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Prevén que Bruselas haya aprobado sus planes antes del 15 de noviembre

Los bancos nacionalizados deberán reducir más del 40% su balance

De momento, Bruselas se muestra impasible y la impresión es que no cederá. Las entidades financieras españolas nacionalizadas -Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia- deberán reducir su tamaño por encima del 40% como condición para recibir las ayudas europeas que se elevarán, según cálculos del Gobierno, a unos 40.000 millones de euros. Este recorte de sus balances es superior a lo que preveían inicialmente.

Exterior de una sucursal de Novagalicia
Exterior de una sucursal de NovagaliciaCinco Días

La troika (FMI, BCE y Bruselas) no está dispuesta a ceder en las negociaciones que mantiene con el Banco de España, el Ministerio de Economía y el sector financiero para su recapitalización.

Una de las piezas claves para encajar el puzle de la banca para su saneamiento sigue siendo el bancomalo, pese a que ayer Economía dio algunas pinceladas del real decreto sometido a consulta en el sector y que entrará en vigor en un mes, el 19 de noviembre.

No será hasta que se conozca el precio por el cual las entidades financieras intervenidas traspasen sus inmuebles al banco malo cuando se concreten exactamente sus necesidades de recapitalización. Y las discrepancias entre las entidades, la troika y el Banco de España junto a Economía sobre la valoración de los activos tóxicos que deben segregarse del balance continúan.

Pese a ello, tanto Bankia-BFA, como Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia llevan tiempo negociando con Bruselas sus planes de reestructuración, que pasa por importantes recortes de su tamaño.

De momento, los responsables de la troika pretenden aplicar un duro ajuste, superior al 40% de cada uno de los balances de estas cuatro entidades, explican fuentes conocedoras de las negociaciones que mantienen estas entidades con la Dirección General de Competencia de Bruselas. Uno de los puntos que defienden los bancos nacionalizados españoles es que este porcentaje se aplique sobre el balance de 2010, fecha en la que se constituyeron estos grupos.

La diferencia entre Bankia con las tres restantes es que su futuro más inmediato será muy diferente. Semantendrá independiente.

Así, mientras que las exigencias de Bruselas para Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia pasa por su subasta o venta ordenada, en el caso del grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri es mantenerla independiente como mínimo tres años para su posterior subasta, o incluso ampliar el capital que está en Bolsa tras la venta de la participación del FROB si las condiciones del mercado lo permiten.

La peculiaridad de Bankia-BFA es que es una entidad sistémica, con un balance cercano a los 300.000 millones de euros cuando se creó en 2010.

De momento, Bankia tiene identificados 60.000 millones de euros en activos que considera "improductivos", lo que representa el 20% de su balance. La mayor parte de estos activos son inmuebles, suelo o crédito a promotores que traspasarán al bancomalo. Además se desprenderá de sus participaciones industriales, con la excepción de Mapfre. Así, ha puesto el cartel de venta al 20% de Indra, el 15,75% deNHHoteles, el 5% de Iberdrola y el 12% de IAG.

Entre los planes que Bruselas maneja está otro duro ajuste de su red de oficinas, pese a que Bankia es el grupo, junto a BMN, que se ha sometido a una reestructuración más dura. Desde su creación ha cerrado 900 sucursales, el 20% del total, pero fuentes conocedoras de las negociaciones que mantienen con Bruselas no descartan que la cifra de nuevas clausuras supere las 300 oficinas.

Bankia tiene un déficit de capital detectado por la consultoraOliverWyman de 24.743 millones de euros. Acapara el 46% de los requerimientos adicionales de toda la banca española. De esta cifra, Bankia solicitó enmayo 19.000 millones.

La quita que se aplicará a los tenedores de participaciones preferentes y subordinadas es otro de los puntos de mayor tensión en las negociaciones que mantiene Bruselas con el Gobierno español y con las entidades intervenidas sobre el futuro del sector.

La UE pretende que una gran parte de la factura de la recapitalización de estas entidades la paguen los clientes con preferentes, mientras que el Ejecutivo español quiere que se rebajen estas exigencias al considerar que sus suscriptores son en su mayoría minoritarios.

Uno de los imperativos que Bruselas ha impuesto a Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia es que deben desprenderse de todo lo que se considera negocio no core (principal).

Otra de las exigencias que la troika ha impuesto a estas entidades es restringir su negocio almeramente minorista, aunque en este caso, fuentes de una de estas firmas aseguran que afectará poco a su operativa ya que la banca española prácticamente se dedica a la actividad comercial. El objetivo es que Bruselas haya aprobado ya los planes de ajuste presentados por estas cuatro entidades nacionalizadas antes del 15 de noviembre para recibir las ayudas públicas. El Gobierno anunció ayer que el banco malo comenzará a operar el 19 de noviembre, tras aprobar el día 16 el real decreto

Catalunya Caixa será subastada en unos dos meses

La entidad catalana tiene un balance cercano a los 80.000 millones de euros en activos y su déficit de capital asciende a 10.825, según ha detectado la consultora Oliver Wyman. Esta firma, junto a Banco de Valencia, ya habían iniciado su proceso para ser subastada. Varios bancos, entre los que están Banco Sabadell, Santander, BBVA o Kutxabank e incluso Popular, se habían interesado en esta puja suspendida en verano tras la petición del rescate bancario por parte del Gobierno español. Desde entonces, el interés por Catalunya Caixa ha ido decayendo, aunque varias fuentes financieras aseguran que alguno de los bancos sanos accederá a su compra. De momento, Sabadell mantiene su interés por esta firma, mientras que Popular ya no puede pujar al estar inmerso en su propia recapitalización, y Kutxabank también parece que se ha descolgado de una posible subasta. Si la subasta, prevista para finales de año tras su recapitalización, quedara desierta, varias fuentes no descartan que se venda por partes, lo que se conoce como una liquidación ordenada, pero está hipótesis sería la última que quisiera el Gobierno.

Banco de Valencia podría ser liquidado "ordenadamente"

Bruselas ha reiterado en varias ocasiones que lo lógico es que el Gobierno español liquidara alguna de las entidades en manos del FROB. Hasta ahora España se ha opuesto, aunque el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ya ha hecho mención de esta posibilidad en su primera intervención en el Congreso. Eso sí, Linde explicó que una hipotética liquidación de una entidad financiera se realizaría de forma "ordenada". Es decir, que los activos sanos del banco se venderían a un tercero en su totalidad o por partes, el resto sería liquidado. Fuentes bancarias aseguran que la UE insiste en este objetivo. Este sería el tributo que el Gobierno y el sistema financiero español tendrían que pagar por el rescate. Y el candidato a su liquidación sería Banco de Valencia, entidad en la que ninguna firma española parece estar interesada en la actualidad. Solo la apuesta de una entidad extranjera por ella podría despejar su futuro, señala otra fuente. Novagalicia, por su parte, espera seguir en solitario otros tres años tras su recapitalización. Fuentes que han estudiado los números de la firma gallega aseguran que valen más las partes que la integran que su conjunto.

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