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Debuts en Bolsa

Pros y contras de invertir en Telepizza y Dominion

La demanda extranjera ha permitido el éxito de las colocaciones de Telepizza y Dominion. Los grandes fondos de inversión han invertido en la primera 550 millones de euros y 150 en la segunda. Las dos debutantes han fijado los precios en la parte baja de sus rangos de precios, ante la exigencia de los inversores cualificados.

Un establecimiento de Telepizza.
Un establecimiento de Telepizza.

Telepizza y Dominion pusieron ayer toda la carne en el asador bursátil. Las dos empresas fijaron los precios a los que debutarán mañana. La primera se reestrenará a las 11.30 horas y el debut de la segunda será a las 12.30.

La cadena de comida rápida saldrá a 7,75 euros por acción, en la parte baja de su horquilla de precios. Telepizza había fijado inicialmente una banda de entre 7 y 9,5 euros por título, que el pasado viernes redujo a entre 7,75 y 8,75.

Su valoración de partida será de 780 millones de euros, inferior al precio que desembolsaron Permira y la familia Ballvé en 2007 –unos 850 millones de euros– por excluirla del parqué, y que sitúa al valor en el puesto número 60 por capitalización de la Bolsa española, entre Sacyr (913 millones de euros) y Saeta Yield (752). La tasación final se sitúa un 42% por debajo de la valoración máxima de 1.350 millones que habían fijado las casas de análisis de los bancos colocadores. Merrill Lynch y UBS son los coordinadores, escoltados en un segundo escalón por BBVA, Barclays y Nomura, y en un tercero por Banca IMI e ING.

Los fondos extranjeros han supuesto el grueso de la demanda de acciones del grupo de restauración, con más del 90% del total, y han exigido un importante descuento para entrar en el capital, según fuentes conocedoras de la operación.

La compañía, que estima que este año no logrará resultados positivos, trata de asemejarse a su rival Domino’s Pizza, que cotiza en la Bolsa de Nueva York en entorno de máximos históricos. Su acción ha pasado de los 3 dólares de 2008 a superar los 130 y a amasar una capitalización de alrededor de 6.500 millones de dólares (unos 5.800 millones de euros). El número de veces que su beneficio por acción de 2015 está recogido en su precio por título supera las 38 veces.

Los principales accionistas de Telepizza, la firma de capital riesgo Permira, Carbal, el vehículo de la familia Ballvé, y KKR, que entró en el capital en 2014, diluirán su participación en la compañía, que pasará a contar con un free float (porcentaje del capital que cotizará libremente en Bolsa) del 71%. Si finalmente se ejecuta la opción de sobreadjudicación de acciones por el 10%, este porcentaje subirá hasta el 76%.

La colocación supondrá el retorno al parqué de la empresa fundada por Leopoldo Fernández Pujals, que cotizó entre 1999 y 2007, hasta que fue excluida por Ballvé y Permira.

Aunque poco tiene que ver Telepizza con la empresa que creó Pujals. Sus establecimientos han pasado de 876 a los 1.311 de la actualidad, repartidos en 15 países, mientras que su cuenta de resultados logró superar, en 2014, ocho años de pérdidas consecutivas, aunque el pasado ejercicio registró un resultado negativo de 1,1 millones.

La compañía ha captado 118 millones a través de una ampliación de capital para reducir su deuda; además, ha capitalizado deuda por 104 millones y ha colocado 55,7 millones de acciones de sus actuales accionistas por unos 432 millones de euros. Telepizza no ofrecerá dividendos a sus nuevos socios, una retribución que descarta a corto y medio plazo y que justifica por su apuesta por crecer con “oportunidades selectivas” que le permitan consolidarse en el mercado de las pizzerías.

La filial de CIE Automotive ha optado también por la máxima precaución. Dominion, dedicada a las tecnologías de la información, llegó ayer con los deberes hechos tras un road show que la ha llevado a la City londinense.

La empresa dirigida por Mikel Barandiarán, su consejero delegado, emitirá 54,7 millones de acciones nuevas a 2,74 euros cada una. Se queda, al igual que Telepizza, en la parte baja de la banda, que inicialmente iba de los 2,6 a los 3,2 euros por título, con una valoración de entre 433 y 500 millones de euros. El precio final le concede una valoración de 450 millones, al nivel de Miquel y Costas, en el puesto número 70 del ranking por valor de la Bolsa española.

El capital que cotizará libremente en el parqué de la filial de CIE Automotive será del 33,3%, aunque este porcentaje aumentará si finalmente se ejecuta la opción de sobreadjudicación del 15% que se guardan las entidades coordinadores de la operación: JB Capital y Société Générale. Fuentes conocedoras de la marcha de la colocación explican que también en este caso los inversores cualificados han exigido un precio atractivo para participar en la salida a Bolsa.

En el periodo de prospección de la demanda, la filial de CIE Automotive había concentrado la mayor parte de la demanda en el precio medio de la banda, en torno a 2,9 euros por acción. Fuentes conocedoras del proceso aseguraron la semana pasada que la tarea de Dominion y sus bancos colocadores consistía en explicar el modelo de negocio de la compañía a los inversores, más complicado que el de Telepizza y Parques Reunidos. Dominion, que ofrece soluciones hospitalarias, farmacéuticas, de servicios de instalación, mantenimiento y reparación de componentes industriales, prevé elevar sus ventas a medio plazo hasta los 1.000 millones de euros. También abre la puerta a entregar como dividendo un tercio del beneficio, aunque tampoco a corto plazo. Su matriz, CIE, cerró ayer a 15,805 euros por acción, cerca del máximo histórico de 15,98 que marcó el día 14 de este mes.

Los inversores institucionales han apostado un total de 700 millones de euros entre ambas compañías, se estrenarán en Bolsa mañana y se convertirán en las primera en debutar este año en el parqué español. El último estreno fue el de Euskaltel, que llegó al parqué en julio de 2015. Unas operaciones que ponen fin a la sequía de colocaciones y que serán acompañadas solo dos días después por Parques Reunidos, que mañana fijará el precio para su estreno.

Parques Reunidos será la última en llegar y se espera que se convierta en el mayor estreno desde el de Aena. Los bancos coordinadores, Deutsche Bank y Morgan Stanley, han marcado en los 1.500 millones su valoración máxima. En este caso, los actuales accionistas –la firma de capital riesgo Arle controla un 82%– también aprovecharán para reducir su peso y reducir su endeudamiento.

Su principal aliciente es su política de dividendos. Será la única de las tres que retribuya al accionista y prevé hacerlo ya en 2017, con cargo a las cuentas de este año. En concreto, y siempre que su endeudamiento se lo permita, repartirá hasta un 30% de su beneficio.

Con la llegada de la empresa de parques temáticos y de ocio, se produce el retorno a la Bolsa de dos empresas: Telepizza y Parques Reunidos. La primera llegó a revalorizarse un 730% en sus dos primeros años en el parqué y se convirtió en uno de los mayores exponentes de la burbuja bursátil. La segunda ha dejado en el recuerdo a Clarisa, la elefante que se convirtió en el verdadero protagonista del 27 de mayo de 1999 y que colapsó la Plaza de la Lealtad de Madrid. Una historia que la compañía no quiere repetir.

En el caso de las tres empresas, el secreto de su andadura en Bolsa no estará en la masa, sino en la evolución de sus negocios y en cómo sean capaces de conectar con los inversores. Tras esta primera oleada de estrenos, el mercado estará atento a otras empresas, como Telxius, la filial de torres de telefonía de Telefónica, valorada en más de 5.000 millones, y Aernnova, por entre 1.000 y 1.400 millones y que está controlada por su equipo directivo y la firma de capital riesgo Springwater.

Los pequeños vuelven a quedar fuera

El último estreno bursátil que contó con un tramo para inversores minoristas fue el de Aena, en febrero de 2015. Solo se destinó a los pequeños inversores el 5% de los títulos ofertados, un porcentaje muy lejano al 80% que llegó a tener Endesa en su privatización, allá por 1998.

La oferta pública de venta de Aena es considerada como la última OPV real, puesto que desde entonces los estrenos bursátiles solo han estado destinados a los inversores cualificados y han excluido a los minoritarios. Bien es cierto que todas estas colocaciones cumplen las recomendaciones realizadas por Elvira Rodríguez. La presidenta de la CNMV ha reiterado, tras lo sucedido con Bankia, que prefiere que los minoritarios se incorporen al accionariado de las empresas una vez se produzca el estreno.

Lo cierto es que las colocaciones realizadas entre inversores institucionales resultan más baratas. Así en el caso de Aena la comisión por vender en sucursal bancaria a minoristas fue del 1%, frente al 0,19% del tramo institucional.

Lejos ya los años de las grandes privatizaciones de Endesa, Telefónica, Argentaria, Tabacalera, Repsol o Aceralia, impulsadas por los Gobiernos de Felipe González y José María Aznar, que marcaron el capitalismo popular, el peso de las familias españolas en el accionariado de las empresas se ha reducido. Así, si en 1999 controlaban el 35,1% del capital de las cotizadas españolas, ahora su cuota es del 26,1%.

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