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Perspectivas de mercados para 2013

Es buen momento de ir haciendo balance del 2012 y trazar estrategias para el próximo ejercicio. El saldo del año está siendo netamente positivo en conjunto y los mercados pasan por un período de estabilidad propiciado básicamente por la actitud de los Bancos Centrales que con una combinación de medidas convencionales y no convencionales han puesto suelo a las Bolsas y techo a los movimientos especulativos en los mercados monetarios.

Ahora toca pensar qué es lo que pasará en 2013. Parece que va a ser un año en el que nos va a tocar hacer frente a enormes desafíos: el “precipicio fiscal” americano, la solvencia de la periferia europea, las preocupaciones sobre la evolución de la economía en Francia, la intensidad de la recuperación en China, la continuidad política en Alemania... A pesar de todo, parece que la economía mundial sigue su curso de ascenso gradual, y al menos inicialmente, muchas economías alcanzarán niveles de crecimiento cercanos a su potencial según adelanta el Fondo Monetario Internacional:

Como es lógico la mayor incertidumbre se desprende de la evolución de la crisis en Europa, que apunta al estancamiento económico en 2013. Por el momento el fuego está controlado pero no extinguido, si bien los avances que se perciben desde el pasado verano nos permiten ser moderadamente optimistas. En cualquier caso, en Europa sólo las compañías con negocios globales o con exposición al exterior tendrán las mejores recomendaciones.

En este entorno de bajos tipos de interés y con la inflación como variable mayoritariamente ausente, los mercados de renta variable sobre el papel cobrarán un renovado atractivo. No sólo el BCE ha enviado una señal inequívoca de que es un recurso al que se pueda apelar en última instancia, sino que también apoyaría el enérgico compromiso de la FED de apoyar la economía y el del resto de Bancos Centrales. Los QE de la FED señalan activos ganadores entre los mercados de materias primas y los emergentes. Esto no significa que entre medias no podamos asistir a episodios de elevada aversión al riesgo donde haga presencia una fuerte volatilidad. En definitiva, parece que los mercados de acciones serán una opción atractiva sin perjuicio de los altibajos.

El siempre imprevisible mercado de divisas se moverá al ritmo que marquen los bancos emisores. Si hubiese que posicionarse a favor o en contra del dólar, lo más probable es que éste muestre cierta tendencia a depreciarse incluso por encima de los 1,30 mientras los tipos se mantengan anclados en la zona cercana a cero y la FED siga haciendo uso de las herramientas actuales de expansión cuantitativa. Además cualquier dato a favor de la resolución de la crisis europea podría impulsar al alza al Euro.

A menudo, a los mercados les gusta llevarnos la contraria, de ahí las numerosas teorías basadas en el comportamiento contrario al de los inversores y al de las hipótesis hiladas sobre una lógica racional. Merece la pena pensar por un momento qué es lo que pasaría si, en contra de lo que parece, los políticos europeos desisten, al menos en su intensidad, en seguir llevando a cabo los ambiciosos programas de ajuste fiscal. ¿Cabe la posibilidad de que Europa levante cabeza?. Y Alemania... ¿puede que abandone su actitud intransigente al verse afectada por la recesión o simplemente con objetivos electoralistas? Quién sabe... a lo mejor en 2012 hemos podido ver lo peor ya en Europa por lo que conviene ya desde el comienzo no desestimar como posibilidad apostar por bolsa europea.

En consecuencia, podemos asumir que hay puntos de apoyo muy positivos para invertir el año que viene, aunque habrá que permanecer alerta para activar coberturas si queremos evitar las rachas de volatilidad que inevitablemente llegarán debido a los numerosos riesgos existentes.

¿Y los mercados de bonos? Si en las bolsas, a pesar de todo, los riesgos serán al alza, en lo relativo a los instrumentos de renta fija los mayores riesgos serán a la baja con especial atención en los plazos más largos. Su condición de activo refugio podría finalizar en cualquier momento, y si eso sucede, estar invertido en productos con una relación rentabilidad-riesgo muy pobre sería algo de lo que podríamos acabar muy arrepentidos.

Las claves de 2013, por tanto, residen en Europa pero no exclusivamente y habrá oportunidades más allá de los mercados de acciones. Estados Unidos, Francia, China, Brasil, Méjico serán importantes focos de atención. Hay que prepararse porque será de todo, menos aburrido.

Alejandro Varela, Gestor de fondos de Renta 4 Banco

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