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Es la actual vicepresidenta del organismo

Obama propone a Janet Yellen como sucesora de Bernanke al frente de la Fed

Janet Yellen, actual vicepresidenta de la Fed; Barack Obama, presidente de EE UU y Ben Bernanke, presidente de la Fed.
Janet Yellen, actual vicepresidenta de la Fed; Barack Obama, presidente de EE UU y Ben Bernanke, presidente de la Fed.

Janet Yellen será la mujer al timón del puesto más relevante para la economía mundial. El presidente estadounidense, Barack Obama, ha anunciado oficialmente este miércoles la nominación de Janet Yellen, actual vicepresidenta de la Reserva Federal (FED), como sucesora de Ben Bernanke al frente del banco central estadounidense cuando expire el mandato de este el próximo 31 de enero. En su primera intervención como candidata a dirigir la política económica Yellen aseguró que haría todo lo posible para garantizar el empleo, la estabilidad de los precios y promover un sistema financiero fuerte y consolidado. "Muchos estadounidenses todavía no pueden encontrar un trabajo y se preguntan cómo van a pagar sus cuentas y mantener a sus familias. La Reserva Federal puede ayudarles si lo hace eficazmente ", dijo Yellen en la Casa Blanca.

De ser confirmada por el Senado, Yellen, de 67 años, se convertirá en la primera mujer que preside la Reserva Federal desde la fundación de la entidad en diciembre de 1913 y en una de las mujeres más poderosas del mundo como máxima responsable de la política monetaria de EEU UU. En el consejo del BCE (23 miembros), todos ellos son hombres.

Tras ser ascendida a “número dos” del organismo en 2010, Yellen se convirtió en uno los principales respaldos de Bernanke al poner en práctica el agresivo plan de estímulo monetario conocido como “relajación cuantitativa”, a través de la multimillonaria compra de bonos para reimpulsar la recuperación económica.

De hecho, el pricipal reto al que se enfrenta Yellen es a cómo pilotar la retirada de estos estímulos: hacerlo demasiado pronto lastrará una recuperación aún extremadamente débil pero tardar demasiado puede conducir a la formación de burbujas financieras. La segunda gran tarea de Yellen será, de hecho, intentar evitar que el sistema financiero vuelva a asumir los grandes riesgos que llevaron al crac crediticio, especialmente ahora que, tras la consolidación posterior a la crisis, la gran banca es todavía más grande.

Yellen ha obtenido un respaldo casi masivo entre la comunidad académica y dentro del partido demócrata, hasta el punto de que la abierta oposición de varios congresistas (de cuya votación depende el nombramiento definitivo) a de Larry Summers (ex secretario del Tesoro con Clinton) forzó a éste a retirarse de la carrera. Summers era, sobre el papel, el candidato de Wall Street, por sus lazos con la banca y por su papel en la desregulación financiera de los años 90. Pero Yellen no está, tampoco, mal vista desde el bajo Manhattan. Sobre todo porque, en lo relativo a las políticas de estímulo, su perfil es continuista. Y a la Bolsa no le ha ido mal con Bernanke en los últimos meses.

El perfil de Yellen es el de alguien con una brillante carrera académica (al igual que Summers o Bernanke), pero sobre todo destaca por su excelente capacidad de análisis de las conexiones entre las finanzas y la economía real. Algo que, en el entorno actual, ha sido clave en su nombramiento. 

Gracias a las transcripciones de las reuniones de la junta de gobernadores de la Fed, se conocen las opiniones de sus miembros en los meses previos a la eclosión de la crisis financiera fruto del estallido de la burbuja inmobiliaria, y entre ellas sobresale la de Yellen debido a su acertado pesimismo.

“Las posibilidades de una contracción de crédito en desarrollo y la caída de la economía en recesión aparecen como demasiado reales”, afirmó Yellen en diciembre de 2007, cuando era presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, cargo que desempeñó desde 2004 hasta 2010, cuando pasó a ser vicepresidenta de la Fed.

Frente a ella, el todopoderoso presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, indicó entonces que “el miedo había disminuido”, y “el riesgo” de crisis hipotecaria “había aminorado”, postura defendida por la amplia mayoría de los miembros del banco central. Meses después el sistema financiero saltó por los aires, uno de los bancos de inversión más antiguos de EEUU, Lehman Brothers, quebró y hubo que rescatar a gigantes como Citigroup o AIG con fondos federales.

Su acierto fue uno de los puntos de inflexión en la ya de por sí exitosa carrera de Yellen. Posteriormente, y tras ser ascendida a “número dos” del organismo, Yellen se convirtió en uno los principales respaldos en el seno de la Reserva Federal del actual presidente, Ben Bernanke, al poner en práctica el agresivo plan de estímulo monetario conocido como “relajación cuantitativa”, a través de la multimillonaria compra de bonos para reimpulsar la recuperación económica.

Es considerada una “paloma”, lo que en la jerga de la Fed significa que está especialmente preocupada por el desempleo, frente a los “halcones” más concentrados en controlar la inflación, en un momento en el que el desempleo en EEUU sigue a niveles excepcionalmente altos.

Doctora en economía cum laude por la Universidad de Yale en 1971, ha sido profesora en centros tan prestigiosos como Harvard, London School of Economics y Berkeley, donde comenzó a dar clase en 1980 y que recientemente le otorgó el título de profesora emérita.

Aparte de su trayectoria académica, ha desempeñado cargos en la Administración como presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca bajo el mandato de Bill Clinton entre 1997 y 1999, antes de su amplia experiencia en el seno de la Reserva Federal.

Bernanke, nominado por George W. Bush en 2006 y reafirmado por Obama, concluye su mandato en 2014. La última reunión bajo su presidencia será el próximo enero.

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