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Situación del mercado de petróleo

Cada vez que hay una crisis de un tipo de activo, aparecen riesgos y oportunidades. Si en 2008 los gestores tuvimos que analizar los balances de los bancos, por muy fuertes que supusiésemos que eran, o en el 2000 tuvimos que analizar los ingresos de las compañías tecnológicas y de las telecomunicaciones, en 2015 nos toca analizar la crisis del petróleo y sus repercusiones en las diferentes industrias ligadas al petróleo.

Una caída del 60% del petróleo hace rebajar las estimaciones de beneficios de las compañías que venden los productos ligados al petróleo. Éstos, a su vez, se ven obligados a recortar sus inversiones y recortar costes para mantener una rentabilidad de sus activos razonable, revisar las futuras inversiones de un nuevo escenario del precios, lo que conlleva a su vez que las industrias que dan servicio a las petroleras también se vean afectadas a través de menores proyectos y mayores presiones de precios y márgenes.

En este escenario, el sector más afectado son las compañías que dependen de la buena salud de las petroleras, ya que éstas son capaces de mantener un nivel mucho más bajo de inversiones y tienen capacidad para recortar costes de manera relevante. Las compañías de servicios petrolíferos se tienen que amoldar a unas menores tasas de inversión de las petroleras (menos proyectos, y a precios más ajustados), ya que los proyectos tienen que arrojar rentabilidades razonables con un escenario de ventas e ingresos sustancialmente menores por la caída del precio del crudo.

¿Pero, es razonable esperar que el petróleo se mantenga en precios entorno a los 40$ e incluso menores? Según Wood Mackenzie una parte relevante de los costes de extracción de petróleo en el norte de América pierden dinero por debajo de los 40$, por lo que habría cierre de plataformas en este área geográfica si el precio del petróleo se mantiene un tiempo más o menos prolongado por debajo de los 40$. De ser así, como la diferencia que existe entre el incremento de oferta y el incremento estructural de la demanda de petróleo en el mundo, tendería a volver a equilibrarse.

Tengamos en cuenta que la crisis del petróleo actual tiene varios motivos, pero son más los motivos de mayor oferta (shale oil), que de demanda (el mundo sigue consumiendo más petróleo que en años anteriores).

El gran desplome del petróleo vino precedido del inmovilismo de la OPEC a la hora de defender un precio del petróleo alto y centrarse en mantener su cuota de mercado. No es descartable que la OPEC vuelva a reunirse y recortar su producción si los precios siguen cayendo.

No es la primera vez que el petróleo sufre caídas superiores al 50%. 1995, 1998, o 2008 también fueron años en los que se vivieron caídas del petróleo de estos niveles. Una vez por motivos de demanda (recesión) y otros, como el caso actual, por motivos de oferta. Un rasgo característico de todas las crisis pasadas en el mercado de petróleo es que al final los precios se vuelven a recuperar a los niveles anteriores a la crisis, y que tardan en recuperarse una media de 17-20 meses en hacerlo. Tiene sentido, al fin y al cabo, el petróleo es un bien finito, por lo que la demanda de petróleo no cesa de crecer aunque en momentos puntuales, como el actual, se desequilibre la oferta y la demanda por sobre-oferta.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la OPEC ya no tiene una cuota de mercado tan alta como en las anteriores crisis, por lo que el equilibrio entre oferta y demanda será más pausado y natural, es decir, menores inversiones futuras de exploración y extracción harán que se tarde más tiempo en equilibrar la mayor oferta actual de petróleo al crecimiento futuro de la demanda y el consumo del petróleo.

En conclusión, los precios del petróleo tendrán una repercusión importante en toda la cadena de valor de la industria. Los precios del petróleo volverán a estar en el entorno de los 100$, pero el movimiento será lento, quizás años. Dentro de la industria, las compañías integradas son las que mayor capacidad tienen para defender sus cash flows, y esta defensa, en última instancia, provocará el menor crecimiento de la oferta que haga equilibrar nuevamente e incluso crear déficit de oferta en unos años.

El carácter cíclico de la industria, por los motivos que he reflejado en el artículo, crearán importantes oportunidades de inversión en las compañías hoy castigadas y odiadas por el mercado.

En los fondos ibéricos que gestiono, Repsol y Galp empiezan a estar a precios para, en mi opinión, ir acumulando. En los fondos europeos que gestiono, Total Fina y BG son las compañías en las que confío e incrementaré en correcciones.

En la parte de servicios petrolíferos, Técnicas Reunidas es una magnífica compañía con un balance envidiable y con enorme capacidad para gestionar y salir del temporal fortalecido. En Europa, Technip y Wood Group son las compañías con mejor balance, mayor back-log y mayor capacidad para generar valor a sus accionistas en el entorno actual, otras compañías del sector tienen exceso de endeudamiento que puede provocar ampliaciones de capital dilutivas para el accionista o ser excesivamente agresivos en precios a la hora de lograr contratos, lo que implicaría menores márgenes y beneficios en el futuro.

Por último, no debemos olvidar que las compañías ligadas a la industria petrolífera han caído a plomo en el último año, y las menores valoraciones son un terreno propicio para que veamos operaciones de adquisiciones en el sector.

Javier Galán, Gestor de Renta Variable Europea de Renta 4 Gestora

@JGalanR4

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