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La recomendación reduce al 25% el pago en efectivo para algunas entidades

El BCE limita el dividendo en cash para los bancos con menos capital

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde. EFE/Archivo
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde. EFE/ArchivoEFE

El BCE ha comunicado que deben mantener el límite del pago del dividendo en efectivo del 25% aquellos bancos con niveles de capital menos holgados o con unos beneficios con crecimientos ajustados, explican fuentes financieras. Los bancos con unos ratios de capital y ganancias más altos podrán sortear este límite, tal como anunció el BCE a principios de año. El Banco de España limitó a todo el sector este pago en 2013 y 2014.

El BCE ya comunicó a finales de septiembre a los 130 bancos europeos sus mínimos de capital, que en el caso de las entidades consideradas sistémicas (Santander y BBVA) se elevan algo más de un punto porcentual, según fuentes del mercado, al entenderse que la quiebra de alguno de ellos haría peligrar el sistema económico global.

Las entidades financieras españolas, en general, están bien posicionadas para afrontar los requerimientos de capital que les exige el supervisor europeo para abordar el próximo ejercicio 2016. Y eso pese que los requerimientos se han elevado del 8% de media del presente ejercicio al 10% de media.

Los bancos llevan ya desde julio manteniendo reuniones con el supervisor europeo para explicarle y aclararle sus planes de negocio, niveles de riesgo estimados, morosidad, coberturas, rentabilidades previstas, y su política de dividendos. Todo se suma a los requerimientos mínimos de capital que les ha exigido el BCE y que ya han recibido, aunque con datos provisionales. Esta previsto que sea a finales de octubre cuando los bancos envien al supervisor todas sus alegaciones a los requerimientos que les ha ido haciendo el BCE. Y será a finales de año cuando se les informe en un documento redactado y ya sin posibilidad de negociación todas las observaciones del BCE, incluida la política de dividendos.

Los requerimientos de capital se refieren al capital medido sobre activos ponderados por riesgo, el conocido en el sector como ratio de capital ordinario CET1 phase in. El BCE ha comunicado también a prácticamente todos los bancos, aunque también de forma provisional, en que grupo de supervisión estarán el próximo año, de los cuatro previstos (a menor riesgo menor número, así en el grupo uno se situarán las entidades sin riesgo apreciable, en el dos los que tienen riesgo muy bajo, mientras que en el cuatro estarán los que mayor riesgo presenta su negocio).

Prácticamente todas las entidades españolas y europeas han sido incluidos en el tercer grupo (nivel medio bajo), aunque dentro de este hay varios subgrupos. El BCE, a través de técnicos del Banco de España, también ha comunicado a una gran parte de las instituciones que pueden establecer la política de dividendos que consideren oportuna si cumplen holgadamente sus ratios de capital actual y futuros, y tienen previsto un significativo aumento de sus beneficios.Eso sí, siempre de forma conservadora.

Este es el primer año que los bancos españoles pueden ampliar el pago en efectivo por encima del 25%, ya que durante 2013 y 2014 el organismo que encabeza Luis María Linde lo limitó. Pero para evitar este límite, las entidades deben haber pasado por el filtro del BCE. El Banco de España, de hecho, ha comenzado a recomendar (de incumplirse se convertirá en obligación) a algunas entidades con niveles más ajustados de capital y de beneficios, que mantengan el límite del pago en efectivo de sus dividendos al 25% de sus ganancias. Otra cosa es que puedan remunerar al inversor con acciones.

En los últimos años el sector había preferido pagar a sus inversores con acciones, aunque les ofrecían la posibilidad de elegir a través de lo que se conoce como scrip dividend, fórmula por la cual el accionista decidía si prefería el abono en cash o en acciones.

La mayoría de los inversores optaban al final por el pago en títulos del banco en cuestión. Con esta fórmula las entidades lograron durante los años de la crisis fortalecer su solvencia, al recurrir a ampliaciones de capital para abonar a sus accionistas. Durante los dos últimos años, sin embargo, los bancos tuvieron que someterse a esta medida al tener reducida la remuneración en efectivo.

Ahora la política de estas entidades es recortar el pago en acciones para impulsar el abono en cash, salvo aquellas a las que el BCE se lo haya limitado. El pay-out o porcentaje del beneficio que se destina al pago de dividendo en ningún caso pasará del 50%.

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