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Los menores impuestos incentivan los cambios de residencia fiscal

La mitad de las rentas altas de España paga el IRPF en Madrid

Ha ganado siete puntos de cuota en los últimos tres ejercicios Cataluña ha registrado una leve caída en el mismo período

Declarantes de IRPF por comunidades

La estadística de la Agencia Tributaria parece indicar que la Comunidad de Madrid, que mantiene el tipo impositivo del IRPF más bajo de España y no aplica el impuesto sobre el patrimonio, se ha convertido en una suerte de refugio para las rentas altas. Los últimos datos de Hacienda muestran que 5.612 contribuyentes declararon por IRPF más de 600.000 euros en 2011. De estos, el 48,6% tributó como residente en la Comunidad de Madrid. Se trata de una proporción muy elevada si se tiene en cuenta que el conjunto de contribuyentes madrileños representan solo el 16% del total. Cataluña, por su parte, aglutina el 18% de declarantes en España y concentra el 22,4% de las rentas altas, un porcentaje muy inferior al de Madrid.

Si bien la crisis ha provocado un descenso generalizado del número de contribuyentes con rentas superiores a 600.000 euros –pasó de 8.000 declarantes en 2008 a 5.612 en 2011–, se ha registrado una concentración inaudita de contribuyentes adinerados en Madrid.

Ricos que no figuran en la estadística del IRPF

La estadística del IRPF recoge las ganancias obtenidas por salarios o plusvalías (venta de acciones o de inmuebles). Así, quedan fuera grandes propietarios de empresas o elevados patrimonios que logran que su renta tribute por el impuesto sobre sociedades.

Ello puede explicarse porque la mayoría de grandes empresas cotizadas, que son las que mejor han soportado la crisis, tienen su cuartel general en Madrid. Por lo tanto, los altos directivos –cuyo sueldo medio se mueve en torno a los 700.00 euros según datos de la CNMV– residen en esta comunidad. Sin embargo, los asesores fiscales también apuntan que han detectado en los últimos ejercicios “deslocalizaciones de personas físicas”, es decir, cambios de residencia –reales o simulados– por motivos fiscales.

El aumento de la concentración de las rentas altas en Madrid es un fenómeno singular. La segunda comunidad con un mayor nivel de renta es Cataluña. País Vasco y Navarra no aparecen en la estadística al aplicar un sistema fiscal diferenciado del resto. El 22,4% del total de contribuyentes en España que ganan –ya sea vía salario o plusvalías– más de 600.000 euros tributan en Cataluña. En 2008, ese porcentaje era del 22%. Es decir, en términos relativos, Cataluña experimenta una mínima caída de su proporción de rentas altas a la par que Madrid registra un alza de siete puntos (del 41,7% al 48,6%).

Si se baja el umbral y se toma como referencia los contribuyentes con rendimientos superiores a 150.000 euros, las cifras reflejan que 73.781 españoles rebasaron ese limite en 2011. De estos, el 40% reside en Madrid y el 24,2% en Cataluña. Antes de la crisis, la relación era 34,3% para Madrid y 24% para Cataluña. Con estas cifras, parece muy aventurado afirmar que existe un trasvase de rentas altas de Cataluña –cuyos porcentajes se mantienen estables– a Madrid.

Incremento de las diferencias fiscales

La estadística tributaria aporta mucha información, aunque con cierto retraso. Así, los últimos datos pertenecen al ejercicio 2011, que se declara en 2012. Y fue precisamente en 2011 cuando se agudizaron las diferencias fiscales entre distintas comunidades en la medida en que los Ejecutivos autonómicos empezaron a utilizar su capacidad normativa para elevar el IRPF. También fue en 2011 cuando Zapatero recuperó el impuesto sobre el patrimonio, un tributo de competencia autonómica y que grava la riqueza de los contribuyentes. La Comunidad de Madrid es la única que no aplica esta figura tributaria, lo que supone un incentivo para atraer a rentas altas y elevados patrimonios. Además, el tipo máximo en el IRPF en Madrid asciende al 51,9%, un nivel que en Cataluña o Andalucía alcanza el 56%. Ello significa que un alto directivo que gane 600.000 euros pagará 19.000 euros más por IRPF en Cataluña o Andalucía que en Madrid.

Habrá que esperar a las próximas publicaciones para ver si la estadística confirma de forma más rotunda que se están produciendo las “deslocalizaciones de personas físicas” que han detectado los asesores fiscales. De momento, llama la atención la evolución de rentas altas registradas en las comunidades limítrofes con Madrid. El número de contribuyentes con ingresos superiores a 600.000 euros cayó un 30% entre 2008 y 2011 en toda España. Un descenso que fue del 70% en Castilla-La Mancha, la cifra más elevada. Fuentes de los despachos fiscales reconocen que resulta relativamente sencillo para los castellanomanchegos adinerados ubicar su residencia fiscal en la región vecina. El Ejecutivo de Ignacio González no tiene intención de subir impuestos, por lo que la Comunidad de Madrid seguirá siendo el territorio preferido para las rentas altas.

No aplicar Patrimonio ahorra 300 millones a los adinerados madrileños

La negativa de la Comunidad de Madrid de aplicar el impuesto sobre el patrimonio supone dejar de ingresar como mínimo unos 310 millones anuales desde que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero recuperó el tributo en 2011. En principio, este será el último año en que se aplicará el impuesto después de que el actual Gobierno de Mariano Rajoy prorrogara un ejercicio más su vigencia. A pesar de que el mínimo exento se elevó hasta los 700.000 euros, el Gobierno madrileño rechaza activar esta figura tributaria. Un contribuyente con un patrimonio valorado en cuatro millones no pagará ni un euro si reside en Madrid y deberá abonar 164.049 euros si vive en Andalucía por este tributo. La cuota fiscal ascenderá a 41.985 euros en Cataluña o 36.546 euros en Castilla-La Mancha o Galicia.

Se trata de diferencias relevantes que fuentes fiscales reconocen que incentivan el cambio de residencia. La consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid sostiene que mantener una fiscalidad baja incentiva la actividad empresarial de la región. De hecho, el consejero de Hacienda madrileño, Enrique Ossorio, aseguró la semana pasada que los impuestos bajos y las menores trabas administrativas han provocado que 4.954 empresas trasladaran su sede social en Madrid. De estas, el 21% procedían de Cataluña, según los datos que la consultara Axesor facilitó a Madrid. Desde Cataluña, la Generalitat negó esas cifra. No existe ningún informe público que permita sustentar los datos de Axesor.

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