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¿Comprar deuda pública de cara a 2015?

El bono español tiene potencial (solo) si Draghi usa sus poderes

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. EFE

Las compras masivas de deuda soberana española por parte de entidades financieras y especialmente por parte de inversores extranjeros han dejado en la mínima expresión la rentabilidad de los bonos.

El 10 años ha marcado un nivel nunca visto en la historia por debajo del 1,8%;el exceso de liquidez del sistema financiero y la ausencia de alternativas de inversión interesantes son los principales motores de las compras de deuda. Los que arriesgaron y compraron la deuda nacional en los momentos de mayores dudas, no solo sobre la economía española sino sobre el futuro del euro, han sido ampliamente recompensados.

En julio de 2012 la deuda soberana a una década llegó a ofrecer un interés del 7,6%. Alguien que invirtiera entonces 10.000 euros en el bono soberano de España con vencimiento en 2022 gana, gracias a la subida del precio de la cotización (que se mueve de forma inversa al rendimiento), gana cerca de un 50%.

La mala noticia es que ahora las rentabilidades están por los suelos. Las expectativas de que Mario Draghi ponga en marcha a inicios de 2015 su plan de compra de deuda pública, después de haber puesto en funcionamiento las adquisiciones de bonos de titulización y de cédulas hipotecarias, mantienen a raya las rentabilidades de la deuda soberana.

Los mejores

Cataluña. La deuda emitida por la Generalitat con vencimiento en poco más de cinco años ofrece un 2,8% anual. La inversión mínima es de 1.000 euros.

Madrid. Esta región también ofrece rentabilidades muy atractivas, en el entorno del 2,4% anual, para bonos que vencen, eso sí, en 2026. La deuda estatal al mismo plazo ofrece menos del 2%.

España. El bono estatal a cinco años paga alrededor de un 1,1%.

“No vemos grandes potenciales, pero tampoco riesgos inminentes. Sí los habría en caso de que el Banco Central Europeo (BCE) se eche atrás y decida no lanzar su programa de compra de deuda pública, aunque damos pocas posibilidades a este escenario ante el futuro deflacionista al que se enfrenta el Banco Central”, sentencia Miguel Paz, director de unidad de gestión de Unicorp Patrimonio.

“En las letras del Tesoro las rentabilidades son prácticamente inexistentes; a los particulares no les interesa”, señala Javier Casal, subdirector de la mesa de deuda pública de Ahorro Corporación. El martes se subastaron a tres y nueve meses, con respectivos intereses medios del 0,2% y del 0,37%.

El operador de Ahorro Corporación, sin embargo, considera que el peligro de invertir en deuda pública española es mínimo. Los soportes de Draghi son muy poderosos. “Una vez que lance el programa de compra de deuda pública podemos ver el 10 años con un interés del 1,5%, lo que implicaría ganar con precio”, añade. A 30 años se paga alrededor de un 3%, pero considera que para un pequeño inversor el plazo es demasiado largo. El resto de la deuda soberana de otros países de la zona euro equiparables es menos rentable que la española. Alemania paga el 0,6% a 10años;Francia, el 0,9%; Irlanda, el 1,3%;Italia, el 2%; y Portugal, el 2,9%.

La otra alternativa es adquirir bonos de comunidades autónomas españolas. En la práctica su pago está blindado por el Estado y continúan ofreciendo un diferencial, aunque cada vez menor, sobre sus homólogos estatales. Cataluña ofrece un bono con vencimiento en febrero de 2020 con un interés en el entorno del 2,8%; con prácticamente el mismo plazo de vencimiento, España ofrece apenas el 1,1% en su deuda a cinco años. La Comunidad de Madrid, por su parte, tiene un bono que paga el 2,4% con fecha de expiración en septiembre de 2026.

Juan Gómez Bada, socio y director de la Eafi Avantage Capital, y gestor del fondo Avantage Fund, considera que los niveles actuales son poco sostenibles: “En el largo plazo la solvencia de la deuda pública europea estará amenazada mientras no haya eurobonos, un Tesoro europeo y una unión política (...)”. A estos niveles desaconseja la deuda soberana europea.

La renta fija pública griega es la que ofrece el caramelo más grande. Su bono a 10 años ronda el 9% de rentabilidad, aunque la amenaza de la inestabilidad en su Gobierno, de la mano de un eventual triunfo de Syriza, desaconseja su compra, a juicio de la mayoría de los expertos consultados.

Johanna Kyrklund, de Schroders, considera que la deuda británica es una opción atractiva: “Proporciona un escudo ante posibles desaceleraciones del crecimiento, pues se verá beneficiada si el entorno en el resto de Europa se deteriora y además ofrece un tipo de interés muy superior al bund alemán”, señala en un informe. El bono a 10 años británico ofrece un tipo de interés superior al 1,8%. Eso sí, hay que tener en cuenta que adquirir deuda británica implica estar bajo el influjo del efecto divisa de la libra frente al euro.

Fiscalidad

 

Rendimientos del capital mobiliario

Los intereses que ofrece la renta fija, pública o privada, son rendimientos de capital mobiliario y se integran en la base imponible del ahorro. A partir de 2015 tributará al 20% para los primeros 6.000 euros (al 19% en 2016); del 22% para la ganancia adicional hasta los 50.000 euros (21% en 2016); y del 24% para más de 50.000 (23% en 2016).

Ganancias y pérdidas patrimoniales

Son las plusvalías por la venta de la deuda en el mercado. Se integran en la base del ahorro y están gravadas con los mismos tipos. Las pérdidas patrimoniales se podrán compensar con ganancias y con rendimientos de capital.

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