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El organismo público tiene previsto recurrir la sentencia

Gadisa gana el primer juicio contra el FROB y NCG Banco

Vista de la sede central del edificio de Novacaixagalicia. EFE/Archivo
Vista de la sede central del edificio de Novacaixagalicia. EFE/ArchivoEFE

Primera sentencia en contra del FROB y de NCG Banco por la venta de participaciones en 2011. El Juzgado de Primera Instancia número 1 de La Coruña, en una sentencia de 66 páginas declara nulo el contrato de compromiso de compraventa de acciones de NCG Banco formalizado entre este banco, en 2011 y 2012, cuando estaba en manos del FROB, y la empresa Gallega de Distribuidores de Alimentación (Gadisa).

El organismo que dirige Antonio Carrascosa debe iasí ngresar a la empresa gallega 10.109.209,82 euros, invertidos en el capital de NCG Banco, cuando José María Castellano era su presidente. A ello, hay que sumar los intereses computados desde la fecha de la escritura de la operación hasta a fecha del completo pago.

La sentencia de la jueza Marta Canales Gantes declara así que “la suscripción de los contratos de compromiso de inversión en acciones de NCG Banco formalizados entre Gadisa y las entidades demandadas, con fecha de 12 de diciembre de 2011 y 12 de enero de 2012, respectivamente, concurrió en Gadisa dolo en el consentimiento, ocasionado por las entidades demandadas”. Por lo que considera nulo la citada operación de venta y su escritura formalizada entre Gadisa y el FROB, por lo que se condena a ambas partes “otorgantes” del contrato a la restitución de la inversión “incrementado tal precio con los intereses legales computados desde la fecha del otorgamiento de la escritura pública de compraventa hasta la fecha del completo pago.

La jueza entiende que es imposible la restitución de las acciones al haber sido amortizadas por el FROB, razón por la que Gadisa no tiene obligación de reintegrar el objeto de la venta. En su argumentación, la jueza sostiene que “nadie se preocupó de Gadisa y se firmó la escritura silenciando todo, sin poner sobre la mesa la realidad de la situación con el ajuste y la nueva normativa”, por lo que concluye que los demandados “han de asumir las consecuencias de sus actos”. Además, apunta que  “en ningún lugar de las actuaciones consta que las demandadas corrigiesen la información facilitada” a Gadisa.

Y añade que “en nada afecta a esta decisión”, añade, "el hecho de que don Roberto Tojeiro fuese consejero y miembro del comité de auditoría y cumplimiento de NCG, porque su pertenencia al consejo de administración y al comité lo era en calidad de miembro independiente, no como representante de la entidad Gadisa”. “Jurídicamente esta (Gadisa), tiene una personalidad jurídica independiente y propia, no es el señor Tojeiro, persona física”, precisa la magistrada, quien previamente recoge en el fallo que “la parte actora aclaró que el señor Tojeiro era consejero independiente, no era miembro por representación de Gadisa”.

Este es el primer fallo a favor de uno de los inversores gallegos que decidieron entrar en el capital de Novagacilia Banco antes de su privatización, animados por su entonces presidente, José María Castellano, quien también decidió invertir alrededor de un millón de euros. Varios s inversores gallegos invirtieron en total unos 70 millones de euros.

La idea era encontrar inversores privados para evitar su venta a un gran banco, operación que fracaso, y finalmente NCG salió a subasta y se adjudicó al venezolano Banesco, propiedad de Juan Carlos Escotet.

El FROB tiene previsto recurrir la sentencia, según fuentes de la institución, para lo que tiene 20 días.

Venta del 2,59% a 17 empresarios gallegos

En enero de 2012 entraron en el capital de Novacaixagalicia Banco (NCB) 17 empresarios gallegos, a través de la compra al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) del 2,59% del capital. Este quedó repartido entre el 90,57% en manos del FROB, el 2,59% en poder de los inversores privados y el 6,84% en Novacaixagalicia. La idea, promovida por su entonces presidente, José María Castellano, era encontrar inversores privados para evitar su subasta y por lo tanto su venta a un gran banco. Pero la operación fracasó, ya que la respuesta de los empresarios gallegos fue muy débil. Finalmente NCG salió a subasta en 2013 y se adjudicó al venezolano Banesco, propiedad de Juan Carlos Escotet, justo hace un año, aunque no tomó las riendas de la entidad hasta mayo, cuando Bruselas aprobó la compra.

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