
El Gobierno asegura en su demanda legal que busca una indemnización tanto de Standard & Poor's como de su matriz McGraw Hill. "Las consideraciones sobre minutas, cuotas de mercado y beneficios, y las relaciones con los emisores influyeron de forma injustificada sobre los criterios para las calificaciones de S&P y sus modelos", aseguró el Gobierno. Las acciones de McGraw Hill cayeron ayer un 13,8% después de que la empresa anunciase que esperaba esta demanda, lo que se convirtió en su mayor retroceso en un día desde 1987. La noticia también afectó a su principal rival, Moody's, que perdió otro 10,7%.
No queda del todo claro por qué los reguladores estan concentrando sus iras en S&P y, por ahora, están pasando por alto la actuación de empresas como la propia Moody's. Estas dos agencias, al igual que la europea Fitch, se han enfrentado durante los últimos años a las iras de los inversores, políticos y reguladores (por no hablar de buena parte de la ciudadanía) por asignar calificaciones demasiado altas a miles de productos subprime y derivados hipotecarios y se descubrieron como toxicos.
El diario New York Times anunció que la pasada semana fracasaron las conversaciones entre el departamento de justicia del país y la empresa para alcanzar un acuerdo extrajudicial valorado en más de 1.000 millones de euros.