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Estrategias de inversión

No espere un verano tranquilo en la Bolsa: los inversores ya se preparan

Los gestores dudan de la mejoría bursátil de verano
Carlos Cortinas

"La segunda parte del año será mejor”, vaticinaban algunos expertos en una apuesta que en principio se antojaba sencilla, toda vez que mejorar los registros de unas Bolsas que acumulan pérdidas incluso superiores al 10% no parece requerir esfuerzos titánicos. Sin embargo, los gestores de fondos no ven tan clara esta recuperación y, según la última encuesta realizada por Bank of America-Merrill Lynch, ya están tomando posiciones ante el que consideran que será un verano turbulento.

Entre sus preocupaciones, la primera plaza la ocupa para el 27% de los encuestados el referéndum que se llevará a cabo en Reino Unido el próximo 23 de junio y en el que se decidirá sobre su permanencia o no en la Unión Europea, es decir, acerca de si el temido brexit llega a materializarse. El segundo mayor miedo de los inversores es un viejo conocido de las últimas caídas de la renta variable:la devaluación del yuan por parte de las autoridades chinas.

La moneda del gigante asiático arrastró a las Bolsas de todo el mundo en agosto de 2015 y a principios de enero de 2016, y más de un 20% de los gestores encuestados por Bank of America sienten pavor a que este verano tenga lugar un nuevo capítulo de esta guerra de divisas.

Y es que los inversores no ven nada claro que la situación en los mercados vaya a ser estable de cara al verano. De hecho, la media mundial del dinero que mantienen en efectivo los fondos de inversión encuestados, ha repuntado hasta el 5,5%, es decir, hasta la zona de máximos que alcanzó tras desencadenarse la crisis financiera global tras la quiebra de Lehman en 2008. Ante este dato, cabe apuntar, eso sí, que en los últimos tres años, los inversores han mantenido en efectivo un porcentaje similar de sus carteras hasta en tres ocasiones más.

Y es que los inversores no están dispuestos a tomar demasiados riesgos tras los vaivenes del mercado de comienzos de año. El apetito por el riesgo vuelve a caer tras su breve recuperación en marzo y abril, aunque se mantiene ligeramente por encima de los mínimos anuales. Únicamente un 12% de los encuestados manifestó que estaba dispuesto a tomar “más riesgos de lo normal”.

Al margen del comportamiento que estiman que tendrán en verano los principales índices de renta variable mundial, los inversores sí ven en términos macro una recuperación económica. Así, un 10% neto de los encuestados considera que el crecimiento global será mayor de lo esperado (cálculo obtenido restando al porcentaje de optimistas el porcentaje de aquellos que creen que la economía responderá peor de lo estimado por el consenso). Esto supone una considerable mejora respecto al mes anterior, en el que el 10% neto de los inversores apuntaba a que la economía crecería menos en los 12 meses posteriores a la consulta.

Los gestores manifestaron haber reforzado sus posiciones, sobre todo, en el sector energético y en los mercados emergentes, ambos muy castigados entre finales de 2015 y comienzos de 2016 como consecuencia del bajo precio de las materias primas. El petróleo se ha revalorizado más de un 75% desde que tocara mínimos el pasado 20 de enero, por debajo de los 28 dólares por barril, y los inversores encuestados parecen creer que las alzas se mantendrán a lo largo del verano, catapultando al segmento energético y a los mercados emergentes en general.

Manteniendo la lógica que les llevó a reforzar sus posiciones en el sector energético, prácticamente el 30% de los inversores considera que será el petróleo el motor de las subidas (si las hubiera). Y es que, a ojos de más del 35% de estos mismos gestores, el oro negro está infravalorado a los prácticamente 50 dólares por barril para el Brent en los que cotiza en la actualidad.

Por el contrario, los inversores han reducido sus posiciones en el sector industrial y en el tecnológico. La caída en Bolsa del gigante estadounidense Apple y el errático comportamiento del Nasdaq tras la temporada de resultados parecen haber creado cierta sensación de desencanto entre los gestores para con las tecnológicas, en otro tiempo garantes de un máximo crecimiento y rentabilidad. En relación a los países, los encuestados confirmaron la fuga de capitales en Reino Unido con motivo del brexit. El referéndum en el horizonte genera pánico entre los inversores y la querencia por la renta variable británica ha descendido a niveles de 2008.

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