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Columna
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La bolsa de Hong Kong no cambia

El regulador de Hong Kong ha defendido los principios del mercado local. Al rechazar un plan de la bolsa de valores para debilitar la norma una acción, un voto, la Comisión de Valores y Futuros (CVF) ha actuado por el bien a largo plazo del centro financiero. Aunque algunas empresas podrían seguir a Alibaba y decidirse por otros lugares, los inversores públicos deberían beneficiarse.

El veredicto, acordado por unanimidad en su junta directiva, termina con un debate de dos años que siguió al rechazo del gigante de la oferta pública de venta del grupo chino de comercio electrónico. La semana pasada, responsables de la bolsa propusieron permitir a los ejecutivos que mantengan el control de votación tras una OPV, siempre que la empresa cumpla con ciertos criterios, salir a bolsa por primera vez y superar un cierto tamaño.

La CVF acabó de forma aplastante con estas advertencias, señalando que implicaba juicios subjetivos, que las empresas más grandes no implican menos riesgos, y que los grupos existentes podrían intentar encontrar formas de evitar las reglas.

Es raro que una controversia así salga a la luz. Sin embargo, también es bienvenido que ambas partes están dispuestas a dar a sus argumentos en una dimensión pública. Como empresa pública, la bolsa se beneficia de atraer a la mayor cantidad de OPV a Hong Kong. El papel del regulador es defender a los inversores.

A medida que los mercados de capitales de China se abren, el reto para Hong Kong será mantener su reputación como mercado financiero relativamente transparente y predecible. El regulador se ha enfrentado a muchas críticas válidas por no vigilar algunos abusos flagrantes de mercado con mayor eficacia. Pero al actuar como guardián de la democracia de los accionistas, el regulador tiene mostrar una disposición alentadora para defender los antiguos principios de Hong Kong.

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