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Miedo en los mercados

El Ibex ha caído un 3,18% en su peor sesión en cuatro meses

Los próximos eventos políticos, las medidas de los bancos centrales y los vaivenes del crudo están marcando la hoja de ruta de las Bolsas, que han hecho que el Ibex pierda los 8.500

Ibex 35 en la sesión del 10 de junio.
Ibex 35 en la sesión del 10 de junio. Bloomberg.

El pesimismo hace estragos en la renta variable europea, con la conjunción de varios factores negativos. El posible brexit el 23 de junio, las elecciones en España tres días después y la caída del petróleo. El Ibex 35 se ha hundido hoy un 3,18%, hasta los 8.490,5 puntos, tras dejarse en la semana un 3,53%. Es la peor sesión desde el pasado 11 de febrero, cuando el Ibex retrocedió un 4,88%.

Por si fuera poco, el volumen de negocio ha sido elevado, con un total de 2.600 millones de euros negociados en la Bolsa española. La cantidad, aunque no es ni de lejos de las más elevadas de 2016, supera con total suficiencia la media diaria del mes de junio, de poco más de 2.100 millones. Cuanto más dinero, más fuerza tiene el movimiento, según los expertos en análisis técnico.

Los analistas señalan que, en última instancia, el mercado duda del crecimiento de la economía mundial. El fantasma de otra recesión planetaria sobrevuela el mercado y los inversores corren a refugiarse a los activos refugio, como el oro, que ha llegado a escalar en la sesión hasta los 1.278 dólares por onza, aunque después se ha moderado y cotiza por debajo de los 1.270, o el bund alemán. El rendimiento del bono alemán a 10 años renueva sus mínimos históricos, con un escueto 0,2%. La deuda soberana al mismo plazo ofrece un 1,43%, de forma que la prima de riesgo queda en el 139 puntos básicos. 

La situación desde el punto de vista técnico es extremadamente delicada. El Ibex 35 ha fundido  el soporte que tenía en el entorno de los 8.600 puntos. Por debajo, la presión bajista podría llevar al selectivo español "al menos hasta el mínimo de febrero en 7.746, y tal vez con presión adicional", según Noesis.

Solo dos valores han concluido en positivo: Popular, que ha finalizado su ampliación de capital, previsiblemente con éxito, e Indra, con un alza del 0,27%. Sacyr ha perdido el 11,34%, y OHL, el 8,15%, después de que las hayan excluido del Ibex. Estas constructoras de rancio abolengo ya no estarán en selectivo a partir del 20 de junio. 

¿Mal de muchos...? Esta vez, el Ibex no ha sido el peor índice del Viejo Continente, pero por poco. El Mib italiano se ha dejado un 3,62%. En el resto, las caídas han sido más moderadas. Curiosamente, el Footsie británico, el más afectado en caso de que se imponga el brexit, ha sido el menos dañado, con un retroceso del 1,86%. El Cac francés ha cedido un 2,24% y el Dax alemán, un 2,52%. 

Las cuatro claves que explican lo ocurrido hoy son las siguientes. 

En las últimas sesiones, el barril de petróleo subía como un cohete y, si bien la Bolsa no se movió al alza con su ascenso, sí que sirvió para limitar las caídas. Tras superar la barrera de los 40 dólares, el Brent, referencia europea, dejó de ser el flautista de Hamelin que hechizaba a los mercados para relegarse a un segundo plano en lo que a relevancia sobre la renta variable se refiere.

Pese a todo, la corrección actual el crudo se ha convertido en un elemento bajista más que ataca la cotización del Ibex. “El rally del oro negro está tomando aliento”, explica Michael Poulsen, analista de Global Risk Management en un informe. “La prolongada caída de los inventarios en Estados Unidos ha estado impulsando el precio en las últimas semanas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los stock siguen en zona de máximos de 80 años, por lo que este tipo de retrocesos puntuales entran dentro de la normalidad”, indica el experto, que recomienda a los inversores tener paciencia.

Los expertos miran sobre todo a la cotización del dólar, divisa en la que cotizan las materias primas y con la que el petróleo guarda una correlación negativa, para determinar el futuro del crudo en el corto plazo. En las últimas dos sesiones los billetes verdes acumulan una subida de casi el 1% con respecto al euro, un movimiento que ha logrado sacar al barril de petróleo de sus máximos anuales situados prácticamente en los 53 dólares.

Los miedos de los inversores continúan acrecentándose a medida que se acerca el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Pese a que la mayoría de las firmas de inversión se muestran positivas con un resultado que parecía inclinarse por la permanencia, lo cierto es que las últimas encuestas han desatado el nerviosismo, poniendo en duda la viabilidad del proyecto europeo. Según uno de los últimos sondeos realizados por Opinium, un 43% de los ciudadanos británicos se decantaría por la salida, frente a un 40% que asegura querer la permanencia.

Este resultado ha provocado el desconcierto de los inversores, que daban por hecho que el brexit no tenía ninguna posibilidad real de ejecutarse en el Reino Unido. Así, si finalmente gana la salida, el escenario parece poco optimista. Algunas agencias de calificación como Fitch advirtieron de que el brexit podría tener un impacto negativo del 9,5% en el PIB de la economía británica. Y no solo eso. Además de intensificar las presiones secesionistas en países como España (dando más alas al desafío soberanista catalán) los analistas de Fitch auguran un alza en las primas de riesgo de la periferia y, aunque en un principio no contemplan la posibilidad de realizar revisiones de calificación a la baja, tampoco la descartan en el futuro.

Asimismo, la mayoría de las firmas de inversión se muestran pesimistas con la evolución de la libra y prevén una caída de la moneda británica que podría llegar hasta los 1,15 dólares. Actualmente, cotiza en torno a los 1,45 billetes verdes.

El tercer elemento de incertidumbre que afecta a la Bolsa española es las elecciones generales del próximo 26 de junio. Tres días después de que se conozca el resultado del referéndum en Reino Unido llegará el turno de España. Después de seis meses en los que las distintas fuerzas políticas han sido incapaces de llegar a un acuerdo para la formación de Gobierno, de nuevo los ciudadanos tienen la palabra. Según el barómetro del CIS la polarización vuelve a ser la tendencia. En el último sondeo la única formación que consigue ganar escaños respecto a los comicios de diciembre es Podemos, partido que plantea las cuestiones que más incertidumbre generan en los mercados. Habrá que esperar a conocer si se confirman las encuestas para ver si la Bolsa consigue salir de la atonía en la que está inmersa desde comienzos de mayo.

En las últimas sesiones se han relajado las previsiones sobre una posible subida de los tipos en EE UU. La próxima semana los miembros del banco central estadounidense se reúnen para acordar qué hacer con la política monetaria si continuar la tendencia ultralaxa o proceder a la normalización de los precios del dinero. Hasta la semana pasada, el mercado daba por descontada una segunda alza.

Sin embargo, los débiles datos de empleo conocidos el pasado viernes han desinflado las expectativas de los inversores. De acuerdo a los datos publicados por el Departamento de Trabajo, en mayo la economía de EE UU creó 38.000 empleos, el peor dato en seis años. Aunque la tasa de paro cayó al 4,7%, esta descenso no se debió a la creación de nuevos puestos, sino a la reducción de la fuerza laboral en 458.000 individuos.

Ahora, los futuros sobre tipos de interés dan una probabilidad del 0% a que los suba el 15 de junio. Las probabilidades mayoritarias, por un 53%, son que esa segunda alza se aplazará hasta el 14 de diciembre. En realidad, el miedo a que la economía estadounidense esté gripándose vuelve a ser el gran peligro. 

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