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Perspectivas para 2013

Buenos augurios para la Bolsa tras tres años de caída

La capitalización de la banca y la opción de acudir a un rescate que rebaje la prima de riesgo sientan las bases para el alza del Ibex, que marca en 2012 mínimos de la crisis.

La Bolsa española deja un balance relativamente alentador para un año que ha estado marcado por la profundidad de la crisis económica y por la dureza de las reformas estructurales. España se ha estado paseando durante 2012 por un vertiginoso desfiladero y a punto ha estado de caer al precipicio del rescate total, para inquietud permanente de los inversores. Pero el año finaliza con la sensación de que se ha ganado tiempo para evitar la petición de ayuda europea para la deuda soberana y habiendo resuelto el grave problema del saneamiento y recapitalización del sistema financiero, que tanto ha penalizado a la Bolsa y la prima de riesgo del país.

Los mercados no han llegado a desahuciar a España y el Tesoro ha podido seguir financiándose con un éxito sorprendente para los niveles a los que ha llegado a cotizar la deuda soberana. La prima de riesgo alcanzó un nivel insoportable, digno de la petición de rescate, en el mes de julio, cuando rozó los 650 puntos básicos, con el bono al 7,6%. Pero ese fue el punto de inflexión que obligó a buscar una respuesta a nivel europeo y el momento a partir del que los mercados comenzaron a recuperar el aliento. La petición del rescate para la banca en el mes de junio, precipitado por la abrupta nacionalización de Bankia en el mes anterior, había activado la espiral de desconfianza que terminó por colocar a España al borde de un rescate por el que ya pasaron Grecia, Portugal e Irlanda. Y, como se ha demostrado en otros momentos de máxima gravedad de la larga crisis de deuda soberana europea, fue el detonante para que las instituciones europeas dieran un paso al frente en favor de uno de los pesos pesados de la zona euro. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, anunció en agosto un plan de apoyo por el que mostró su intención de activar compras de deuda en el mercado secundario, a cambio de que el país beneficiario solicitara ayuda a sus socios europeos -que ya han puesto a disposición para ello los recursos del Mecanismo Europeo de Estabilidad- y de un firme compromiso con el equilibrio presupuestario y la reducción del déficit.

La posibilidad de que España solicite esta modalidad de rescate -que no supone la expulsión del país de los mercados de capitales, a diferencia de un rescate a la griega- planea en el ánimo de los inversores desde entonces y ha servido para rebajar de forma sustancial la prima de riesgo, al tiempo que ha facilitado el avance bursátil. Así, el diferencial de la deuda española frente a la alemana se ha suavizado en más de 200 puntos básicos desde los máximos de julio y ha logrado perforar la cota psicológica de los 400 puntos básicos en los últimos días.

Su retroceso ha sostenido el avance del Ibex desde los mínimos de julio hasta la reconquista de los 8.000 puntos, en una clara demostración del estrecho vínculo que une al riesgo soberano con la renta variable. Así, la apuesta de las firmas de análisis es por una subida de la Bolsa española este año, pero sin perder de vista la petición de un rescate que debería solicitarse en el primer trimestre de 2013 y que debe rebajar la prima de riesgo y con ello, el coste de financiación no solo del Estado sino del conjunto de las empresas españolas, verdadero sostén para el crecimiento económico. Para Banco Sabadell, la petición de ayuda es el catalizador más claro a corto plazo y se hace necesaria "a fin de asegurar el acceso al mercado a un coste medio razonable". La entidad espera que, rescate mediante, la prima de riesgo quede en los 225 puntos básicos a fin de 2013, si bien aún sería superior al nivel que puede considerarse normal, en el entorno de los 125.

Potencial de la Bolsa española

El riesgo soberano, que ha alimentado la constante salida de inversores extranjeros durante meses, ha quedado amortiguado después de cerrarse la capitalización de la banca y de que el BCE lanzara su promesa de compra de deuda. Y con la expectativa de una petición de rescate que rebaje sustancialmente el coste de financiación, los inversores han comenzado a apostar por el Ibex.

A su favor juega su potencial de revalorización, a la vista de que a diferencia del resto de mercados europeos ha sido el único que finaliza el año con pérdidas, de apenas el 5,08%, y de que ha marcado en 2012 los mínimos de la presente crisis, en los 5.956,3 puntos. Es además uno de los pocos los índices europeos que todavía queda lejos de haber recuperado los niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008. Así, el Ibex todavía pierde desde entonces el 28,7%, frente a los avances que acumulan en ese mismo período de tiempo el Dax -que gana el 22% y que se ha anotado un repunte en 2012 del 29%- o el Ftse, que este año sube más del 6% y que cotiza un 9,4% por encima de los niveles a los que estaba cuando quebró el gigante estadounidense.

Barclays considera que la Bolsa española es una clara oportunidad de compra a pesar del repunte del 36,5% desde los mínimos anuales -también mínimos de la presente crisis- y remite de nuevo al argumento que maneja el conjunto de los analistas, el descenso de la incertidumbre que ha rodeado el futuro de la zona euro y que ha tenido a España como el foco de tensión más reciente.

En este sentido, Schroders explica que la mejora en las perspectivas de futuro del proyecto europeo es un catalizador para sus mercados bursátiles. Recomienda incluso considerar a la zona euro como un todo, a pesar de las grandes diferencias que hay entre sus miembros, con el argumento de que este año ha quedado certificada la continuidad de Grecia en la divisa europea y de que el BCE ha diseñado el mecanismo con el que rescatar a un país sin llegar a la situación extrema de que deba ser antes expulsado de los mercados. Apunta además que empieza a ser el momento de que las Bolsas europeas reduzcan la brecha de rentabilidad que las separa de las estadounidenses y que ahora está en máximos de los últimos cinco años, coincidiendo con la presente crisis.

En un entorno mucho más halagüeño para el conjunto de la zona euro y con mayor potencial de revalorización que el resto de mercados europeos, IG Markets apunta que "todo parece indicar que 2013 será un mejor año para el Ibex que 2012", si bien apunta como reto más inminente que el índice supere el nivel de los 8.630 puntos, del que le separa un 6,1%, y que es la resistencia que, una vez superada, puede alimentar posteriores subidas.

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