo a cada dólar del presupuesto federal durante un período de seis o siete años y en imponer un límite en el gasto hasta que las cuentas estén equilibradas.

“Vamos a hacer recortes inteligentes en el presupuesto, recortes presupuestarios tan buenos o mejores que los que se hacen ahora, pero por mucho menos dinero”, dijo el propio Trump en una conferencia pronunciada en Nueva York en verano.

Respecto a los impuestos, Trump ha propuesto bajar la tasa de Sociedades a un máximo del 15%, inferior a la del 35% actual, lo que supondría la mayor reducción fiscal desde la presidencia de Ronald Reagan (descenso al menos en apariencia, dado que no son pocos los economistas que afirman que, en realidad, el expresidente los subió en realidad).

En lo que respecta al IRPF, el nuevo presidente tiene previsto reducir los siete tramos que existe en la actualidad a tres. Así, los matrimonios que cobren menos de 75.000 dólares pagarán un 12%. Los que se encuentren entre estos 75.000 y 225.000 pagarán el 25%. Él tramos superior tendrá un IRPF del 33%. Para los solteros los porcentajes serán los mismos, pero las cantidades imponibles se reducirán a la mitad.

El equipo de Trump calcula en más de 2,4 billones de euros los beneficios de las multinacionales de EE UU en el exterior. Por eso, otra de sus intenciones es retocar los tributos para incentivar la repatriación de este monto.

La verdadera preocupación es que, paralelamente, el nuevo presidente de EE UU ha prometido un ambicioso plan de inversión en infraestructuras valorado en entre 285.000 y 500.000 millones de dólares. Así las cosas, los ingresos se reducirán en 6,2 billones de dólares en los próximos años, lo que, previsiblemente, acelerará el déficit.

El alza de deuda ha sido, paradójicamente, una de las acusaciones que el equipo de Trump ha lanzado a la Administración Obama durante la campaña.

El comercio es uno de los principales ejes de su política nacionalista, populista y proteccionista, con propuestas como “designar a negociadores duros e inteligentes para que luchen en beneficio de los trabajadores americanos”. Para empezar, propone retirar a EE UUdel Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP), que mantiene con países como Brunéi, Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Canadá, Japón, Malasia, México, Perú y Vietnam.

El candidato, al menos según lo que ha asegurado en la campaña, tiene previsto suspender las negociaciones con la Unión Europea para cerrar el mayor acuerdo comercial de la historia (el llamado TTIP). También pretende reducir drásticamente la participación estadounidense en la OTAN, la alianza militar que desde hace casi 60 años se encarga de la seguridad del Viejo Continente.

También ha advertido a los países del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que va a revisar el acuerdo para lograr “mayores beneficios para los trabajadores” del país. Si no aceptan sus términos, EE UU se retirará del pacto.

México está en el punto de mira: ha asegurado que va a eliminar las ventajas de que disfruta México en el IVA y asegura que va a poner fin a los talleres de trabajo en México, que perjudican a sus ciudadanos. Sobre todo en la industria de la automoción, anunciando un posible arancel del 35% a las importaciones de coches desde el país.

También ataca a China, a quien considerará un “manipulador de divisas”. Promete enfrentarse al país tanto en tribunales regionales como en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y promete sanciones si no cesa en sus “actividades ilegales”. Tampoco la propia OMC se libra de sus amenazas: entre sus planes se encuentra revisar la participación del país en el organismo.

Donald Trump ha asegurado en repetidas ocasiones que el cambio climático es un "fraude" creado por China para  hacer que los fabricantes del país no sean competitivos, y ha prometido con cancelar los acuerdos de París. 

No solo eso, la Administración Obama llevó a cabo laboriosos esfuerzos para reducir las emisiones en un programa llamado Clean Power Plant. Su control en las dos Cámaras va a hacer tarea sencilla acabar con esta iniciativa. 

Sobre la firma

Guillermo Vega
Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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