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Las ofertas no tendrán en cuenta los posteriores test de estrés del BCE

El examen de los activos de la banca española costará 25 millones

El Banco de España saca a concurso el contrato para revisar el riesgo de las entidades financieras.

Fachada de la sede del Banco de España en Madrid
Fachada de la sede del Banco de España en MadridPablo Monge

El Banco de España acaba de abrir el plazo para que las firmas interesadas en participar en el concurso para efectuar la revisión de la calidad de los activos (Asset Quality Review) de la banca presenten sus solicitudes. La realización solo de este examen costará al Banco de España 25 millones de euros. El organismo que encabeza Luis María Linde estima que se tardará unos seis meses en evaluar el riesgo de los activos del sector.

El Banco de España ha iniciado los trámites para contratar a la firma de auditoría que llevará a cabo en el país el examen de la revisión de la calidad de activos (AQR en sus siglas en inglés), al que se tienen que someter los bancos. De momento, el supervisor español ha facilitado a los posibles interesados el pliego de condiciones para poder participar en este concurso. El objetivo del Banco de España es que las solicitudes deberán entregarse antes de las 14 horas del próximo lunes 27 de enero en el registro general de esta institución.

En este pliego de cláusulas generales aplicables a los contratos del Banco de España se especifica que la duración del contrato será inferior a “un plazo de seis meses” en el que se llevará a cabo “los servicios objeto de esta contratación”. El periodo de iniciación no se detalla, aunque se explica que comenzará “desde la comunicación de la adjudicación por parte del Banco de España”.

Según el calendario que maneja y ya ha comunicado el Banco Central Europeo (BCE), organismo del que parte la iniciativa de realizar esta revisión de activos a los bancos de toda la zona euro previo a los test de estrés, esta evaluación de los activos del sector deberá finalizar en julio, para iniciar en septiembre las pruebas de resistencia.

En el documento entregado a las firmas auditoras interesadas en participar en el concurso el Banco de España cuantifica el presupuesto de esta licitación para evaluar los AQR en 25 millones de euros. “El importe estimado presupuestado por el Banco de España para la realización del objeto del presente procedimiento de contratación asciende a la cifra de 20.661.157,03 euros, que más el 21% de IVA vigente en la actualidad asciende a 25.000.000 euros”. A este examen le seguirán otras pruebas, los conocidos como test de estrés, pero quedan fuera de este contrato.

Las condiciones impuestas por el supervisor nacional –cada banco central contratará a su auditor, pero siguiendo unas reglas comunes para todos– impide a los candidatos presentar más de una solicitud individual, o hacerlo en unión temporal de empresas si lo ha hecho individualmente. Tampoco podrán figurar en más de una unión temporal de empresas.

Los candidatos deberán contar con un volumen de negocio, en el área de auditoría, del último ejercicio, con una ponderación del 20%. Su plantilla media anual en este área durante 2013 también debe contar con una ponderación del 20%. Mientras que los servicios similares prestados durante los últimos tres años, deben superar el 60%. Tras un primer corte, el Banco de España seleccionará cuatro firmas, a las que se les invitará a presentar su oferta dentro del plazo que se señale.

El objetivo del supervisor es que ningún licitador podrá resultar adjudicatario de más del 50% de los lotes de cada una de las tres categorías en las que están englobados en conjunto de los bancos españoles que se examinarán. Si algún concursante excede del límite de lotes por categorías, se descartarán sucesivamente. Pese a estas condiciones, una auditora podrá superar este límite del 50% de adjudicaciones por categoría si solo hay “un único ofertante”.

El primer lote está integrado por Santander y BBVA. El segundo por Popular, Sabadell, La Caixa y BFA-Bankia. Mientras que en el tercero se encuentran Bankinter, Kutxabank, Ibercaja, Unicaja, Liberbank, BMN, Catalunya Banc, Novagalicia, Ceiss y Cajas Rurales Unidas (encabezada por Cajamar). Las pruebas de resistencia realizadas a la banca española entre mayo y septiembre de 2012 tuvieron un coste total de 31,4 millones de euros. En este caso, la factura fue abonada por el propio sector a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

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