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El número de vehículos y su patrimonio marca récords

Podemos y Ciudadanos cargan contra las Sicav, que están en máximos históricos

Son una de las armas electores más poderosas, y los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, las consideran instrumentos para que los altos patrimonios reduzcan su factura fiscal con artimañas poco ortodoxas. La recuperación de la Sicav no es ninguna quimera, es un hecho. Nunca ha habido tantas ni con tanto dinero, según las estadísticas de Inverco, la asociación española de fondos de inversión.

El número de Sicav a cierre de septiembre alcanzaba las 3.381 con un patrimonio de 33.663 millones. Los fondos de inversión, en cambio, cerraron el mes pasado con 218.000 millones de euros, cada vez más cerca pero aún a una distancia considerable del récord de más de 240.000 millones que llegaron a atesorar en sus años de vino y rosas entre 2006 y 2007.

El gran declive de las Sicav se produjo en 2012, cuando su número cayó de las 3.000. Una buena parte de los grandes inversores decidió salir de los vehículos, porque necesitaban el dinero contante y sonante –entre ellos grandes señores del ladrillo– o porque cambiaron de estrategia, como Amancio Ortega, el mayor accionista de Inditex, que decidió clausurar la suyas ese año para invertir en el sector inmobiliario.

Amnistía fiscal

La recuperación ha sido más rápida que la de los fondos de inversión por varios motivos. Primero, por la amnistía fiscal del Gobierno de 2012, que regularizó unos 40.000 millones de euros (para unos 31.500 contribuyentes) y que desde entonces no tienen ningún incentivo para permanecer fuera de España, donde las comisiones de gestión son notablemente más altas.

Podemos aboga por abolir estas sociedades; Ciudadanos, por abrir inspecciones fiscales

Segundo motivo, por la evolución de los mercados de renta variable –pese a los altibajos que sufren las Bolsas en los dos últimos meses–, que ha animado a los inversores a sacudirse los miedos y a apostar por activos diferentes a los depósitos bancarios, que ofrecen rentabilidades bajo mínimos. El tipo de interés medio de los nuevos plazos fijos hasta un año repite mínimo histórico en el 0,38%, a años luz del 3% que pagaban de media a finales de 2012.

El domingo en La Sexta, los dos líderes de los partidos emergentes en España y que, según las encuestas, jugarán un papel relevante en el Parlamento y probablemente en la construcción del Gobierno que salga de las urnas del 20 de diciembre fueron extremadamente críticos con las Sicav. Éstas cuentan con las ventajas de los fondos de inversión a la hora de tributar, pues pagan solo un 1% de sus beneficios en el impuesto de Sociedades. Eso sí, los accionistas deberán tributar por el total de las plusvalías una vez que vendan sus participaciones, igual que en los fondos.

Como instituciones de inversión colectiva requieren contar con al menos 100 partícipes y un patrimonio mínimo de 2,4 millones. Las críticas se centran en que la mayor parte de esos inversores son de paja y que en la realidad son vehículos controlados por uno o dos grandes partícipes o, como mucho, una o varias familias. Así, disponen su patrimonio con la misma libertad que las personas físicas, pues ellos deciden a la hora de la verdad la política de inversión, pero se ahorran tener que tributar cada vez que mueven la cartera.

Pablo Iglesias, líder de Podemos, abogó por acabar con todas las Sicav: “Son un dispositivo para que los ricos no paguen impuestos”, sentenció. Albert Rivera no hizo una enmienda a la totalidad, pero sí afirmó que la mayor parte de las veces son ilegítimas y que deberían someterse a una revisión exhaustiva. “Metería inspecciones fiscales a todas esas Sicav para detectar los casos que sean verdad, que creo que son la minoría según los inspectores de Hacienda; todas las demás tributarían lo que les tocaría. Tampoco es verdad que así la riqueza huiría del país, porque mucha de esa gente va a seguir teniendo su patrimonio en España”, sentenció Rivera.

La aministía fiscal
ha traído a España
dinero de grandes patrimonios

El sector en España, pese a este discurso crítico de dos de los grandes actores políticos del futuro, sigue viento en popa, con un crecimiento en el patrimonio del 42% y de más del 13% en su cantidad desde los mínimos.

Las entidades más activas en la constitución de Sicav –con datos a septiembre es el segundo mejor año de los últimos 10, solo por detrás de 2014, cuando por estas fechas se habían creado 197 vehículos– aseguran que no están preocupadas por el futuro. Advierten además que la movilidad del dinero es máxima en este momento y que no hay nada más fácil que mover la sede de una Sicav. Si hay problemas en España, siempre es posible hacer un mudanza con el mínimo esfuerzo a Dublín o Luxemburgo.

Postura de la industria

Desde Inverco, su directora general, Elisa Ricón, defiende que el 1% que tributan las Sicav en el Impuesto de Sociedades es adicional, puesto que cada inversor habrá de pagar después sus propios impuestos en el IRPF, exactamente igual que en un fondo de inversión. La directora general de Inverco añade que el carácter colectivo de los fondos y las Sicav no está en el número mínimo de inversores, sino en su carácter abierto. Es decir, que puedan entrar y salir.

Desde Bankinter afirman que “las Sicavs siguen siendo un vehículo de inversión muy adecuado para determinados clientes de altos patrimonios y continúan teniendo una buena aceptación entre este colectivo”. “El feedback que tenemos de los clientes sigue siendo de absoluta normalidad y sin ningún cambio apreciable en su percepción del producto con respecto a meses anteriores”, añaden. Bankinter se ha alzando en los últimos tiempos con el segundo puesto en el ranking por Sicav gestionadas. Cerraron el mes pasado con un total de 447 , frente a las 410 con las que acabaron junio. Tenemos una cuota de mercado en España de este producto que se sitúa en el 13,4% por número de sociedades”, añaden. La primera gestora continúa siendo Santander Private Banking, con 514.

Los técnicos de Hacienda avisan de que más del 80%, en riesgo de incumplir

Ante las nuevas advertencias de Ciudadanos y Podemos a la figura de las sociedades de inversión de capital variable (Sicav) y su fiscalidad a dos meses de la celebración de las elecciones generales, desde el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) destacan que más del 80% de estos vehículos de inversión colectiva son sospechosos de ser utilizados en abuso de la norma. José María Mollinedo, secretario general de Gestha, afirma que más de 2.500 Sicav [los últimos datos de Inverco revelan que existen 3.381] “están en riesgo de ser utilizadas de forma privada y no colectiva”. Las Sicav son inversiones de institución colectiva que deben tener un patrimonio mínimo de 2,4 millones de euros y al menos 100 accionistas, que pueden llegar a 500 para obtener ciertas ventajas fiscales. Tienen como gran ventaja su tributación, dado que al igual que los fondos de pensiones pagan solo un 1% en el Impuesto de Sociedades. Las Sicav están reguladas por la CNMV, que se encarga del registro de instituciones de inversión colectivas y de ver si cumplen los requisitos.

Tanto el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, como el de Podemos, Pablo Iglesias, han instado a revisarlas para evitar los vehículos que utilizan a inversores testaferros o mariachis, que figuran en ellas para cumplir los requisitos de la normativa vigente.

Desde Gestha abogan, por su parte, por limitar los requisitos de estos vehículos y restringir el porcentaje del capital que puede tener como máximo cada uno de los inversores hasta el 3%. “Sería una herramienta mejor que elevar su tributación”, afirma Mollinedo, que pone como ejemplo que el incremento impositivo a este vehículo en el País Vasco supuso una salida de capitales a Madrid. Una medida que según Mollinedo “sería decisiva para acabar con el abuso de este vehículo”. En 2013 las Sicav obtuvieron el respaldo judicial frente a Hacienda gracias a una resolución del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) que refrendó su tributación del 1% de las plusvalías en el Impuesto de Sociedades, frente al 35% que pedía la Agencia Tributaria a una Sicav que estaba controlada en un 99% por un único accionista y el capital restante estaba en manos de minoritarios. La Agencia Tributaria levantó una inspección por elevada concentración del capital pero se acabó anulando esta acta –y otras tantas más– de inspección y dando la razón al vehículo de inversión.

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