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5 Preguntas Clave para Invertir en Bolsa

El concepto “inversión” se encuentra siempre presente en nuestra vida diaria, de hecho no cesamos de “invertir” ya sea para nuestro futuro o para el de la gente que nos rodea. Y es aquí dónde aparece otro concepto que se vuelve determinante en la toma de cualquier decisión: “Valor”. De hecho en nuestro día a día no dejamos de plantearnos una pregunta muy simple “¿qué valor tiene esto? ¿cuánto estoy dispuesto a pagar por ello?”, aunque no solo en sentido monetario, sino en muchos casos también temporal, es lo que se conocería dentro del mundo económico como “coste de oportunidad”.

En este artículo pretendo dar una visión rápida de las preguntas que debemos hacernos a la hora de invertir en acciones o títulos de una compañía.

1. ¿Cuál es el origen de los ingresos de la compañía?

Es muy importante tener claro desde un primer momento dónde se originan dichos ingresos. Si se trata de productos o servicios y cuales son las variables que los afectan. En muchas compañías, los ingresos están en gran medida regulados (REE), mientras que en otras pueden depender de la fluctuación en los precios de las materias primas (Arcelor Mittal), o de simples modas en el consumo (Apple).

También es importante estudiar la procedencia geográfica de dichos ingresos, para ver en que medida se encuentran más o menos diversificados o si los mercados de origen muestran una tendencia saludable.

2. ¿En que sector y zona geográfica se enmarca? ¿Cuál es la perspectiva macroeconómica de ese sector?

Una vez tengamos claro como obtiene la compañía sus ingresos, es igual de importante estudiar el entorno en el que se sitúa, así como su posicionamiento relativo frente al resto de compañías del sector. Y lo que es más importante aún, ver cuales son las perspectivas de crecimiento futuro, ya que a la hora de invertir en una empresa nuestra visión debe estar centrada en encontrar valor en el medio plazo.

3. ¿Cuáles son los gastos en los que tiene que incurrir la compañía para realizar su actividad?

Dependiendo de la compañía y del sector de actividad, podemos ver empresas en las que el mayor peso de los gastos va ligado a costes fijos (maquinaria, instalaciones, …) que hacen que ante ciertos momentos de caída de la actividad, como el que sufre ahora mismo nuestro país, sean menos flexibles e incurran en excesos de capacidad, con la necesidad adicional de realizar los ajustes pertinentes.

Es muy importante para poder saber lo rentable que resulta una empresa, conocer cuál es su margen de explotación así como si este es sostenible en el tiempo.

4. ¿Cuál es el nivel de endeudamiento de la compañía? ¿es capaz de repagar su deuda?

Por ejemplo, en un momento de crisis económica, con la prima de riesgo Española en niveles elevados, el estudio del nivel de endeudamiento de las empresas se ha vuelto un elemento clave.

Lo primero que debemos analizar es la cifra de endeudamiento neto con la que parte la compañía, el coste que paga por financiarse y su calendario de vencimientos.

Una vez estudiado este nivel de partida, debemos ver cual es la capacidad de la empresa de generar caja para ir amortizando dicha deuda.

Para ver si una empresa genera o no genera caja, debemos ver a grandes rasgos si a través de la realización de su actividad ordinaria, sin tener en cuenta todo lo que no sean salidas de caja (amortizaciones, provisiones,…) y una vez desembolsado los costes financieros, dividendos e inversiones, es capaz de generar un saldo positivo.

Debemos comprobar también ver si el calendario de vencimientos de su deuda está lo suficientemente espaciado en el tiempo y en el caso de tener refinanciaciones de deuda relevantes, estudiar su impacto en los resultados por un posible incremento del coste financiero.

5. ¿Puede crecer a través de la adquisición de otras empresas? ¿o puede ser adquirida?

El último punto que no podemos olvidar es el estudio de sus posibles vías de crecimiento. Las empresas pueden crecer mediante dos vías principales: crecimiento interno, menos arriesgado y seguramente más barato aunque con la necesidad de un mayor horizonte temporal o mediante crecimiento externo. Este último, es mucho más arriesgado, seguramente más caro pero mucho más rápido.

Existen multitud de razones económicas que llevan a las empresas a utilizar esta última vía de crecimiento, aunque siempre la más importante debe ser la creación de valor para el accionista. ¿Cómo sabemos si es buena idea que la empresa se fusione o adquiera a otra compañía? Esta pregunta tiene una respuesta muy simple, cuando el valor de la suma de ambas compañías sea superior a su suma por separado. Es decir, debemos estudiar las posibles sinergias que se deriven, ya sean de costes o de ingresos.

En cualquier caso, toda decisión de inversión siempre conlleva un componente de subjetividad tal que hace imposible que todos los inversores hagan una misma valoración de las compañías analizadas.

Carmen S. García Navarro, Gestor de fondos de Renta 4 Banco

@cgarciar4

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