_
_
_
_
_
Primer encuentro entre Cuba y EE UU 50 años después

Raúl Castro: “Ya era hora de que yo hablara aquí”

Fotografía cedida por Presidencia de Panamá del presidente de EE UU, Barack Obama saludando su homólogo cubano, Raúl Castro
Fotografía cedida por Presidencia de Panamá del presidente de EE UU, Barack Obama saludando su homólogo cubano, Raúl CastroEFE

La primera intervención del presidente de Cuba, Raúl Castro, en una Cumbre de las Américas, provocó una ovación en la sala donde se ha celebrado este sábado la reunión y copó la atención de centenares de periodistas en la sala de prensa instalada en el Centro de Convenciones Atlapa. “Ya era hora de que yo hablara aquí” en nombre de Cuba, dijo el mandatario cubano, quien el viernes protagonizó junto al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, un momento histórico cuando se estrecharon la mano en el marco de la inauguración de la VII Cumbre de las Américas.

El anuncio del gobernante anfitrión, Juan Carlos Varela, de la intervención de Castro, inmediatamente después de las palabras del presidente de Estados Unidos, arrancó un sonoro y largo aplauso de los jefes de Estado y delegaciones oficiales.

En la sala de prensa, los informadores se agolparon frente a la pantalla gigante para seguir atentamente el discurso del líder cubano, quien arrancó carcajadas de toda su audiencia cuando confesó que le supuso “un gran esfuerzo” limitar su histórico discurso a los 8 minutos establecidos por el protocolo. “Y como deben seis cumbres que excluyeron, 6 por 8: 48” minutos tocaría hablar, comentó, jocoso, el presidente de Cuba.

El mandatario cubano valoró positivamente los pasos de su homólogo estadounidense, Barack Obama, para sacar a la isla del listado de países patrocinadores del terrorismo. “Aprecio como un paso positivo su reciente declaración de que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar”, dijo Castro.

El presidente de Cuba reiteró a Obama la disposición de Cuba al “diálogo respetuoso y a la convivencia civilizada” con Estados Unidos “dentro de nuestras profundas diferencias”. Le eximió de la responsabilidad de la política desarrollada por los “10 presidentes” predecesores contra la isla caribeña y le calificóde “honesto”, pidiéndole disculpas expresamente por su emotividad en “defensa de la revolución”.

Expresó también su “apoyo de manera resuelta y real a la hermana república de Venezuela y al gobierno legítimo de Nicolás Maduro”. “Venezuela no es ni puede ser una amenaza para la seguridad nacional de una superpotencia como los Estados Unidos, y es positivo que el presidente norteamericano, Barack Obama, lo haya reconocido”, añadió Castro.

Por su parte, el presidente de EE UU, Barack Obama, sostuvo este que su país “no será prisionero del pasado” con Cuba ni con la región, al mostrarse convencido de que si continúa el diálogo bilateral entre su Gobierno y el de Raúl Castro habrá progresos pese a las “diferencias”. “Estados Unidos mira hacia el futuro”, subrayó Obama en su intervención en la primera sesión plenaria de la VII Cumbre de las Américas.

Obama calificó la Cumbre, en la que están presentes los 35 países americanos, de “momento histórico” y dijo que el acercamiento entre EE UU y Cuba marca un “punto de inflexión” para toda la región. Se trata de una reunión histórica, ya que será la primera en medio siglo entre los mandatarios de ambos países. El asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, aclaró que no se trata de un encuentro formal.

En la ceremonia de apertura de la cumbre, inaugurada anoche con la presencia de 34 jefes de Estado y de Gobierno del continente, Obama y Castro se saludaron y se estrecharon la mano, sin que ambos líderes mantuvieran una “conversación sustancial”, explicó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Bernadette Meehan.

El histórico momento entre Obama y Castro sucedió ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, cuando los dos presidentes “coincidieron” antes de entrar en el teatro Anayansi de la capital panameña, donde se desarrolló la ceremonia de apertura de la Cumbre de las Américas.

Cuba y EE UU, tras más de medio siglo de tensiones, tienen en la Cumbre de Panamá un escenario para avanzar en el proceso de acercamiento anunciado el 17 de diciembre pasado.

La cumbre fue inaugurada por el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, quien felicitó “el coraje y la voluntad de los jefes de Estado y de los Gobiernos que han dejado a un lado sus diferencias históricas en búsqueda de acercamientos que traerán mejores días para sus pueblos y nuestro continente”.

La cumbre concluye hoy con un informe del presidente de Panamá, en su calidad de anfitrión, ya que no habrá documento conjunto por la demanda de Venezuela de incluir una condena a las sanciones que le aplicó EE UU.

Otro de los centros de atención de esta cumbre lo protagoniza el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien dijo al llegar a la cumbre que “no es tiempo de imperialismos, de amenazas. Es tiempo de paz, de cooperación”.

Luego se dirigió al popular barrio de El Chorrillo, en la capital panameña, donde depositó una ofrenda floral en el Monumento a los Caídos de la invasión estadounidense del 20 de diciembre de 1989.

En el acto, Maduro aseguró que instará personalmente a Obama a que pida disculpas e indemnice a las víctimas de esa invasión, que a su juicio fue una “masacre”.

Más allá de la discusión política, en la primera jornada Obama, junto a los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; México, Enrique Peña Nieto; y Panamá, Juan Carlos Varela, participaron en la ceremonia de clausura del foro empresarial con un claro y firme llamamiento a aumentar las inversiones en tecnología.

En ese mismo foro, los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; de Guatemala, Otto Pérez Molina; y de Honduras, Juan Orlando Hernández, expusieron las ventajas y desafíos que representa la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte para el desarrollo de las Américas.

Más información

Archivado En

_
_