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Turismo en Extremadura

En tierra de aventureros y conquistadores

La Ruta de los Descubridores recorre el origen de muchos de los hombres que partieron para América.

El teatro romano de Mérida.
El teatro romano de Mérida.Marce Redondo (Cinco Días)

Fueron muchos los que se lanzaron a la gran aventura, aunque solo algunos han trascendido al paso de la historia. Extremadura es la cuna de Francisco Pizarro, Vasco Núñez de Balboa, Hernán Cortés, Inés de Suárez, Pedro de Valdivia...

La Ruta de los Descubridores atraviesa Extremadura para mostrarnos ciudades con un intenso bagaje histórico y paisajes excepcionales. Si partimos desde el norte, siguiendo el rastro que dejaron estos aventureros, la primera parada es Plasencia. La ciudad hace honor a la etimología de su nombre: ut placeat Deo et hominibus (para que plazca a Dios y a los hombres), el lema que luce el blasón que concedió a la urbe el rey Alfonso VIII en el siglo XII.

Al abrigo de la sierra de Gredos, es una de las pocas que puede presumir de tener dos catedrales: la antigua, construida sobre un templo románico levantado entre los siglos XII y XV, y la nueva, de principios del siglo XVI, que nunca se acabó.

La doble catedral de Plasencia.
La doble catedral de Plasencia.Marce Redondo (Cinco Días)

En esta ciudad nació en 1507 Inés de Suárez, una excepción en la historia de la conquista. Con apenas 30 años, llegó a América en busca de su esposo, pero este había muerto en la batalla de las Salinas.

Como viuda de un soldado español, recibió una pequeña extensión de tierra en Cuzco, donde se instaló. Algún tiempo después conocería a Pedro de Valdivia, maestro de campo de Pizarro y conquistador de Chile. Surgió un romance entre ellos. Fundaron Santiago de Nueva Extremadura, la actual Santiago de Chile.

A solo 80 kilómetros hacia el sur, tomando la carretera EX-208, alcanzamos Trujillo, que alberga un importante conjunto de iglesias, castillos y casonas solariegas que se estructuran en torno a su Plaza Mayor. Pero, además, en esta ciudad nacieron el conquistador de Perú, Francisco Pizarro (su estatua ecuestre domina la plaza), y Francisco de Orellana, descubridor del Amazonas.

La siguiente parada es Cáceres, donde es un placer pasear por uno de los centros históricos mejor conservados de Europa y quizá imaginar cómo era en la época en que el militar Francisco de Godoy Aldana partió rumbo a América para acompañar a Pizarro en la conquista de Perú para, finalmente, ser nombrado alcalde de Lima en 1536.

A poco más de 60 kilómetros, la ruta nos lleva a Villanueva de la Serena, que no tiene atractivo turístico pero es la cuna de Pedro de Valdivia, descubridor de Chile y, como se ha citado, amante de Inés de Suárez y cofundador de Santiago de Nueva Extremadura.

Medellín vista desde el teatro romano.
Medellín vista desde el teatro romano.Marce Redondo (Cinco Días)

Además, a 12 kilómetros se encuentra Medellín, la villa que vio nacer a Hernán Cortés, el conquistador del imperio azteca. Su teatro, oculto durante casi 20 siglos en las laderas del castillo de Medellín, es la última incorporación al patrimonio romano de Extremadura. La vista desde el teatro es espléndida.

A 40 kilómetros hacia el oeste, por la autovía A-5, se alcanza Mérida, Patrimonio de la Humanidad y tierra de otro explorador, Juan Rodríguez Suárez, el fundador del primer asentamiento en Venezuela, al que llamó Mérida. Este lugar atesora un conjunto monumental romano extraordinario, sin duda, uno de los mejores de España.

El recorrido finaliza en Jerez de los Caballeros, origen del descubridor del océano Pacífico, Vasco Núñez de Balboa, y de Hernando de Soto, que alcanzó Florida y exploró el Río Misisipi. El viajero tendrá la oportunidad de conocer una magnífica urbe salpicada de historia y edificios monumentales. Por ella pasaron fenicios, romanos, árabes y cristianos y los caballeros templarios, que dejaron una perceptible huella en la ciudad.

Plaza Mayor de Cáceres.
Plaza Mayor de Cáceres.Marce Redondo (Cinco Días)

Guía para el viajero

Qué ver. Los monumentos romanos de Mérida merecen una parada: el teatro y el anfiteatro; el Museo Nacional de Arte Romano, el espléndido edificio diseñado por Rafael Moneo; el arco de Trajano, una monumental puerta de acceso al foro provincial; el puente sobre el río Guadiana, uno de los más grandes de la antigüedad; el acueducto de los Milagros, de 792 metros, construido para abastecer con el agua del embalse de Proserpina a Emérita Augusta (Mérida).

Dónde alojarse. Una buena elección son los paradores: un antiguo convento del siglo XV, el de Santo Domingo, alberga el de Plasencia; otro convento del siglo XVIII, construido sobre los restos de un templo romano, el de Mérida; y un palacio renacentista, el de Cáceres.

Delicias de la dehesa. A nadie sorprende que el jamón sea una de las razones de peso para poner rumbo a Extremadura. En cualquiera de las paradas de la Ruta de los Descubridores, el jamón, la mayor delicatessen extremeña, tiene protagonismo. Pero es en las comarcas del sur de Badajoz donde alcanza cotas máximas. Estos pueblos forman parte de la ruta en la que el jamón comparte protagonismo con la naturaleza, la dehesa.

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