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El presidente español anuncia una caída de 3,5 puntos en el déficit estructural de la economía española

Merkel avala los ajustes de Rajoy, que ultima un plan de estímulo para este mes

La hostilidad que se presentía entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente español, Mariano Rajoy, se apaciguó a la hora de comparecer ante la prensa. Merkel avaló las reformas en España, mientras que Rajoy ensalzó el papel de Alemania como segundo mayor emisor de turistas e importador de bienes a España.

España se ha metido en una espiral de recesión y paro, de la que difícilmente va a salir con rapidez si no es con políticas de estímulo. Ante la imposibilidad de ponerlas en marcha por sí misma (la prioridad es reducir el déficit público y el elevado nivel de endeudamiento), Rajoy trató de buscar a otros socios comerciales para que impulsaran programas de estímulo y se fijó en Alemania, el único país de la zona euro que no va a estar en recesión o estancado este año. El mensaje se lo transmitió directamente a la canciller alemana, Angela Merkel, en una cumbre de jefes de estado celebrada en Chile la semana pasada. La respuesta fue clara: Alemania ya estaba haciendo sus deberes y España debía elevar las exportaciones a Latinoamérica para mejorar su posición internacional. Esa contestación, que fue interpretada como un desaire por las autoridades españolas, hacía presentir un clima enrarecido en la vigésimocuarta cumbre bilateral entre ambos países. Al encuentro celebrado ayer en Berlín, Rajoy y Merkel acudieron acompañados con sus ministros de Economía, Exteriores, Industria y Empleo para tratar un amplio abanico de asuntos, que fueron desde las energías renovables, la unión bancaria o el elevado desempleo juvenil, que en España llega ya al 50% de la población activa. Es en este último punto donde Rajoy logró arrancar el único compromiso alemán, ya que Merkel anunció que en el Consejo Europeo que se celebrará el jueves y el viernes habrá medidas para frenar la sangría del paro en España. "En Alemania somos conscientes de que hay muchas personas en paro en España, pero las reformas van a surtir efecto", apuntó.

Del conflicto se pasó a la cordialidad. El resto de la intervención de ambos mandatarios se basó en un cruce de halagos. Frente a la crítica de Rajoy por no impulsar planes de estímulo, Merkel le dio la razón. "Nosotros ahorramos de manera que no somos un mal socio, sino que podamos hacer nuestra aportación al crecimiento en Europa. Una buena demanda interna en Alemania también es buena para las exportaciones en España y en el resto de países europeos", espetó. La canciller alemana tampoco escatimó elogios ante las reformas emprendidas por Rajoy en su primer año de legislatura, por las que confesó "sentir respeto y admiración".

En esa "atmósfera de buen entendimiento", tal y como la calificó Merkel, el presidente español olvidó su petición a Alemania y alabó su papel como socio comercial y emisor de turistas. "Es el primer país que visité desde que fui nombrado presidente. Somos gobiernos amigos y presidentes amigos. Las relaciones políticas y comerciales son buenas. El número de turistas alemanes ha crecido mucho y Alemania es nuestro segundo socio comercial" apuntó.

Tras evitar el choque directo con Merkel, Rajoy enarboló la bandera de la austeridad y las reformas como la única vía para que el PIB español vuelva a crecer y que se generen puestos de trabajo. El presidente español volvió a enumerar las reformas estructurales puestas en marcha en poco más de un año que lleva en el cargo (laboral, sanidad, educación o financiero) y a poner en valor los frutos que se están obteniendo, como una reducción del déficit estructural (aquel que se obtiene tras descontar el impacto que el ciclo económico tiene en los ingresos y en los gastos) de 3,5 puntos. "Tenemos superávit comercial con la zona euro y el mejor dato del sector exterior en 30 años", apuntó. Si finalmente se confirma el ajuste del déficit estructural y del fiscal (el Ejecutivo prevé una corrección superior a dos puntos), España habría logrado uno de los descensos más importantes en la historia económica de los países desarrollados en un entorno de recesión. Un informe de BBVA Research apunta que solo se han producido ocho casos de consolidaciones fiscales superiores al logrado por Rajoy en los últimos treinta años.

Crédito para pymes

Rajoy, sin embargo, trató de evitar que todo su discurso se centrará en los ajustes y anunció la puesta en marcha este mismo mes de un paquete de medidas para estimular el crecimiento, "centrado en el crédito para pequeñas y medianas empresas y en la lucha contra el desempleo juvenil".

Los dos grandes obstáculos que se ha encontrado el Ejecutivo español para la puesta en marcha de este programa son la restricción de crédito y la dificultad para convencer a las autoridades comunitarias a que destinen más recursos para frenar la sangría del desempleo. En el primer aspecto, el crédito iría dirigido, según fuentes oficiales, a emprendedores y autónomos y los fondos procederían de organismos multilaterales como el Banco Europeo de Inversiones. En cuanto a las ayudas para el desempleo, el secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, continuaba ayer con su labor para tratar de convencer a los miembros de la UE para que el próximo presupuesto comunitario, que se discute el jueves y el viernes, contenga recursos suficientes para el Fondo Social Europeo, el instrumento que garantiza la protección a los desempleados.

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