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La gestión independiente suele hacerlo mejor que los índices y la gestión pasiva

El debate entre decidirse por la gestión activa o pasiva sigue su curso, aunque la realidad es que el patrimonio sigue creciendo mucho más en los fondos de gestión pasiva que en los fondos de gestión activa.

Según muchos inversores, a través de la inversión en ETFs o fondos indexados se consigue disminuir totalmente el riesgo del gestor y se accede a una gestión más barata y mejor.

Siempre que miro el ranking de cualquier categoría a casi cualquier plazo, pero sobre todo en plazos superiores a los 3 años, no hay fondos indexados o de gestión pasiva entre los primeros puestos, ni tan siquiera en el primer cuartil y solo alguno a partir del segundo o tercer cuartil.

Cuando se recomienda un determinado activo de inversión, entiendo que se debe estudiar y analizar las distintas posibilidades que hay, los fondos que lo hacen mejor o peor, los que tienen más volatilidad y los que menos, la filosofía de inversión de aquellos gestores que lo hacen mejor o peor, etc. Recomendar la gestión pasiva, a veces (no siempre), es sinónimo de buscar lo más fácil y sencillo sin detenerse a analizar qué es lo mejor para los clientes. En el asesoramiento financiero hay que ir más allá, en mi opinión, porque hay que generar más valor que el asesoramiento tradicional.

En general, localizar gestores o fondos de inversión que generan una rentabilidad mejor que el mercado, con una volatilidad más baja y asumiendo menor riesgo consistentemente, no es muy difícil. Ahora bien, como todo en esta vida, hay que estudiar, analizar, trabajar y emplear tiempo.

Da la sensación que en unos años la gran mayoría del patrimonio va a estar invertido en fondos de gestión pasiva, al ser fondos con una comisión de gestión barata, no tener el riesgo de comportamiento relativo frente al benchmark, y tener el beneplácito de la opinión pública y mundo financiero. Los fondos de gestión activa caros y que no sean lo suficientemente buenos como para justificar una comisión de gestión mayor que los fondos de gestión pasiva, tenderán a desaparecer, pero habrá otros fondos de otras gestoras con un track record bueno y una filosofía de inversión bien definida, que lo sigan haciendo consistentemente mejor que los fondos de gestión pasiva, por lo que mantendrán un patrimonio alto, ascendente, y con un cliente con mayor formación o mejor asesoramiento.

En este sentido, es muy importante conocer que cuando los mercados suben con fuerza, casi todos los inversores y fondos se revalorizan, pero cuando realmente destaca la gestión activa es cuando los mercados corrigen, las empresas de mayor calidad suelen tener mejor comportamiento y permiten a la gestión activa diferenciarse ampliamente de los índices de referencia o benchmarks. Estoy impaciente por ver cuál es el comportamiento de los fondos de gestión pasiva cuando tengamos la próxima recesión o fuerte corrección en los mercados.

Posiblemente en unos años, habrá clientes asesorados correctamente que tendrán su dinero invertido en buenos fondos de inversión que batan consistentemente a los índices y obtengan buenas rentabilidades con menor riesgo asumido, y por tanto, batirán a toda la industria de gestión pasiva. Y otros muchos clientes que consigan la rentabilidad y el riesgo que ofrezcan los mercados de capitales en cada momento. Eso sí, menos rentabilidad, más volatilidad, pero más barato. En este sentido, sí que hay un avance muy importante gracias al crecimiento de la industria de gestión pasiva: los inversores no deberían estar invertidos en fondos mal gestionados y caros, como están hoy en día muchos clientes.

Pocas boutiques y gestoras independientes, no lo suelen hacer mejor que los índices y los fondos indexados, pero sí es cierto que muchos fondos de inversión son caros en términos de comisión de gestión, y no consiguen justificarlo a través de un mejor comportamiento relativo a sus índices de referencia y competencia de gestión pasiva. En mi opinión, estos fondos se quedarán con patrimonio de clientes cautivos y poco más, ya que aquel cliente con un mínimo de formación financiera o bien asesorado, no estará invertido en productos caros y peores que la media.

Es probable que al final de este camino tendencial entre la gestión pasiva y activa, quedarán los fondos más caros, pero muy buenos, y los fondos de gestión pasiva baratos y que consigan obtener una rentabilidad por debajo de los índices de referencia.

Javier Galán, Gestor de Renta Variable Europea en Renta 4 Gestora SGIIC

@JGalanR4

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