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Una decena de fondos ofrecen 2.000 millones en préstamos directos a pymes

La financiación no bancaria a pymes se abre camino

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes una nueva ley de financiación

Juande Portillo

El campo de la financiación para las pequeñas y medianas empresas españolas está viviendo una cierta revolución. Aunque el momento dista de ser dulce, la situación va tomando otro cariz. El volumen de nuevos préstamos concedidos por la banca a las pymes creció en el primer semestre del año por primera vez desde hace seis años, mientras que el coste de los créditos de menos de un millón de euros baja de media al 4,58% de interés, su mínimo desde 2011.

En paralelo, ayer entró en vigor la nueva ley de refinanciación de deuda empresarial, ideada para salvar a empresas altamente endeudadas, pero viables, flexibilizando los trámites del preconcurso de acreedores, por ejemplo. Hoy mismo, sin ir más lejos, el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar una nueva ley financiera que regule el crowdfunding, o micromecenazgo a través de plataformas de internet, y obligue a la banca a preavisar a las empresas cuando vaya a recortarles la financiación.

Todo un terreno abonado en el que se van abriendo camino alternativas a la tradicional financiación bancaria. Nuevas puertas a las que llamar entre las que destaca la creación de una decena de fondos de direct lending, o préstamos directos a pymes, que se han ido lanzando durante el año y que pondrán a disposición de estas compañías 2.000 millones de euros de financiación alternativa.

Los nuevos fondos de prestámo directo a pymes

Bravo Capital

Otra vía para lograr circulante

Más de 40 empresas se han beneficiado ya de las líneas de circulante a un año que ofrece Bravo Capital, que ha concedido 215 de los 400 millones de euros con los que cuenta. Aunque analiza cliente por cliente, se dirige fundamentalmente a empresas que facturan entre 80 y 350 millones al año, que están en expansión pero que en muchos casos no logran crédito para abordar nuevos contratos. Un tercio de sus clientes han sido empresas de alimentación, aunque abarcan todo tipo de compañías, con peso también en construcción e ingeniería y analizan en una semana la idoneidad del solicitante.

Renta4 y AFI

Flexibilidad para compañías medianas

Aria Capital es el fondo que se preparan para lanzar Renta4 y AFI, que trabajan para levantar 200 millones de euros –esperan arrancar con 100 millones este mismo año– y terminar prestando 300, apalancando una parte. Prestarán a empresas de entre 50 y 500 millones de facturación anual de cualquier sector, excluyendo solo financiero, inmobiliario y tecnologías incipientes. Sus préstamos, a largo plazo, costarán aproximadamente entre 500 y 700 puntos básicos de interés pero ofrecerán flexibilidad a sus clientes, permitiéndoles amortizar la deuda al final del periodo, por ejemplo.

Bankinter, Magnetar y Mutua

Créditos que complementan los del banco

Una de las primeras entidades financieras tradicionales que ha decidido impulsar los fondos de préstamo directo a empresas ha sido Bankinter, que lleva un año trabajando con la gestora de fondos Magnetar Capital, con la que ha creado un instrumento de 200 millones de capital con los que dar crédito a compañías de mediano tamaño siempre que no estén en situación crítica. Su coste supera en, al menos, 100 puntos básicos el del crédito bancario pero el plazo es mayor, de cuatro a siete años, y las condiciones flexibles. En vista del éxito, Bankinter ha firmado otro acuerdo similar con Mutua Madrileña.

Arcano y Muzinich

Un apoyo para la internacionalización

Iberian, el fondo de Arcano y Muzinich aspira a lograr hasta 300 millones de euros para conceder préstamos de hasta siete años 15 a 25 empresas de todos los sectores (excepto inmobiliario, financiero o en situación crítica) con una facturación anual de entre 50 y 300 millones. El vehículo está pensado para apoyar a las empresas en su crecimiento, internacionalización y actividad exportadora, con un límite de inversión del 20% de los recursos por sector, y del 8% en una única compañía. Su objetivo de rentabilidad está entre el 8% y el 9% cobrando desde un 5% por bonos senior a un 11% por subordinada.

TREA capital

Concesiones a cambio de control

La firma española TREA Capital trabaja estos días para levantar 100 millones de euros con los que conceder préstamos de entre dos y 10 millones a tres años, bajo un interés anual del 9%, a compañías de mediano tamaño. Su objetivo fundamental serán las de los sectores industrial, tecnológico y comercial, si bien quedan vetadas las del ámbito financiero y de construcción. Las empresas beneficiadas deberán tener auditadas las cuentas de los dos últimos años, una deuda inferior a 3,5 veces su ebitda y se les exigirá control a través del consejo si ofrecen como contrapartida deuda subordinada.

N+1

Un nuevo competidor en ciernes

Se espera que N+1 ofrezca nuevos detalles durante la última parte del año acerca del fondo de préstamo directo a pymes en el que está trabajando. Su planteamiento original es comenzar a dar financiación a empresas entre finales del presente ejercicio y comienzos de 2015. De momento, la firma española ha encargado la dirección del instrumento a Luis Felipe Castellanos, que proviene de la división de restructuraciones de PricewaterhouseCoopers (PwC), y tiene previsto captar un capital inicial que oscilará entre los 150 y los 200 millones de euros, según fuentes del sector.

Aunque la cifra no es significativa, pues apenas equivale a un 0,25% de la financiación total que la banca concedió en 2013 a empresas no financieras, sí que se puede hablar de una primera apuesta por reconducir la liquidez de los fondos de inversión hacia las empresas de mediano tamaño.

Para poner el volumen en contexto, además, conviene recordar, por ejemplo, que, con mucha más repercusión mediática, 2.000 millones bastaron a un grupo de grandes fondos internacionales para adquirir las plataformas inmobiliarias de Santander, CaixaBank, Bankia, Popular y Catalunya Banc, permitiéndoles asumir la comercialización de más de 120.000 millones de euros en inmuebles y créditos.

Una de las firmas pioneras en canalizar estos recursos hacia la economía real es Bravo Capital, que gestiona desde el pasado enero 400 millones de euros aportados por los fondos estadounidenses Avenue Capital y JZ Capital. Tras analizar más de 900 compañías, la firma ha prestado ya 215 millones de euros a 40 empresas y aspira a haber repartido el total de sus recursos a finales de año.

Su público objetivo son empresas de entre 80 y 350 millones de facturación anual, de cualquier sector, siempre que estén creciendo y en situación no crítica, a las que conceden apoyo financiero a corto plazo, en forma de líneas de circulante a un año –que pueden usar solo si necesitan– por unos cinco millones.

“Hasta 2008 había liquidez ilimitada y la banca daba crédito a precios de derribo. Pero no vamos a volver a la situación de antes, la banca va a prestar más en los próximos años, pero los ratios de capital y rentabilidad, harán que no sea masivo”, explica Mar Turrado, directora de Bravo Capital.

Una sentencia que comparten en el propio sector financiero. “En España tiene que haber un proceso de desintermediación bancaria, es la única forma en que cuando la economía vuelva a crecer, lo haga de forma sana. Hay muchas limitaciones desde Bruselas y la banca no va poder financiar como antes”, asume Íñigo Guerra, director general de banca de inversión de Bankinter. Hace ya un año que la entidad llegó a un acuerdo con la gestora de fondos Magnetar Capital para lanzar un fondo de 200 millones para financiar a empresas de tamaño medio, cifra que desde el banco aseguran que terminarán superando.

De hecho, la entidad ha sellado un acuerdo similar con Mutua Madrileña y estudia ya la creación de nuevos fondos con otros socios. “Los acuerdos nos permiten complementar la financiación del banco u ofrecer una alternativa directa a los clientes a los que ya hemos dado crédito pero a los que no podemos prestar más”, expone Guerra, ilustrando cómo la oferta de este servicio evita que las empresas clientes acudan a bancos de la competencia en busca de soluciones de financiación.

“Hacemos un gran favor a los clientes poniéndoles en contacto con estos inversores”, asevera Guerra aduciendo que a su vez, los fondos, a la búsqueda de nuevas oportunidades de rentabilidad ante la caída de los tipos, confían en la cartera de clientes de Bankinter por su buena gestión, con un 4,96% de mora frente al 13% de media del sector. “Hay muchísima liquidez en el mercado. Lo que no es normal es que la financiación no bancaria sea el 80% del total en EE_UU y el 20% en Europa”, concluye.

“La desintermediación financiera apenas supone recursos equivalentes al 8% del PIB en España, mientras que en Estados Unidos supera el 70%. Nuestra proyección, es que para 2020, este tipo de financiación supondrá en España el equivalente al 20%_del PIB”, coincide Jamie Gil-Delgado, director de Arcano. La firma española de asesoramiento financiero selló una alianza la pasada primavera con la gestora estadounidense Muzinich, que maneja unos 29.000 millones de dólares (22.800 millones de euros) destinados a la concesión de crédito a compañías de todo el mundo.

El tándem lleva meses captando aportaciones entre inversores institucionales españoles y portugueses, entre los que destacan aseguradoras y fondos de pensiones, con cuyos compromisos se espera realizar un primer cierre este octubre, para sumar en noviembre recursos adicionales de algunos clientes de banca privada interesados en la inversión, a fin de sumar entre 50 y 70 millones de euros con los que cerrar un primer préstamo este mismo año.

La actividad de su fondo, Iberian Private Debt Fund, iría incrementándose el próximo año cuando se espera que la red global de Muzinich logre levantar nuevos recursos hasta sumar entre 200 y 300 millones de euros, que podrían apalancar hasta en un 30% o 35% para elevar la financiación disponible.La dedicarán a empresas de entre 50 y 300 millones de facturación anual y un ebitda (resultado bruto de explotación) de unos siete millones, que no pertenezcan a los sectores financiero o inmobiliario, y que, contando con ingresos recurrentes y una situación sólida, no tengan acceso a los mercados de renta fija o una financiación bancaria suficientemente flexible.

El sistema, como en los casos anteriores, consiste en inyectar dinero a las compañías a cambio de todo tipo de emisiones. A partir de ahí, el coste del préstamo puede variar en función de las condiciones y necesidades de la compañía, pasando de una horquilla del 5% al 7% de interés para quien ofrezca bonos senior garantizados como contrapartida, al 10% u 11% en el caso de las emisiones subordinadas.

Aunque el coste en sí es más elevado que el que ofrece la banca la diferencia es que estos fondos ofrecen mucha más flexibilidad. “Iberian facilita trajes a medida”, exponen desde Arcano, detallando que conceden préstamos de hasta siete años –mientras que Basilea III_penaliza a la banca por los créditos a largo plazo– y permiten retrasar la amortización hasta el final del periodo, si el cliente así lo requiere.

“Nuestra visión es que se van a reequilibrar las fuentes de financiación y que estos fondos llegan para quedarse”, expone Pablo Mañueco, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI) que junto a Renta 4 ultima el lanzamiento de Aria Capital, otro instrumento de préstamo directo a pymes que esperan lanzar antes de final de año con un capital inicial de unos 100 millones que alcanzaría 200 durante el próximo ejercicio.

Bajo el mismo horizonte se mueve N+1, que ultima el diseño de su propio instrumento, para el que está tratando de captar 200 millones de euros. Finalmente, TREA_Capital, que espera levantar 100 millones antes de diciembre, se encuentra analizando ya compañías para comenzar a prestar inmediatamente.

Una particularidad de esta firma, expone Frank Rachor, responsable de Corporate Finance y socio de Direct Lending de TREA, es que exigirán tomar parte de las decisiones del consejo de la empresa si reciben deuda subordinada como contrapartida a su apoyo financiero. Con diferentes matices, por tanto, los fondos de financiación directa se van consolidando como una alternativa real para unas empresas que cada vez dependerán menos de la banca.

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