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Persisten las incertidumbres y la volatilidad en los mercados

Cuatro desafíos para el Ibex 35 en el segundo trimestre

En la imagen de ayer, la Bolsa de Madrid.
En la imagen de ayer, la Bolsa de Madrid.EFE

Abril arranca cargado de volatilidad en el Ibex 35. Así como las incertidumbres han pesado como una losa durante los tres primeros meses del año, en los que el selectivo español se ha movido entre los 9.300 puntos y los mínimos de 7.700 registrados en febrero, los mercados continúan en un mar de dudas y los inversores se muestran cautelosos, de manera que se alarga la sombra de la corrección y el Ibex 35 cede en lo que va de mes más de un 3,5%, situándose en el nivel de los 8.400 enteros.

Ni el arsenal desplegado por el Banco Central Europeo (BCE) en marzo ha sido capaz de recomponer la renta variable, que durante el segundo trimestre afronta nuevos desafíos. “Encaramos este segundo trimestre de 2016 con las mismas circunstancias de incertidumbre que arrastrábamos a finales del año pasado y comienzos del presente”, sostiene Jorge López, analista de XTB.

Persisten las dudas sobre la recuperación económica. Hoy mismo la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha subrayado que no hay crisis y la recuperación continúa, aunque esta es demasiado frágil y los riesgos se han incrementado.

Los indicadores económicos que se publican suelen dar una de cal y otra de arena, lo que provoca desconfianza entre los inversores y bandazos en las cotizaciones. “Después de los buenos datos de empleo en EE UU del viernes, las Bolsas podrían darse un baño de ganancias en estas primeras jornadas de la semana, aunque habrá que estar pendientes del dato de precios de producción de la eurozona y de los pedidos de fábrica en EE UU”, señala Ramón Morell, de ETX Capital.

Más a medio plazo hay discrepancias entre los expertos. Para Jorge López, “los datos macroeconómicos no son lo suficientemente buenos como para llegar a pensar en un crecimiento económico sólido, que en términos globales nos devolvería la confianza para la búsqueda de nuevos máximos”. Apunta que “las últimas actuaciones de los bancos centrales no han surtido el efecto deseado, aunque sí han generado un punto de optimismo que era necesario para abandonar los últimos mínimos que marcamos en el mes de febrero”.

Desde Renta 4 insisten, sin embargo, en ser positivos en renta variable porque “los últimos datos macroeconómicos han constatado que el ciclo económico global no está tan mal, la Fed se tomará con calma las subidas de tipos y continúa el apoyo de los bancos centrales”. En esta línea, en Unicorp Patrimonio sostienen que “si en este mes de abril los datos micro y macro confirman un buen trimestre, podemos continuar con las subidas”.

El precio del petróleo da ciertos síntomas de estabilización, pero su evolución sigue influyendo en las Bolsas. En las últimas semanas el crudo se recuperó hasta superar la barrera de los 40 dólares el barril, aunque ha retomado los descensos y corrige hasta niveles de 37 dólares. Los inversores estarán especialmente atentos a la cumbre de la OPEP en Doha el próximo 17 de abril, donde se abordarán posibles medidas que ayuden a paliar el desplome que ha sufrido el oro negro en lo que va de año.

Esta reunión, sin embargo, no augura buenas noticias, toda vez que el pacto para congelar los niveles de producción de petróleo se aleja cada vez más con la nueva negativa de Arabia Saudí, que solo se sumará al acuerdo si Irán hace otro tanto. “Si la reunión se salda sin acuerdo, podemos ver al crudo testar de nuevo la zona de los 30 dólares”, señala Félix González director general de la EAFI Capitalia Familiar.

El mercado español se enfrenta además a la prolongada incertidumbre por la falta de un gobierno más de 100 días después de las elecciones del pasado 20 de diciembre. Se empieza a agotar el tiempo para las negociaciones entre los partidos políticos y para llegar a un posible acuerdo. La fecha límite es el 2 de mayo. Si para entonces no hay Gobierno, habrá elecciones el 26 de junio. “La pérdida de tiempo en el terreno político comienza a ser un tema inquietante”, señala José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, que añade que “la conjunción de inercia económica y buenas condiciones financieras sin duda ayudan a corto plazo a matizar el riesgo de una prolongada parálisis política. Pero, no confundamos matizar con contrarrestar sus efectos negativos en las perspectivas a plazo de los agentes económicos”.

Se acerca una decisión decisiva para el futuro del Reino Unido y su permanencia en la Unión Europea. El referéndum sobre el Brexit se celebrará el 23 de junio. Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, considera que “se librará la batalla de entrada o salida de la UE” con dos bandos bastante igualados, lo que significa “un gran reto no solo para Reino Unido sino también para Europa”. En su opinión, “si Reino Unido vota no, veremos un derrumbe de la Unión Europea y sería negativo también para el euro”.

Los expertos afirman que se han incrementado los riesgos financieros en torno a la consulta y David Page, estratega del equipo de Research de AXA IM, asegura que “queda por ver si los recientes acontecimientos trágicos en Bélgica tendrán un impacto en las urnas”. Según un estudio de AFI Escuela de Finanzas, el Brexit dañaría el comercio con España y la rentabilidad de inversiones, y elevaría costes regulatorios.

En cualquier caso, los pronósticos por los que se guían los grandes fondos de inversión apuntan a una abultada victoria a favor de permanecer en la UE. Según Betfair, la probabilidad de que Reino Unido permanezca en la Unión se sitúa en el 70%, frente a un 30% de probabilidades de que el brexit se materialice.

Los expertos se fían más de las casas de apuestas que de los de las compañías especializadas por su “precisión histórica”, según Luke Newman, cogestor del fondo de retorno absoluto de Henderson.

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