Pilares básicos a la hora de emprender

Cuatro claves indispensables para crear tu negocio

Hoy día ser emprendedor puede convertirse en la salida laboral perfecta para muchos. Poner en marcha una empresa, hacer realidad una idea, pasar el proyecto de la mente a la vida real y poder generar con ello ingresos cada mes. Según los últimos datos publicados en enero por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y correspondientes a la Estadística de Sociedades Mercantiles de noviembre de 2014, en dicho mes se llegaron a crear 7.252 sociedades, es decir, las mismas que en noviembre de 2013. Emprender se convierte por tanto en una alternativa para crear uno mismo su propio empleo e iniciar una andadura empresarial exitosa –al menos ese es el objetivo-.

La crisis ha provocado que sean más los que quieran y/o necesiten emprender. La actividad emprendedora forma parte importante del tejido empresarial pero ¿qué pilares básicos son necesarios para convertirse en un buen emprendedor?

  • Idea. Todo proyecto comienza por tener una idea, un planteamiento, un boceto de lo que se quiere hacer. Es necesario que esa idea pueda convertirse en realidad y que no solo sean sueños, es decir, ha de poder materializarse. Identificar una necesidad y tener la forma de cubrirla es esencial. Es verdad que aunque se tiene que tener una idea clara de negocio, ésta puede verse modificada con el paso del tiempo, durante el proceso de puesta en marcha del negocio o durante su tiempo de vida ya que los factores externos pueden cambiar y por lo tanto la idea debe de moldearse y perfilarse con vistas a la supervivencia de la empresa.
  • Plan de negocio. Tan importante es la idea como imprescindible es el plan de empresa o el plan de negocio. Se trata de establecer en un documento físico todos los aspectos que rodean a la empresa (idea, recursos, análisis del mercado…). Es la hoja de ruta del negocio y a la vez la carta de presentación con la que demostrar la viabilidad de la idea para conseguir todo tipo de recursos. En se establecerá el modelo de negocio, un plan de marketing, un análisis del mercado, el estudio del entorno, se identificarán los recursos necesarios, se realizará un plan de inversión…
  • Financiación. Dependiendo del tipo de empresa se necesitará más o menos recursos económicos, pero el caso es que son necesarios. A menudo suele ser uno de los grandes escollos con los que se encuentra el emprendedor. Por ello formas alternativas al crédito convencional han tenido gran auge, como por ejemplo el Crowdfunding, los Business Angels, los préstamos P2P, los préstamos participativos… Si no se puede contar a través de recursos propios con la financiación necesaria, estos canales son válidos para que el dinero no sea el impedimento para la puesta en marcha del negocio.

  • Habilidades. Además de tener la idea, la iniciativa y los medios para poder llevarla a cabo la actividad empresarial, hay que tener también aptitudes, actitudes y habilidades que sean un punto a favor para la empresa. El perfil del emprendedor influirá mucho en la empresa y en la forma en la que ésta evolucionará. Lo ideal es que el emprendedor sea una persona capaz de adquirir responsabilidades, que tenga confianza en sí mismo y en su proyecto, que sea flexible y se adapte a los cambios, que sepa ver las oportunidades, que tenga capacidad de sacrificio o que sea objetivo a la hora de valorar la situación y de establecer metas.

Poner en marcha una empresa no es tarea fácil, pero teniendo la idea de negocio fundamentada en una buena base y utilizando las herramientas adecuadas el camino hacia el éxito puede ser más llano.

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