El blanqueo sigue al acecho de la lotería de Navidad
Los técnicos de Hacienda advierten de los riesgos de vender los boletos premiados a desconocidos ya que el agraciado también puede meterse en problemas.
“Juego peligroso” es la expresión que emplean los técnicos del Ministerio de Hacienda para referirse a la reventa de décimos premiados de la lotería de Navidad a personas o intermediarios con interés de blanquear dinero negro. Desde Gestha, la organización que agrupa a estos profesionales, recordaban recientemente en un comunicado que los agraciados que entren en dicho juego no podrán acreditar ante Hacienda el origen de estos fondos, de forma que la operación terminará siendo perjudicial para ellos, ya que esta puede acabar con una inspección que exija, entre la deuda y la sanción, más de la mitad del importe ganado.
Sin embargo, los técnicos consideran que el impuesto del 20% a los grandes premios de la lotería de Navidad que lleva en funcionamiento desde 2013 tiene un efecto positivo en este sentido, ya que el blanqueo se complica al detectarse mejor el cobro repetitivo de premios. Pese a todo, Gestha recuerda que el tributo no acaba con esta práctica, pues los defraudadores “pueden tratar de lavar importantes cantidades de dinero negro acaparando varios décimos premiados en una localidad pagando un sobreprecio al importe neto del premio, es decir, descontado ya el 20% que se lleva Hacienda”.
- A vueltas con el impuesto de la lotería
Ese impuesto que los técnicos de Hacienda consideran que puede ser de utilidad en la lucha contra el blanqueo se creó con la intención de reducir el déficit del Estado y ha sido uno de los grandes protagonistas durante las últimas ediciones del sorteo extraordinario del 22 de diciembre. Se ideó en un principio para los años 2013 y 2014, pero en 2015 no se eliminará, siendo el tercero consecutivo en que se aplica para todos los sorteos de Loterías, Once y Cruz Roja. Sin embargo, el gravamen no ha alcanzado en ninguno de los ejercicios anteriores el objetivo de recaudación con el que nació, que se cifró en 824 millones de euros anuales.
En su primer año en vigor, Hacienda solo logró una recaudación devengada de 384 millones de euros (casi un 47% de esos 824 millones), mientras que en 2014 la cantidad ascendió a 562 millones (algo más del 68% del objetivo inicial). Las previsiones apuntan a que en este año 2015 la recaudación tampoco llegará a ese objetivo, pues entre enero y octubre se habían recaudado en caja 410,6 millones por este concepto, un 1,7% menos que en el mismo período del pasado año.
Sin embargo, desde Gestha aseguran que esto no tiene por qué ser una mala noticia para Hacienda, ya que cuanto mayores sean los premios no repartidos, más aumenta el beneficio de Selae, organismo que tributa de este modo más en concepto del Impuesto de Sociedades y paga un mayor dividendo al Estado por ser el accionista de la sociedad estatal, como ocurrió en 2013 respecto de 2014.
