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El banco considera poco efectivas las últimas acciones del BCE

Andbank ve el bono español en el 2% y la prima en los 50 puntos básicos

Vista del Palacio de la Bolsa de Madrid
Vista del Palacio de la Bolsa de MadridEFE

La previsión de un periodo prolongado de desinflación provocará que las rentabilidades de la deuda soberana sigan bajas. Así lo cree Álex Fusté, economista jefe de Andbank, quien cree que la deuda española sigue teniendo recorrido. Lejos de ver una burbuja en el mercado de renta fija, Fusté apuesta por la deuda española e incluso por la deuda de países core como Alemania. El experto de la entidad andorrana sitúa el precio objetivo para el interés del bono español a diez años entre el 2% y el 2,5%. “Hay margen hasta que España pague muy cerca de lo que paga Alemania. Podría llegar a una prima de riesgo entre 50 o 25 puntos básicos”, afirma. Fusté también aconseja empezar a comprar deuda alemana cuando el interés del bund llegue al 1,75% y comprar más fuerte a partir del 2%.

Frente a las buenas perspectivas para la renta fija, Andbank considera que el potencial alcista de la Bolsa europea es ya muy limitado. En el caso del Ibex mantiene un precio objetivo para final de año de 11.240 puntos, lo que supone una revalorización de apenas un 1,8% respecto a sus niveles actuales. La firma andorrana llega a esta conclusión por las perspectivas de un crecimiento en ventas para las empresas del Ibex del 4% y un crecimiento de los beneficios por acción de alrededor del 20%. Para el Stoxx 60 el potencial de revalorización ronda también el 2% y, en el caso de la Bolsa estadounidense, ya cotiza por encima de su precio objetivo. Por sectores, este experto recomienda robótica, moda, autos, media, ocio, servicios bancarios, químicas, electrónica y tecnología.  Fusté considera que el mayor atractivo en la renta variable se encuentra en varios países emergentes. En concreto, en las Bolsas asiáticas y en los mercados de valores de Chile, Colombia, México y Perú.

En un discurso que se desmarca del más extendido en el mercado, Fusté ha explicado en un encuentro con periodistas que las últimas acciones del Banco Central Europeo (BCE) tendrán un impacto limitado sobre la economía real y nulo sobre los mercados financieros. La barra de liquidez para los bancos condicionada a la concesión de préstamos (TLTRO) no va a funcionar, considera el economista de Andbank, porque en el Reino Unido hay un programa similar que no ha conseguido aumentar los préstamos a empresas. De hecho, el saldo vivo del crédito a empresas no financieras sigue cayendo en términos netos en aquel país que, además, se encuentra en una fase del ciclo económico más avanzada, mientras que en España las empresas siguen saneando su balance y desapalancándose, afirma.

Este experto cree que el nuevo TLTRO será, en la práctica, una extensión de las anteriores inyecciones masivas de liquidez, solo que en este caso no podrán destinarse al mercado como sí hicieron los bancos comprando deuda pública con las LTRO de 2012. La cantidad de dinero que implica esta nueva barra de liquidez es de un importe similar al vencimiento de las inyecciones de hace dos años. “No son 400.000 millones de euros más al sistema, porque esa misma cantidad correspondiente a las anteriores LTRO morirá en 2015. Habrá en realidad 400.000 millones menos de liquidez en el sistema”, afirma Fusté. Por eso, es contundente al asegurar que “no habrá un rally del mercado soportado por el BCE" y que la política monetaria del organismo presidido por Draghi sigue siendo la más ortodoxa del mundo.

Fusté tampoco cree que el BCE vaya a aprobar un programa de compra de activos porque el mercado de las titulizaciones respaldadas por crédito a empresas (ABS) es muy pequeño y su regulación no está totalmente definida. Varios responsables políticos alemanes alertan del descenso del ahorro privado en aquel país y lo atribuyen a los tipos de interés en mínimos históricos, por lo que han dicho que no permitirán que la política monetaria permanezca laxa más tiempo de la cuenta.

Debido a que no espera nuevos movimientos expansivos del BCE, Fusté prevé que el euro mantenga su fortaleza actual y espera que la moneda única termine el año en torno a los 1,40 dólares, lo que será positivo para todos los activos denominados en euros.

Otro banco central, la Reserva Federal estadounidense (Fed, por sus siglas en inglés), es protagonista en los mercados porque hoy ha empezado la reunión de dos días de su Comité de Mercado Abierto. Fusté también se desmarca de la opinión del consenso de los analistas que espera la primera subida de tipos en Estados Unidos para principios de 2015. El economista jefe de Andbank piensa que la Fed no recortará tipos hasta finales de 2015 o principios de 2016. Yellen condiciona una subida del precio del dinero a un conjunto de indicadores económicos y no solo a la inflación y la tasa de paro, como hasta ahora, lo que significa que “siempre puede encontrar algún indicador para retrasar la decisión de subir tipos”. Además, el tapering (retirada de estímulos) de la Fed no supondrá una reducción del balance del organismo, por lo que no espera bruscas caídas de la deuda pública estadounidense.

Fusté también se ha referido a las tensiones geopolíticas que condicionan la marcha de los mercados estos días, Ucrania e Irak, y sus derivadas sobre el mercado de la energía. Sobre la crisis ucraniana, el experto de Andbank ha dicho que este conflicto forma parte de una configuración de bloques en el mundo y que tanto a Rusia como a Estados Unidos le interesa que la tensión siga alta. A Rusia, porque una Ucrania dividida despeja su temor de que el estratégico país vecino se aproxime a la UE y a EE UU para presentarse como alternativa energética para Europa frente a Rusia. Con todo, Fusté destaca que al UE sigue siendo muy dependiente del gas ruso y que no puede permitirse una crisis energética, por lo que no cree que la UE vaya muy lejos en las sanciones a Rusia. "El mercado tendrá que aprender a vivir con estas tensiones", explica. También cree que el petróleo seguirá alto, ente 110 y 120 dólares el barril de Brent, a causa del conflicto en Irak. Una crisis energética, alerta, podría devolver a Europa a la recesión.

Una Cataluña independiente triplicaría su deuda

Entre los riesgos que AndBank observa para la marcha de los mercados se encuentra el proceso independentista en Cataluña. Fusté ha afirmado que confía en una solución dialogada a esta situación, aunque sostiene que "cada día que pasa, el margen es menor. El economista jefe del banco andorrano considera que si no se alcanza un pacto podrían aumentar las tensiones internas, lo que afectaría a la prima de riesgo española y al Ibex. "Alguien se puede poner nervioso en una mesa de Londres", explicó gráficamente sobre la posibibilidad de que una hipotética independencia de Cataluña inquiete a inversores en deuda pública española.

AndBank ha realizado una simulación de las implicaciones que la escisión de Cataluña tendría sobre las economías de España y de este hipotético Estado independiente. En caso de que la separación de Cstaluña del resto de España se produjera confurme a unos tratados internacionales sobre escisión que, como precisa Fusté, no cuentan con suficientes respaldos internacionales, Cataluña tendría que asumir parte de la deuda española en función de varios criterios como la participación de la región en el PIB nacional, su demografía, la extensión territorial o su contribución a las exportaciones. 

Según las estimaciones de AndBank, la ratio de deuda sobre el PIB de Cataluña pasaría del 30% actual al 103% y el nuevo Estado catalán tendría equilibrio presupuestario o incluso un ligero superávit. El resto de España aumentaría su deuda sobre el PIB del 96% actual al 130% y su déficit se dispararía hasta el 6% o el 6,5%. Todo ello, en el caso de que la independencia se produjera de forma pactada y Cataluña siguiera dentro de la zona euro, matiza Fusté.

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