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Alternativas para sacar partido en momentos de volatilidad

Lo mejor para el inversor conservador

Thinkstock

1. Depósitos: las firmas extranjeras, a la cabeza

Si lo que se busca es seguridad por encima de todo, los depósitos y cuentas remuneradas son la opción más acertada. En un momento en que las turbulencias han vuelto a instalarse en el mercado, muchos pequeños ahorradores no quieren jugársela y se decantan por productos que cuentan con el respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos.Pero a día de hoy las rentabilidades prometidas están lejos de ser lo que eran. Desde que en enero Luis María Linde estableciera límites a los superdepósitos los tipos de interés han bajado de manera considerable. La banca, temerosa a las consecuencias que traería su incumplimiento, decidió, de manera unánime, ajustar su oferta a las recomendaciones verbales del Banco de España. Además, el hecho de que el BCE mantenga el precio del dinero mínimo históricos (0,5%) tampoco ayuda.

En medio de este escenario, las entidades extranjeras con sucursal en España son las que comercializan productos con las rentabilidades más atractivas.

Banco Espírito Santo, Banco Pichincha y Banco Finantia Sofinloc son algunos de los ejemplos más significativos.Los tres disponen de depósitos al 3%, la única diferencia es el tiempo de permanencia que en el caso de los dos primeros es a un año mientras que el tercero, es a 13 meses. El gran pero que presentan estos productos es la cantidad mínima exigida que asciende a 50.000 euros.

A estas ofertas se suma la de Bankoa, perteneciente al grupo francés Crédit Agricole y cuya presencia en España se concentra en el País Vasco. La entidad dispone de la que es sin lugar a dudas la oferta más interesante para obtener una rentabilidad moderada en un corto periodo de tiempo. Así, Bankoa cuenta con un depósito a tres meses al 3% hasta el 31 de julio. El importe mínimo es de 3.000 euros y el máximo, de 30.000.

Contratando la cuenta nómina de Bankinter el cliente que quiera seguir sacando partido a sus ahorros puede abrirse el depósito nexo a 13 meses al 3%. De esta forma, por la cuenta (hasta 5.000 euros) recibirá un 5% el primer año y un 2% el segundo, mientras que por el depósito (a partir de 6.000 euros y hasta 200.000 euros) percibirá un 3%.

Una fórmula similar a la que emplea Bankinter es la de ING Direct que, con la apertura de la cuenta naranja el cliente, de manera inmediata, pasa a contratar un depósito a cuatro meses al 2,4% sin comisiones ni condiciones de ningún tipo. Transcurrido ese plazo, el dinero acumulado en la cuenta pasa a rentar un 1%.

Uno-e, la filial online de BBVA, comercializa un depósito a 13 meses al 2%. Ni siquiera el recurso de plazos de permanencia superiores a un año o 24 meses sirve para arañar unas rentabilidades más suculentas.Hasta hace no mucho los plazos irregulares (13 y 25 meses principalmente) eran la herramienta de la que echaban mano las entidades para ofrecer unos tipos de interés mas altos y competir con el resto de firmas para atraer a nuevos clientes.

En el lado de las cuentas remuneradas, además de la cuenta nómina Bankinter, las opciones más interesantes son las de Mediolanum que dispone de la cuenta Freedom y la cuenta Única. La primera remunera un 3,25% los seis primeros meses hasta un saldo máximo de 15.000(superada esa cuantía renta un 1%). Cumplido ese plazo y hasta los 12 meses, la rentabilidad cae al 2,25%.

La cuenta Única, pensada para saldos superiores (30.000 euros), ofrece un 2,75% los seis primeros meses.Al igual que el caso anterior, una vez finalizado ese periodo el tipo de interés será del 1,44%.

La cuenta Coinc y su competidora más inmediata, la cuenta Inteligente Evo, ocupan un plano secundario con rentabilidades del 2,25 y del 2%, respectivamente.

2. Renta fija: la tranquilidad de saber la ganancia

En el momento en el que se compra un activo en el mercado de deuda o renta fija se sabe exactamente la rentabilidad que se va a obtener. Ese interés depende de la solidez del emisor, de manera que los títulos más seguros son por tanto los menos rentables.

Deuda Pública. Las emisiones más fiables son los bonos soberanos de los países con mejor calificación crediticia, los considerados refugio como Alemania, Holanda o Suiza, en Europa, y Estados Unidos. El bund alemán a diez años se paga al 1,7% y el americano, en torno al 2,5%.

Las rentabilidades de las deudas soberanas han subido en las últimas semanas por el temor de los mercados a la retirada de la liquidez por parte de los bancos centrales, tras el anuncio de la Reserva Federal (Fed) estadounidense. Y como consecuencia, los precios han bajado.

Para los analistas, lo ideal es conjugar riesgo con rentabilidad y optar por bonos algo menos seguros pero que paguen más que la inflación (que daña la rentabiliad real). Una opción son algunos bonos periféricos europeos, cuyo rendimiento a diez años roza el 4,7% en el caso de España, o el 4,4% en el caso de Italia. Abstenerse de griegos, portugueses y chipriotas.

Deuda corporativa. Las previsiones de una menor liquidez han elevado también las rentabilidades de los bonos corporativos, aquellos que emiten las empresas para financiarse. La última compañía española en lanzarse al mercado de capitales fue Abertis a principios de junio. Colocó bonos a diez años con un cupón del 3,8% y esa deuda ofrece ahora más de un 4%.

Pero los expertos consideran que la mejor elección para un inversor poco arriesgado es la deuda privada de los conocidos como blue chips del mercado español, con un rating BBB o superior. “Santander, BBVA, Repsol o Telefónica son empresas con un negocio muy diversificado que no dependen al 100% de la salud económica española”, sostiene Daniel Álvarez, analista de XTB.

La apertura de los mercados de deuda a finales del año pasado por las menores tensiones desató una racha de emisiones que aprovecharon las grandes empresas españolas. Santander vendió 1.000 millones de bonos a siete años con un cupón del 4%. Por su parte,BBVA emitió deuda senior a cinco años a un interés del 3,25% y del 3,75%, respectivamente.

Telefónica emitió 1.500 millones en bonos a una década con un interés del 3,98%. Repsol realizó una emisión de bonos con vencimiento en 2019 con cupón del 4,875%, aunque cotizan en la Bolsa de Luxemburgo.

3. Dividendos: el premio a la fidelidad

El dividendo, y en especial la rentabilidad que este ofrece, es uno de los aspectos que más valoran aquellos inversores que deciden confiar sus ahorros a la renta variable.A pesar de la volatilidad asociada a la Bolsa, la idea de recibir una compensación a la fidelidad acaba pesando y mucho sobre la mente de los más conservadores. Para que la estrategia surta efecto y se produzca el ansiado retorno es fundamental escoger aquellas compañías que a pesar de las turbulencias económicas tengan unos beneficios y una generación de caja lo suficientemente sólida como para resistir a los momentos de mayor debilidad.

Hasta 2008, año en que se produjo el estallido de la crisis que provocó el desplome de las Bolsas mundiales, las grandes compañías del Ibex 35, los conocidos blue chips (BBVA, Santander,Telefónica, Iberdrola y Repsol), eran las empresas que ofrecían los dividendos más suculentos.Sin embargo, cinco años después la situación ha cambiado por completo.Estas compañías, pertenecientes a sectores como el bancario, el eléctrico o las telecomunicaciones, es decir, a algunos de los negocios más castigados, han visto cómo la exposición a España les ha pasado factura a sus resultados. La consecuencia más inmediata fue un cambio en las fórmulas de retribución al accionista.Del dinero contante y sonante se ha pasado a otras estrategias que tienen como principal objetivo evitar la salida de dinero en un momento en que la baja demanda ha mermado sus beneficios. El scrip dividend o la entrega de acciones son algunas de las herramientas más empleadas, aunque en algunos casos como el de Telefónica, las empresas han decidido eliminar cualquier tipo de retribución a fin de acelerar el proceso de desapalancamiento.

Pero todavía es posible encontrar algunas excepciones.Empresas cuyos negocios y saber hacer han resistido al huracán. Invertir en ellas es una apuesta segura, al menos desde el punto de vista del dividendo.

Dentro del reducido número de compañías que siguen entregando el dinero en metálico estarían Viscofan, Corporación Financiera Alba, Catalana Occidente y Acciona. En los cuatro casos los accionistas están percibiendo la retribución convencional desde mediados de los años 90, es decir, han resistido a dos crisis y a pesar de ello siguen recompensado la permanencia.

A las anteriores se suman otras como Inditex, BME, Técnicas Reunidas o CAF, que llevan al menos diez años pagando de manera ininterrumpida en efectivo.

El grupo textil, que gracias a la internacionalización ha podido capear la caída del consumo en España, la retribución prevista para este año es de 2,2 euros por acción.En total la empresa textil lleva ofreciendo el dividendo clásico desde el año 2002 y para este ejercicio el incremento respecto al año pasado es del 22%.

Si hubiera que guiarse por la rentabilidad del dividendo, dentro del índice de la Bolsa madrileña el primer puesto lo ocuparía Santander con una rentabilidad próxima al 12%. El segundo y tercer puesto serían para Ferrovial (10%) y BME(9,39%). Sin embargo, esto que hasta hace poco era una fuente de éxito asegurada, a día de hoy y tras la aparición de fórmulas alternativas ha dejado de funcionar.El ejemplo más claro es el del Santander, que se encuentra abonado a la estrategia del dividendo flexible desde 2009. Poco después sus competidores decidieron seguirle los pasos.

4. Fondos de inversión: rentabilidades medias del 3%

Los ahorradores con más aversión al riesgo tienen en los fondos de inversión garantizados de renta fija una alternativa a los depósitos. Los plazos son algo más largos, entre los cuatro y cinco años de media, pero ganan en rentabilidad a la mayoría de las imposiciones a plazo fijo, tras los límites a los extratipos dictados por el Banco de España. Además, aseguran el capital inicial invertido más un rendimiento mínimo al vencimiento.

Es cierto que la volatilidad de los mercados en los últimos días, por el cambio de sesgo de la Fed, ha penalizado los fondos, que cerraron junio con rendimientos negativos, pero aun así la rentabilidad media anual sigue siendo positiva, según datos de la patronal Inverco.

En los fondos garantizados de renta fija, el interés mínimo en 2013 se acerca al 3% de media. Los más destacados por la evolución de su rentabilidad son Caixa Catalunya Previsio FI, con un interés en lo que va de año del 5,14% y a tres años del 20,39%, y Caja Laboral Renta Asegurada II FI, a un 2,20% y un 27,47% en los mismos periodos, respectivamente.

Pero cada vez más los gestores apuestan por los fondos monetarios a corto plazo (siempre inferior a doce meses), “porque son más líquidos y permiten al partícipe salir sin penalizaciones, aunque no tienen garantía”, apunta José María Luna, director de análisis de Profim. Recomienda los que invierten en depósitos de entidades españolas “de primera línea”, cuya rentabilidad media ronda el 1,30%, muy por encima del 0,10% de los monetarios tradicionales.

Sergio Ortega, de VDOS Stochastics, señala que la categoría Monetario Euro y Monetario Euro Plus es la que ha logrado captar mayores aportaciones netas en el primer semestre del año, con un total de 2.677 millones de euros. Señala que “están mostrando un nivel de riesgo muy reducido, aunque las rentabilidades son más modestas que en otras categorías”. El Novagalicia Fondepósito FI ofrece una rentabilidad a un año del 2,89% y Bankia Bonos Corto Plazo Principal FI paga un 3,12% a doce meses.

Asimismo, están proliferando en las entidades financieras los fondos con objetivo de rentabilidad, que tampoco tienen garantía, pero están ofreciendo de media entre un 2% y un 3%.

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