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Se hace con el título dieciocho años después

El Atlético de Madrid se hace con la Liga más disputada de los últimos años

El entrenador del Atlético de MAdrid, Diego Simeone, manteado por sus jugadores, tras conseguir el título de Liga.
El entrenador del Atlético de MAdrid, Diego Simeone, manteado por sus jugadores, tras conseguir el título de Liga.Marcelo del Pozo (REUTERS)

 El Atlético de Madrid se ha proclamado este sábado campeón de la Liga BBVA, dieciocho años después, al lograr un empate en el Camp Nou ante el FC Barcelona (1-1) en un partido que resumió lo sucedido durante la temporada y sobre todo en los duelos directos entre ambos, con un Barça apático e incómodo y un Atlético trabajador, sacando provecho de sus armas para lograr un título del que, por pundonor, es justo vencedor.

Fue un partido, hablando de fútbol, que ofreció poco. La base del juego blaugrana fue la impotencia, el no poder crear su juego ante un Atlético que es su bestia negra. Por parte 'colchonera', un juego inteligente, sabiendo en cada momento dónde estaban, y sacando provecho de su juego aéreo y su poderío defensivo. Pero sin destellos, sin magia, tan solo los nervios a flor de piel por lo mucho que había un juego, una Liga en 90 minutos.

Al final, quien destapó las botellas de cava no fue el Barça, sino el Atlético, a domicilio y cerrando una Liga en que nadie parecía ganar, y que hoy es rojiblanca en una final que acabó con el Camp Nou en pie aplaudiendo la entrega del Atlético, ovacionando al campeón y a un manteado 'Cholo' Simeone, despidiendo con silbidos a los suyos. El mundo al revés.

El Barça se adelantó, fue campeón de Liga durante apenas 16 minutos, pero sin dar la sensación de poder rematar la faena, sin estar cómodos, sin poder ayudar a la afición a creer y a animarles. Además, salió con la segunda marcha puesta tras el descanso y el Atlético, si la hubiera en coches normales, con la séptima. Lo pagaron los blaugranas encajando el empate, y a partir de ahí el color de este duelo era rojiblanco, total y absolutamente.

A diferencia de otros encuentros, no hubo tantas ocasiones, pero la diferencia es que el Atlético quería esto, sabía que le beneficiaba y que podía llevarles a ganar el título de Liga 18 años después, mientras que el Barça, que buscaba revalidarla, no encontraba el camino. Ni los jugadores, que tanto han ganado, ni un Martino que no revolucionó nada desde la banda.

Los últimos minutos del partido, con 1-1, buscaron la épica. La Liga quería poner un broche de oro, pero el Barça no lo supo encontrar, y el Atlético solo pensaba en cantar el alirón aunque para ello tuviera que encerrarse atrás y poner un 11-0 defensivo junto a Courtois. La Liga la gana el equipo que la merece, la ha luchado como el que más el Atlético de Madrid, y la ha ganado. Además, saliendo ovacionado del Camp Nou, a gritos de 'Atleti, Atleti' y no solo por parte de sus aficionados.

Pasada la media hora de juego, y sin buscarlo demasiado el Barça, se pusieron por delante. Cesc templó el balón al interior del área para Leo Messi, que intentó controlar con el pecho pero se le fue largo, presionado por Godín. No obstante, el balón llegó de cara a Alexis, que no se lo pensó dos veces y construyó el que es seguro uno de los mejores goles de su carrera, por belleza y escenario. Su misil con la derecha voló directo a la escuadra izquierda de Courtois, que cubría ese palo pero no pudo detener el trallazo.

La sensación de que el Barça parecía estar cerca de pedir la hora en el descanso, pese a ir ganando 1-0 y el palo brutal de las lesiones de Costa y Arda Turan, se confirmó nada más salir los equipos del descanso. Como si todavía no lo hubiera hecho el Barça, dormido y perdido en su propia casa, sucumbió ante un Atlético que en cinco minutos tuvo dos buenas ocasiones a pies de David Villa, desafortunado el 'Guaje' ante su anterior equipo, y el gol de Diego Godín, toda una muestra del poderío atlético en las jugadas de estrategia, rematando picado abajo un córner libre de marca.

Con el empate el equipo 'colchonero' volvía a ser virtual campeón, y tenía el partido controlado. Además del gol, del previo palo de Villa que bien podría haber sido el empate, tenía más el balón, presionaba arriba, atrapaba al Barça en su impreciso juego, y en definitiva tenía las riendas del juego. Por contra, el Barça parecía no saber encontrar la tecla de la revolución, en la sexta vez que jugaban contra Simeone, sin haber ganado nunca antes.

Además, Leo Messi estaba ausente, sin tocar apenas el balón y cuando lo hacía era sin peligro, ni sensación de poder crearlo. Cuando Busquets pidió el cambio, por molestias, Martino decidió dar entrada a Song, no a Xavi, sin arriesgar nada pese a necesitar cambior el resultado y el guión del encuentro. Finalmente, el de Terrassa entró por un desaparecido Cesc Fàbregas, pero casi 20 minutos después.

No obstante, en un momento de bajón físico del Atlético, para coger aire más que por no poder más, el Barça se fue un poco arriba, con algo menos de media hora por delante, a la busca del gol, pero sin tener ninguna ocasión más allá de un tanto anulado, bien, a Leo Messi por fuera de juego y un disparo lejano de Alves, que por lo menos hizo que apareciera Courtois, seguro. Con el tiempo, este arreón catalán se fue difuminando, pese a que Neymar entró y animó el cotarro.

No tuvo muchas apariciones el brasileño, pero fijó a Juanfran en la derecha y provocó que los 'colchoneros' tuvieran que dividir sus esfuerzos defensivos. Esto se incrementó cuando Gerard Piqué, en los últimos diez minutos, se fue arriba en cuanto podía, haciendo de '9' buscando el juego aéreo. Y es que el 4-5-1 con el que acabó el 'Atleti', con entrada de Sosa por Adrián, cerró más los espacios, dando por bueno el empate el 'Cholo' y buscando una contra que no hizo falta que llegara.

Costa y Turán, lesionados

La peor de la noticias para el Atlético llegó mucho antes del gol en contra y en forma de lesiones de dos hombres clave como son Diego Costa y Arda Turan. En 22 minutos les perdieron, con siete minutos entre un cambio y el otro. Com en Liga de Campeones, el delantero hispano-brasileño pidió el cambio obligado por molestias musculares, esta vez al esprintar para salir a la contra.

Costa se fue al banquillo entre lágrimas, consciente de que además de esta final podría perderse la del próximo sábado, cuando el Atlético de Madrid se jugará la Liga de Campeones contra el Real Madrid en Lisboa. En cuanto a Turan, también se fue muy tocado con un golpe en la zona de la cadera, pensando también en el duelo de la capital lusa.

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