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Hacienda comunica al sector que la inversión será equiparable a la de este año

Más coste laboral para las empresas por el alza de cuotas

Cada empresario deberá pagar unos 51 euros más al mes por cada trabajador en base máxima El sector de la obra pública admite que ahora lo más urgente es resolver el problema de las autopistas en quiebra

La inversión pública en España
Alejandro Meraviglia

 Los empresarios pagarán más por los trabajadores que reciben los sueldos más altos. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha decidido incrementar, un año más, las bases máximas de cotización varios puntos más que las bases mínimas.

El pasado año subió las máximas un 5% hasta situarlas en 3.425,7 euros mensuales; y aunque el porcentaje de aumento que se aplicará para 2014 aún no está cerrado, éste podría oscilar entre el 3% y el 5%.

El objetivo es obtener más ingresos para la Seguridad Social, que este año tendrá nuevamente un agujero de alrededor de 14.000 millones de euros. Y, a ser posible, poder revalorizar y/o subir las pensiones más del 0,25% que obligará la ley. Aunque fuentes gubernamentales ven “muy poco margen, prácticamente ninguno”, para este aumento adicional. El efecto de esta subida solo lo notarán los cotizantes cuya base de cotización esté por encima de este nivel de base de cotización, que son aproximadamente el 4% del total (unos 700.000). Y no tendrá ninguna repercusión en nueve de cada diez cotizantes. Pero, sobre todo, serán los empresarios que emplean a estos trabajadores los que abonarán la mayor parte de la subida.

La base de cotización es similar al sueldo, con la única diferencia de que no incluye aspectos como las ayudas a transporte, alimentación o dietas. Así, si se aumenta el 5%, la nueva base máxima de cotización será de 3.597 euros. De este modo, los trabajadores que cobren un salario bruto mensual superior a esta cuantía pasarán de cotizar por 3.425,7 euros al mes a hacerlo por 3.597 euros.

Sobre esta base máxima se calculan las aportaciones tanto del trabajador como del empresario a las pensiones (contingencias comunes), al seguro de paro y la formación. La empresa abona, además, la cotización al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

Para el trabajador, las cotizaciones por los conceptos antes citados suponen el 6,35% de su sueldo, por lo que el alza del 5% en la base para aquel que cobre 3.600 euros o más supone que pasa de cotizar por 217 euros al mes a hacerlo por 228, es decir, con lo que verán su sueldo neto recortado en alrededor de 11 euros al mes, como máximo.

Sin embargo, la empresa paga la mayoría de la cuota: un 29,9% entre diversas cotizaciones. Por ello, en el caso de un trabajador que iguale o supere la base máxima pasaría de 1.024 euros a 1.075. Por lo tanto, cada empresario abonaría de media por un asalariado de estas características 51 euros más al mes.

Esfuerzo en I+D+i

Con todo, Empleo pretende conseguir alrededor de 600 millones de euros más, que se traducirán en su práctica totalidad en un incremento de costes laborales para los empresarios de idéntica cantidad. En cuanto a las bases mínimas, que tradicionalmente han subido lo mismo que la previsión de IPCcon la que se elaboraban los Presupuestos, en 2014 podrían quedar congeladas o subir por debajo del 1%.

En cualquier caso, el aumento de dichas bases por las que cotizan los salarios más bajos tiene un impacto recaudatorio mucho menor (unos 30 millones por cada punto que subieran).

Además de este incremento de las bases máximas de cotización, que afecta a todas las empresas sin excepción sea cual sea su sector de actividad, las cuentas públicas para 2014 encierran muchas otras cifras claves para las compañías.

Una de las partidas más castigadas por los ajustes con motivo de la crisis ha sido el gasto en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Pues bien, fuentes de Hacienda aseguran que ese será uno de los escasos esfuerzos que admitirá el presupuesto. “Hasta el viernes o el lunes no se conocerá la cuantía exacta de lo que aumentará el gasto en I+D porque todavía hoy se están cerrando los números, pero sí es cierto que habrá una levísima mejora en el volumen de fondos destinados a esta clase de inversiones”, aseguran las mismas fuentes, que reconocen que el aumento no contentará a los sectores más afectados, pero, al menos, no representa un nuevo recorte.

Donde el gasto se quedará prácticamente igual al de este año en términos reales es en el apartado de la obra pública. El sector de la construcción había pedido al Ejecutivo un aumento de la inversión por sus efectos beneficiosos como generador de actividad y empleo, pero finalmente el Ministerio de Fomento parece que no ha podido arrancar a Hacienda un aumento de recursos y en esta batalla la ministra Ana Pastor no será un problema para Montoro, ya que es una firme defensora de que “no se puede gastar lo que uno no tiene”.

Así, las empresas trabajan ya con la hipótesis de que, salvo cambios de última hora, el gasto en inversión se situará en torno al 1,5% del PIB (apenas 16.000 millones de euros), con lo que volverá a representar la cifra más baja desde 1980. Antes de la recesión, la inversión pública de todas las Administraciones alcanzó en 2007 los 43.646 millones de euros. De ese volumen, las comunidades autónomas acapararon el 38%, los ayuntamientos el 33% y el resto la Administración central. Los primeros signos evidentes de crisis fueron contestados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con el Plan E, que dotó de recursos extra a los municipios para que emprendieran más proyectos de obra pública y aunque estimuló la actividad, lo cierto es que también disparó el déficit hasta los 117.000 millones, algo que hizo saltar todas las alarmas. El Gobierno ahora parece fiar toda la recuperación de la construcción a la colaboracion público-privada, algo a lo que no se niegan las empresas, siempre y cuando se dé una solución definitiva a las autopistas en quiebra, el verdadero dolor de cabeza de Pastor y, como no, de Montoro.

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