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El modelo a seguir son Santander y BBVA, con 80 supervisores integrados

El Banco de España pide más inspectores para empotrar decenas de ellos en cada entidad

El gobernador del Banco de España quiere evitar que se repitan los errores del pasado incrementando la supervisión de la banca. Su plan pasa por empotrar este mismo año a decenas de inspectores en cada entidad, para lo que reclama más efectivos, con el objetivo de que los 80 supervisores internos en Santander y BBVA sean el ejemplo a seguir en otras firmas. Este modelo ya ha empezado a aplicarse en CaixaBank, Sabadell o Popular.

Una de las condiciones que la troika impuso al rescate de la banca española, recogida en el punto 24 del memorando de entendimiento (MoU), fue que el Banco de España mejorara sus mecanismos de supervisión con el objetivo de evitar los errores cometidos durante la presente crisis. La institución hizo los deberes y remitió un informe, el pasado 16 de octubre, apuntando algunas de las deficiencias detectadas y explicando las reformas que acometerá.

Aunque el documento estaba listo hace meses, no fue hasta este martes, a raíz de las acusaciones de mala praxis vertidas por los inspectores del supervisor, cuando se ha hecho público. El plan del gobernador Luis María Linde pasa por empotrar de forma permanente a decenas de inspectores en las 16 mayores entidades del país, para lo que reclama, no obstante, "más recursos".

Este tipo de "seguimiento in situ" se implantó "hace más de 10 años" en los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, que cuentan actualmente con 45 y 35 inspectores empotrados, respectivamente. La idea es que estos supervisores no solo sigan "la marcha de las entidades" sino que tengan la capacidad de "influir sobre las mismas de forma temprana" en caso de detectar problemas.

El Banco de España comenzó a extender esta práctica hace tres años, una vez ya arrancada la crisis, en otras entidades relevantes, entre las que cita "Caixa, Banco Popular o Banco Sabadell". Fuentes del supervisor indican que el objetivo de Linde es someter a las 16 mayores entidades del país a este procedimiento este mismo año, lo que "ha puesto de manifiesto la necesidad de mayores recursos humanos para su aplicación efectiva", reza el informe.

Una conclusión que se repite varias veces a lo largo del documento, argumentando que la mejora de los supervisores de otros países ha pasado por crecer en efectivos. De hecho, según la memoria de supervisión bancaria de 2011, la última disponible, la institución solo cuenta con 237 inspectores, con lo que la supervisión in situ de Santander y BBVA ya estaría acaparando un tercio de todos los recursos disponibles.

"Se considera que esta forma de supervisar mejora la tradicional -basada en el seguimiento continuado a distancia y visitas puntuales de inspección cada dos o tres años- ya que permite conocer antes y mejor las situaciones problemáticas", defienden desde el Banco de España donde no esconden, sin embargo, los "riesgos" que presenta el seguimiento in situ.

El documento alerta de que empotrar a un inspector en una entidad puede hacer que "pierda referencias de comparación", anteponga métodos de "persuasión" frente a una "estricta exigencia supervisora" o el hecho de que esta vía prime "el conocimiento acumulado" de una misma firma que "la necesaria rotación de inspectores".

La propuesta del documento, por tanto, pasa por "elaborar un plan específico para cada entidad" que dedique un 60% de los recursos a la inspección tradicional, y el 40% restante al análisis de riesgos.

Para las entidades menores, la supervisión sería externa, con visitas de las inspección cada tres años, plazo máximo en el que deberán ser supervisadas todas las carteras de crédito significativas.

Las otras claves del plan del gobernador

El nuevo marco de actuaciónLa Comisión Interna del Banco de España, dirigida por el consejero Ángel Luis López Roa, propone implantar un sistema de "corrección temprana" que active soluciones automáticas cuando una entidad eleve su riesgo. Las medidas serían cualitativas (como mejoras de gobierno interno) y cuantitativas (porcentaje de retención de beneficios, recargos de capital...). También insta a que los inspectores empotrados en la banca entreguen un informe semestral, con copia a la dirección de la firma, y que las desavenencias que esta tenga se estudien aparte. También se busca vincular la supervisión macroprudencial con la micro.Deficiencias y recomendacionesEl informe emitido por el Banco de España recoge las recomendaciones realizadas por organismos internacionales, como el FMI, estudios externos, como el encargado a la consultora Oliver Wyman, o el resultado de la auditoría interna efectuada por el propio supervisor. Así, el FMI insta a reforzar la independencia del supervisor y a actuar preventivamente y más rápido. Oliver Wyman recomienda más transparencia y una reflexión sobre la necesaria rotación de los inspectores de cada firma. La Comisión Europea, a su vez, sugiere que las auditoras roten de cliente cada seis años como máximo y pasen otros cuatro desligadas de ellos.

La Fiscalía investigará las denuncias de los inspectores

El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, anunció ayer que la Fiscalía pedirá información al Banco de España para investigar las críticas planteadas por la Asociación de Inspectores, que acusa al supervisor de "mirar para otro lado" de "forma habitual" cuando se detectaban infracciones en entidades financieras. El fiscal adelantó que su intención es comprobar estas denuncias y "constatar si hay delito".Así lo manifestó ayer Torres-Dulce, ante preguntas de los periodistas, tras la conferencia que ofreció en la Universidad de Castilla-La Mancha, en Toledo. Las actuaciones, admitió, están motivadas por varias informaciones publicadas en los últimos días en el diario El País, que se hacía eco de un informe de los Inspectores en el que se denunciaba que "la forma habitual de reacción ante los indicios de delito" en el Banco de España "era mirar para otro lado".Así, el fiscal general del Estado anunció que pedirá una copia del citado informe al organismo que gobierna Luis María Linde con el fin de "corroborar esa información periodística, porque evidentemente afecta de forma grave a la credibilidad de las instituciones". La Fiscalía, adelantó, "actuaría en consecuencia" si de la investigación se derivan indicios de delito, aunque no descartó que pese a las acusaciones de los inspectores los hechos puedan ser solo "conductas reprobables pero sin incidencia en el Código Penal".

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