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Van Rompuy quiere destinar una partida de 5.000 millones para combatirlo

El paro juvenil se cuela en los presupuestos de la UE

La UE retomó anoche las negociaciones sobre el marco presupuestario del club comunitario para 2014-2020, interrumpidas en noviembre del año pasado.

Tres meses después las divergencias son muy parecidas: los gobiernos más euroescépticos quieren recortar su contribución, con el primer ministro británico, David Cameron, como principal abanderado; y los más euroentusiastas, con el presidente francés François Hollande a la cabeza, quieren mantener un nivel de gasto similar al actual.

Pero entre los dos frentes se ha colado un problema de la economía tan real como la tasa de paro, que lleva varios meses batiendo récords en el conjunto del Viejo Continente y en varios socios comunitarios. Y en un gesto de reconocimiento de ese problema, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, intentaba ayer reservar una parte del presupuesto para combatir al menos el desempleo juvenil.

Se trataría de una partida mínima (de unos 5.000 millones de euros o el 0,05% del marco presupuestario) pero que permitiría al menos visualizar la preocupación de los líderes comunitarios por un problema que, a finales de 2012, afectaba al 25% de los menores de 25 años en busca de trabajo y al 50% en algunos países como España. La reserva de ese fondo contra el paro juvenil ayudaría, de paso, a "humanizar" un presupuesto comunitario que a menudo se percibe como un mero reparto entre gasto agrícola_(que se lleva el 36%) e infraestructuras.

La partida contra el desempleo juvenil no supondría un incremento presupuestario, porque si algo parecía ayer claro es que el marco para los próximos siete años será inferior al del último periodo (2006-2013). La novedad estribaría en que los 5.000 millones estarían reservados para proyectos destinados a fomentar el empleo entre jóvenes de 16 a 24 años en los países con mayor tasa de paro juvenil, por lo que España podría aspirar a una buena parte del fondo.

Esa partida ayudaría al Gobierno español a mejorar su saldo presupuestario con la UE, que durante el próximo periodo puede deteriorarse sensiblemente. Los últimos cálculos indican que España podría perder hasta 17.000 millones de euros. Aun así, el Gobierno confía en que el saldo siga siendo positivo durante los próximos siete años, y que España siga recibiendo más de lo que aporta (unos 10.000 millones al año).

El fondo contra el desempleo juvenil, en todo caso, seguía anoche pendiente de un acuerdo sobre el marco presupuestario general.

Al cierre de esta edición, se habían producido numerosísimos encuentros bilaterales (el presidente del Gobierno Mariano Rajoy estuvo con la canciller, Angela Merkel; con Hollande; o con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, entre otros) pero las posiciones entre los dos bandos parecían bastante alejadas.

Ambas partes llegaron a Bruselas con el pabellón bien alto y dispuestos a dar la batalla. "Las cifras de noviembre [970.000 millones de euros para siete años] son demasiado elevadas y si no se rebajan, no habrá acuerdo", proclamó Cameron antes de entrar a la sede del Consejo Europeo donde se celebró la cumbre.

El presidente francés no fue menos beligerante. "Estoy dispuesto a razonar con gente que no está dispuesta a razonar, pero hasta cierto punto", advirtió el francés. Y añadió que no apoyará unos presupuestos "que no tengan en cuenta el crecimiento y la solidaridad".

Van Rompuy, que en noviembre ya recortó en 80.000 millones de euros la propuesta inicial de la Comisión Europea (algo superior al billón de euros) parecía ayer dispuesto a dar otro tijeretazo de hasta 30.000 millones para contentar a Londres y, en menor medida, a Berlín, Ámsterdam o Estocolmo. Pero incluso ese acuerdo de mínimos podría nacer muerto, como les recordó el presidente del Parlamento. La Eurocámara debe ratificar el marco por mayoría absoluta (al menos 378 votos a favor de 734 eurodiputados). Y la mayoría de los grupos se han declarado dispuestos a votar en contra de un marco presupuestario "a la inglesa". De ser así, habría que negociar un presupuesto solo para 2014. Mientras tanto, la tasa de paro, también la juvenil, sigue aumentando en Europa.

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