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Dudas sobre la recuperación económica

Draghi decepciona a los inversores y el Ibex 35 cae un 3%

La Bolsa subre la mayor caída desde el pasado mes de enero La falta de detalles en el discurso de Mario Draghi decepciona a los inversores

Una pantalla refleja el índice DAX 30 de la bolsa de Fráncfort (Alemania).
Una pantalla refleja el índice DAX 30 de la bolsa de Fráncfort (Alemania).EFE

Se rompió el idilio. Esta vez Draghi ha decepcionado a los inversores. Su mensaje tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno del BCE ha dejado fríos a los inversores en un primer momento, para desatar después las ventas en todas las Bolsas europeas. El presidente del organismo central ha dado detalles sobre el programa de compra de titulizaciones respaldadas por créditos (ABS) y cédulas hipotecarias que anunció el mes pasado, pero no tantos como esperaba el mercado. Draghi no ha dado la cifra del programa de compra de deuda privada y, además, nada ha comentado sobre la compra de bonos soberanos, aunque nuevamente ha reiterado que está abierto a aprobar nuevas medidas extraordinarias si es necesario. Fórmula mágica en anteriores ocasiones que, esta vez, no ha frenado la hemorragia vendedora en las Bolsas. El Ibex 35 cierra con un descenso del 3,12% hasta los 10.518 puntos. Es su segunda peor sesión del ejercicio tras el desplome de finales de enero cuando la brusca depreciación del peso argentino provocó fuertes descensos en los mercados.

Todos los valores del selectivo cierran en rojo. Abengoa, con un descenso del 8,3%, abandera los descensos por delante de Gamesa (-6,11%). El sector bancario se ha visto dañado por la decepcionante intervención de Mario Draghi. Popular cede un 5,11%; CaixaBank, un 4,05%; Santander, un 3,92%; BBVA, un 3,61% y Bankia, un 2,99%. En el resto de Bolsas europeas, la reacción a las palabras del presidente del BCE fue igual de fulminante. Así, el Dax alemán se deja hoy un 1,99%; el Cac francés, un 2,81%; el FTSE MIB italiano, un 3,92% y el PSI 20 portugués, un 3,3%.

¿Por qué estos descensos? ¿Qué esperaban los inversores que no haya anunciado Draghi? Dos respuestas: la falta de concreción sobre el importe del programa de compra de titulizaciones y un mensaje menos abierto a comprar deuda pública de lo que el mercado tal vez esperaba o había descontado. Azad Zangana, economista para Europa de Schroders, explica que “Draghi ha confirmado que el programa de compra de deuda privada durará al menos dos años, pero ha decepcionado a los inversores al no confirmar el tamaño del programa”. Según este experto, la reunión del consejo de Gobierno del BCE de hoy confirma que el organismo está en una fase de esperar y ver, porque necesita tiempo para determinar el impacto de las últimas medidas.

Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, considera que "dentro de la tendencia claramente bajista de las Bolsas a corto plazo, se veía en la comparecencia de Draghi una de las oportunidades más claras para detener los descensos. Pero la decepción de hoy no cierra ninguna puerta". Este experto destaca que se ha perdido una gran oportunidad para revertir las caídas, aunque "las posibilidades de que aumente sensiblemente la liquidez en el sistema fruto de las políticas monetarias son exactamente las mismas que había 10 días, cuando las Bolsas se acercaron a máximos anuales".

El jefe del BCE ha dejado claro que, por el momento, solo comprará bonos de titulizaciones (respaldados por activos concretos) o cédulas (bonos ultraseguros, garantizados por la cartera de hipotecas o de créditos al sector público). Ha vuelto a señalar que ampliará el balance del BCE de forma muy significativa, pero no ha especificado importe: "Es difícil dar una cifra [...]. El importe será significativo", ha sentenciado. El tamaño del balance se ampliará hasta niveles de inicios de 2012, hasta el entorno de los tres billones de euros, desde los actuales dos billones.

Lo que ha dejado claro Mario Draghi es que, al menos de momento, no comprará deuda pública. No obstante, el banquero italiano no ha cerrado la puerta a poner en marcha un quantitative easing si la situación lo requiere. El presidente del BCE continúa dejando deja en el aire la posibilidad de aplicar más medidas no convencionales para reactivar la economía y el crédito, en caso de que las anunciadas hasta la fecha no consigan los efectos esperados. Aunque el organismo responsable de la política monetaria de la zona euro ha dado un nuevo paso con la compra de titulizaciones y cédulas, el mercado había llegado a especular con la posibilidad de que anunciara el lanzamiento de una ofensiva de compras de deuda soberana.

El banquero italiano ha vuelto a repetir su mantra de los últimos meses: la recuperación es muy débil, muy frágil, y los países deben seguir haciendo reformas si la zona euro no quiere volver al pozo. Es más, ha lanzado un aviso a navegantes directamente a Alemania, al advertir que los países que tengan margen fiscal deben utilizarlo para fomentar el crecimiento. Alemania, Francia e Italia, tres locomotoras europeas, están gripándose y ponen en peligro la recuperación.

Estados Unidos se contagia de los descensos en Europa. Además, los datos macroeconómicos conocidos hoy al otro lado del Atlántico han decepcionado a los inversores, para los que será decisiva la cifra de empleo de septiembre que se conocerá mañana. A la espera de este dato, determinante para saber si la Reserva Federal estadounidense adelantará la subida de tipos en aquel país, hoy se ha conocido que los pedidos a fábrica cayeron el mes pasado en EE UU un 10,1%. Estos datos, y los aires bajistas que llegaban de Europa, lleva a Wall Street a anotar descensos que van desde el 0,4% del Dow Jones de industriales hasta el 0,6% del Nasdaq tecnológico.

En el mercado secundario de deuda, el interés de los bonos soberanos europeos sube tras las palabras de Draghi. Todos salvo el griego y el chipriota, pues el presidente del BCE ha dicho que comprará deuda privada de Grecia y Chipre. El bono heleno a diez años desciende hasta el 6,44%. Mientras, la deuda española con vencimiento a una década se aleja de los mínimos históricos que rozó al cierre de ayer. Los inversores ven más lejano un programa de compra de deuda pública y esto lleva la rentabilidad del bono español hasta el 2,11%, con la prima de riesgo en los 120 puntos básicos. Hoy, el Tesoro ha batido a la baja el mínimo histórico de rentabilidad, tanto a 10 años como a 5 años. En total, ha vendido 3.550 millones, ligeramente por encima del objetivo máximo de 3.500 millones. El bund, por su parte, sube hasta el 0,9%.

El euro, que había descendido en las sesiones previas a la reunión del BCE por las expectativas de acción del organismo central hasta mínimos desde septiembre de 2012, repunta ligeramente hoy tras defraudar Draghi a los inversores. La moneda única se aprecia hasta los 1,265 dólares.

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