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Bruselas teme que la crisis italiana pueda provocar otra sacudida

Guindos descarta pedir un segundo rescate

El Eurogrupo reconoce que la reestructuración en España ha sido un éxito

El ministro de Economía español, Luis de Guindos (i), conversa con su homólogo lituano, Rimantas Sadzius, durante una reunión informal de dos días en Vilna (Lituania).
El ministro de Economía español, Luis de Guindos (i), conversa con su homólogo lituano, Rimantas Sadzius, durante una reunión informal de dos días en Vilna (Lituania).VALDA KALNINA (EFE)

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha descartado hoy la petición de un nuevo programa de asistencia cuando concluya en enero de 2014 el actual rescate de la banca española. A diferencia de Irlanda o Portugal, que esperan disponer de una línea de crédito europeo cuando concluyan sus rescates, Guindos asegura que España se financiará por completo por sí misma.

“En absoluto”, ha asegurado el ministro español de Economía tras ser preguntado si contempla la posibilidad de solicitar a Bruselas algún tipo de asistencia financiera cuando concluya el rescate de la banca.

De Guindos ha hecho estas declaraciones tras asistir en la capital lituana a la reunión informal que cada semestre celebran los ministros de Economía de la Unión Europea (UE) en el país que ocupa la presidencia del club. En la cita de Vilna, los ministros han pactado el calendario para preparar la conclusión del rescate de Irlanda y del rescate de la banca española. Según el acuerdo, la decisión se adoptará el próximo 15 de noviembre.

De Guindos se ha mostrado convencido de que en el caso de España ese día se acordará el final del programa de asistencia y la extinción del memorándum de condiciones asociado a un préstamo de hasta 100.000 millones de euros del que solo se ha consumido un 40%.

El ministro ha asegurado que ningún socio del euro ni ninguna institución europea aboga por prolongar el rescate español o por sustituirlo por algún tipo de línea de crédito preventiva. “No he tenido presiones de ningún tipo [en ese sentido]”, ha señalado De Guindos. Todo lo contrario, según el ministro. “Hay satisfacción porque el programa ha funcionado y ha servido para sanear las entidades españolas que lo necesitaban”.

Algunas fuentes europeas observan con inquietud el final del programa español y no ocultan su deseo de mantener un cordón umbilical entre España y el fondo de rescate (el Mecanismo Europeo de Estabilidad, MEDE), en forma de programa preventivo que podría activarse en caso de emergencia. La solicitud para ese crédito, sin embargo, tiene que partir del Gobierno de Mariano Rajoy, que no se muestra dispuesto. Varios de los socios del euro, además, tampoco son partidarios de activar nuevos rescates, aunque solo sean potenciales. Para capitales como Berlín o Helsinki, la prolongación del rescate español sería un problema político interno. Su conclusión, en cambio, puede presentarse como el primer éxito de los rescates emprendidos en el seno de la zona euro a partir de 2010.

Solución para cada país

Irlanda, que también espera poner fin a su rescate completo a finales de año, sí que parece proclive a contar con el apoyo parcial del MEDE en su regreso a los mercados de deuda. Pero Dublín ha perdido el acceso por completo y su sometimiento a un programa parcial le daría derecho, además, a beneficiarse de la compra de deuda por parte del BCE.

En el caso de España, según las fuentes consultadas, el beneficio no sería tan claro. Y el coste político resultaría evidente. En Bruselas se reconoce como lógico la intención del Gobierno de Rajoy de dar por terminado el rescate, una baza que podría esgrimir de cara a las elecciones europeas del próximo mes de mayo.

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