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Mark Zuckerberg

El nuevo filántropo

Una caricatura del CEO de Facebook, Mark Zuckerberg.
Una caricatura del CEO de Facebook, Mark Zuckerberg.Hogue
Andrés Rodríguez

En 2010, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, fue elegido hombre del año por la revista Time y al año siguiente le siguió el nombramiento de hombre más influyente del nuevo establishment por la revista Vanity Fair. Sin embargo, ninguna de esas distinciones asegura un lugar en la historia comparable al que proporciona la filantropía. Esta semana, Zuckerberg ha anunciado su entrada en el selecto círculo de los grandes benefactores estadounidenses, uniéndose así a Bill Gates, fundador de Microsoft, o al inversor Warren Buffett. Un club que cuenta en sus anales con nombres históricos, como John D. Rockefeller, Paul Mellon y Andrew Carnegie.

Su nueva faceta como altruista llega unido a un giro de 180 grados en su vida. El creador de la red social más popular y su esposa, Priscilla Chan, se convirtieron el 24 de noviembre en los padres de una niña. El martes 1 de diciembre, motivado por el deseo de mejorar el mundo en el que vivirá su primogénita, Zuckerberg anunció que donará a lo largo de su vida el 99% de sus acciones de la empresa a labores filantrópicas. Su valor actual asciende a 45.000 millones de dólares (42.300 millones de euros, aproximadamente). El dinero se canalizará a través de una fundación con el nombre de Chan, cuya finalidad será “avanzar en el potencial de las personas y promover la igualdad del ser humano”.

Las principales áreas donde se centrará la nueva fundación serán “el aprendizaje personalizado, la cura de enfermedades, conectar a la gente y construir comunidades fuertes”, precisó Zuckerberg en el mensaje que colgó en su red social para anunciar la noticia. El texto incide en la necesidad de pensar en la siguiente generación, la de Max Chan Zuckerberg. “Tenemos que pensar en inversiones para los próximos 25, 50 y 100 años. Los grandes retos piden horizontes largos, escribe su padre.

El creador de Facebook no cambiará, eso sí, su papel en la compañía. La empresa recalcó en un comunicado que seguirá siendo el presidente y consejero delegado “por muchos, muchos años”. De ese modo ha anunciado que se tomará dos meses de permiso por paternidad. Aún no se sabe quién tomará las riendas en Facebook, pero es difícil imaginar que vaya a estar totalmente fuera de su alcance. Desde hace mucho tiempo los ejecutivos de Facebook, Sheryl Sandberg y Chris Cox han sido escoltas clave de Zuckerberg, por lo que lo más probable es que ellos cuiden la fortaleza en el ínterin.

El creador de la red social ha querido dejar claro, además, que su decisión no afectará a Facebook: “No queremos que afecte a los inversores, que tenga un impacto negativo. En los próximos tres años no sacaremos más de 1.000 millones de dólares anuales, hasta llegar a los aproximados 45.000 millones de dólares poco a poco”.

Ese mensaje de tranquilidad viene acompañado de los resultados económicos correspondientes al tercer trimestre fiscal. Los inversores no tendrán de qué preocuparse, ya que los números han batido las previsiones realizadas por los analistas. En total, la red social ha obtenido una facturación de 4.500 millones de dólares, 1.300 millones de dólares más que en el mismo trimestre del año anterior y ha aumentado sus beneficios un 11% en el tercer trimestre, frente al mismo periodo de 2014, hasta los 896 millones de dólares (824 millones de euros), pese a sus fuertes inversiones en áreas como inteligencia artificial y realidad virtual.“Hemos tenido un buen trimestre. Continuamos centrando nuestros esfuerzos en la innovación y en la inversión a largo plazo para servir a nuestra comunidad y conectar al mundo entero”, ha señalado el CEO de Facebook.

Mark Zuckerberg (1984) es originario de White Plains, Nueva York, Estados Unidos. En el 2002 entró en la Universidad de Harvard, en Cambridge, Massachusetts, y dos años después, con 19 años de edad, lanzó junto a sus compañeros de habitación dicha red social, que en un principio fue llamada The Facebook. A los 12 años creó un programa de mensajería que llamó Zucknet, el cual avisaba a su padre, que es dentista, si tenía pacientes en espera.

Zuckerberg dejó sus estudios en 2004 para dedicarse de lleno a Facebook, y ya instalados en Palo Alto, la red social ya contaba con un millón de usuarios. Facebook, de acuerdo con datos de julio de este año, tiene 1.650 millones de usuarios activos. Zuckerberg, como parte de su plan de expansión y para evitar la fuga de tráfico y usuarios de su red social, compró Instagram por 1.000 millones de dólares en 2012 y Whatsapp en 2014 por 21.800 millones de dólares.

Su filosofía es “mantener el equipo tan pequeño como sea posible”. Google cuenta con más de 50.000 empleados y Microsoft da trabajo de forma directa a 127.000 personas. “Más de mil millones de perfiles alrededor del mundo tienen una cuenta de Facebook, pero nuestro equipo tiene menos de 10.000 empleados. Eso es solo posible gracias a la tecnología moderna”, afirmó el CEO de Facebook en una conferencia del sector.

Siempre ha sido un hombre que ha intentado llevar su vida personal con la mayor discreción posible, aunque en los últimos años, se ha mostrado mucho más abierto y relajado. Es fanático del béisbol y su equipo son los Yankees. Le gusta la música de Beyoncé, Rihanna y The All American Rejects. Es daltónico al color rojo y al verde; el tono que ve mejor es el azul, por lo que predomina en el esquema de tonalidades de Facebook. Es vegetariano y una vez dijo que solo comería carne si él mismo hubiera matado al animal.

Posee un perro puli húngaro, llamado Beast, que cuenta con más de 1.8 millones de fans en la red social de su dueño. De ascendencia judía, pero ateo declarado, Zuckerberg viste camiseta gris todos los días para no tener que pensar qué ponerse. Aun cuando se piensa que es tacaño, su círculo cercano niega esto. Sus más íntimos y algunos trabajadores de su plantilla le llaman “Zuck”. Lo consideran inteligente invirtiendo su dinero y que también sabe darse gustos personales, un claro ejemplo es el terreno que compró recientemente en Hawaii por 100 millones de dólares.

Hacer amistades nunca ha sido una de sus virtudes. Sus amigos, los reales de carne y hueso, le ven como “un robot” que ha sido “sobreprogramado”, publicó The New Yorker en 2010. “Puede tener un matiz condescendiente [Zuckerberg], como si él siempre supiese algo que tú no. Pero cara a cara, a medida que se siente más cómodo con las personas, puede resultar agradable”. “Zuck” –considerado extravagante y reservado–, confiesa que actúa de la misma forma en público sobre el escenario que con sus amigos: “Soy la misma persona torpe”, dijo en una de sus presentaciones.

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Sobre la firma

Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México

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