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Crisis de la deuda

Compás de espera ante la petición de ayuda de España a la UE

La presión sobre el Gobierno para que solicite la ayuda del BCE aumenta. Alemania, no obstante, lanza un balón de oxígeno al negar que necesite un segundo rescate

Compás de espera ante la petición de ayuda de España a la UE
Compás de espera ante la petición de ayuda de España a la UE

La cuerda sigue tensándose a la espera de que el Gobierno español se decida a solicitar o renunciar finalmente a la ayuda económica de la UE, que se sumaría al rescate financiero, dotado con un monto de 100.000 millones de euros y que fue aprobado en julio pasado. Los nervios se dispararon tanto el viernes, que tuvo que salir Alemania para apagar el fuego. Ante la persistencia de rumores, fue el propio ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, el que salió a decir que tenía la convicción "firme" de que no es necesario un rescate adicional. "España no necesita ningún programa, porque está haciendo lo correcto y tendrá éxito", afirmó Schäuble. "Lo que España necesita es la confianza de los mercados financieros y ahí es donde España tiene verdaderos problemas". Eso sí, Schäuble advirtió que es una "idea peligrosa" sugerir la posibilidad de que España utilice los fondos del rescate del sistema financiero para otras necesidades.

España siente la presión del mercado, patente en la rentabilidad exigida a los bonos públicos en el mercado secundario. El rendimiento del bono a 10 años se situó el viernes en el 5,76%, frente al 1,59% que registraron los títulos alemanes, lo que colocó la prima de riesgo en 417 puntos básicos. Schäuble aseguró que estos precios "no explican suficientemente" los progresos de España en sus reformas económicas. El ministro germano aseguró que España es víctima de "ataques especulativos".

Entre el hervidero de especulaciones sobre las exigencias que Bruselas pretende imponer a España para dar el visto bueno al plan de compras de deuda del BCE figuran en primer plano las pensiones. En este sentido, el Gobierno tuvo que desmentir que esté planeando congelar las pensiones y retrasar la entrada en vigor de la jubilación a los 67 años en vez de los 65 actuales, como contrapartida dentro de un posible plan de rescate, tal y como había afirmado la agencia Reuters unas horas antes. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidente, Soraya Sáenz de Santamaría, lo negó "tajantemente" la primera vez que fue preguntada sobre el asunto. Sin embargo, cuando se le pidió a Sáenz de Santamaría si podía garantizar que el Ejecutivo no tocaría las pensiones, la vicepresidenta se remitió a las palabras del presidente, Mariano Rajoy, señalando que las pensiones "serían lo último que tocaría". Es decir, la puerta a la rebaja de las pensiones no queda definitivamente cerrada.

Fuentes de Economía sí reconocen que los contactos con Bruselas son "permanentes". "Se están analizando todas las posibilidades por si hubiera necesidad de solicitar asistencia económica", explican. Lo que el Gobierno quiere evitar a toda costa es que la UE imponga un rescate con las condiciones severas como las que se han firmado otros, como los de Grecia, Irlanda y Portugal, que además dejan sin margen de maniobra al Ejecutivo en materia de política económica.

La propia Comisión Europea abundó en esta idea al asegurar, por boca de su portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, que "la Comisión está en estrecho contacto y cooperando de forma muy eficaz con el Gobierno español en su trabajo para completar este importante programa de reformas estructurales", aseguró O'Connor, refiriéndose al programa de reformas al que el ministro de Economía, Luis de Guindos, se comprometió a poner en marcha en la cumbre de hace una semana en Nicosia (Chipre). Entre ellas la batería de reformas que presentará el próximo jueves 27, pero también la posibilidad de realizar nuevos ajustes si la situación así lo requiere. Pero el Ejecutivo de Rajoy también quiere ganar tiempo, confiado en que la tregua que le han dado los mercados perdure lo suficiente como para que las medidas puestas en marcha comiencen a dar sus frutos.

El viernes, Rajoy y el primer ministro italiano, Mario Monti, se reunían en Roma. Allí, el presidente del Gobierno español apeló a la unidad de la UE y señaló que los países miembros deben dar "un paso adelante en el proceso de integración política, económica, bancaria y fiscal" en la Cumbre Europea del próximo 18 de octubre. Monti reclamó una mayor cesión de soberanía nacional frente a los mercados. "Hay que compartir la soberanía", insistió Monti. Ambos mandatarios abundaron en la idea de que están trabajando de manera "constructiva, responsable y solidaria" para resolver la crisis del euro.

Presión del sector privado

En este tira y afloja, la presión para que el Gobierno solicite formalmente ayuda a la UE no solo procede de los mercados financieros, también el sector privado se manifiesta públicamente a favor. Así lo hizo el viernes el presidente Confebask, la Confederación Empresarial del País Vasco, Miguel Ángel Lujua, que afirmó que, si el país debe ser rescatado, "cuanto antes, mejor". Lujua insistió en que la ayuda financiera "va a venir muy bien" a España, donde a su juicio se está "viviendo una situación de colapso". El dirigente empresarial aseguró además "que las condiciones no van a ser tan drásticas como las impuestas en rescates anteriores. Las declaraciones de Confebask llegan después de que el presidente del BBVA, Francisco González, animó a Rajoy a que solicite el rescate "cuanto antes, siempre que sea posible". González se mostró confiado en que el rescate no será parecido al de Grecia, Irlanda o Portugal, sino que se aproximará más a una "línea preventiva de crédito".

El vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, comentó hace días que "el tiempo corre y habrá que tomar una decisión lo más pronto posible". Pero el presidente de la patronal, Juan Rosell, quiso poner ayer algo de calma. Rosell señaló que el Gobierno debe estudiar "tranquilamente" la situación. El empresario afirmó que no se trata de un problema "para mañana" y que el Ejecutivo puede "tomarse tiempo", la misma postura que mantiene el Gobierno de Rajoy. Rosell, precisó, no obstante que "eso no significa que haya que tardar un año en decidirse, sino el tiempo necesario".

El umbral de los 400 puntos

Todos los países que han sido rescatados han convivido durante un tiempo con primas de riesgo por encima de los 400 puntos. En el caso de Irlanda, esa frontera se traspasó por primera vez a mediados de septiembre de 2010 y terminó pidiendo ayuda dos meses después, el 23 de noviembre, cuando el spread era 586 puntos y la rentabilidad exigida al bono alcanza el 8,4%. En Portugal, los 400 puntos se rebasaron por primera vez también en septiembre de ese año, pero la petición de rescate no llegó hasta el 6 de abril (spread en 488 puntos y rentabilidad exigida en el 8,3%). España superó los 400 puntos por primera vez en noviembre pasado.

Los pasos en la solicitud del rescate

1. Las opciones. No hay una única modalidad de rescate financiero. Una posibilidad sería la intervención del fondo de rescate europeo, hoy el FEEF y, en el futuro, el MEDE, comprando deuda pública en las subastas del Tesoro. Otra opción es una línea de crédito precautoria o provisional (ECCL) y, por último, un rescate total al estilo de Grecia, Irlanda y Portugal.2. Las condiciones. Antes de recibir un euro, España deberá firmar un Memorandum of Understanding (MoU), con condiciones específicas macroeconómicas. También se firmará un acuerdo de asistencia financiera. Estos dos acuerdos otorgaran un poder especial a Bruselas para pronunciarse sobre qué partidas hay que actuar.; algo sobre lo que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha pronunciado expresamente en contra: "No me gustaría que me dijeran dónde debo reducir", afirmó el presidente una entrevista en TVE. En cualquier caso, todos los planes de asistencia financiera macro de la UE pasan por una mayor presión fiscal, un plan de privatizaciones y un recorte de salarios, empleos y prestaciones públicas, incluidas las pensiones y las ayudas por desempleo.3. El examen. Si España pidiera el rescate, a partir de entonces tendría que someterse a un examen trimestral, en el que Bruselas evaluaría el grado de cumplimiento de las condiciones y podría retirar la ayuda si considera insuficientes los avances. En la práctica, no se ha suspendido la ayuda a ningún país, si bien el desembolso de líneas de crédito a Grecia ha sido congelado en alguna ocasión, ante la lentitud de los esfuerzos de consolidación.4. El crédito ECCL. Una posibilidad para asistir a España es mediante un crédito con condicionalidad reforzada (ECCL), una línea especial, sujeta a condiciones restrictivas, que tiene una duración inicial de un año, que puede ser extendida por dos periodos de seis meses cada uno.5. Obligaciones. España tendrá que ponerse a disposición de la Comisión Europea, a la que deberá facilitar cualquier información necesaria para el seguimiento el gasto público y los ingresos fiscales; comunicar al BCE y a la Comisión la información desagregada y semanal del sector financiero, así como hacer test de estrés del sector de forma periódica.6. El BCE y el FMI. La solicitud del rescate es una condición obligatoria para que el Banco Central Europeo ponga en marcha el programa OMT, con el que comprará bonos de corto plazo en un rango de vencimiento de uno a tres años. El BCE solo intervendrá bajo la condición de que se solicite formalmente la ayuda financiera a la Unión Europea. La implicación del Fondo Monetario Internacional (FMI) no es obligatoria, pero el organismo ya ha sido invitado públicamente a participar en la supervisión y no cabe duda de que lo hará.

Los expertos ven la prima en 500 si se retrasa la decisión

El jueves día 6, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo lo que los mercados querían escuchar. El anuncio de compra de deuda de los países periféricos cumplió sobradamente con las expectativas que se habían ido generando y que habían permitido a la prima de riesgo empezar una carrera descendente desde los máximos de 650 puntos que tocó a finales de julio. Dos semanas después, la prima de riesgo de España se mantiene a raya en el entorno de los 400 puntos.Sin embargo, esta mejora pasa por las expectativas que hay de que España pedirá en los próximos días o semanas el rescate a Europa. La gran duda está en cuando se producirá, ya que las declaraciones realizadas por el Gobierno han puesto en duda el momento en el que se formalizará oficialmente e incluso si se va llegar a materializar.Los analistas advierten que ningún problema de los que tenía España hace escasas semanas, y que han provocado la crisis de deuda, han desaparecido de golpe y plumazo. "¿Alguien en su sano juicio cree que la mejora en la prima de riesgo viene motivada por una mejora macro en las perspectivas de España (crecimiento, desempleo, cifras de déficit...)? Nos parece bastante obvio que la fuerte caída de la prima de riesgo viene promovida porque el BCE nos ha trazado el camino para frenar la crisis de deuda soberana solicitando un rescate con unas condiciones que nuestros socios europeos ya nos han ido adelantando", explica Pablo García, director de Carax Alpha-Value. El experto teme que el Gobierno decida esperar a que se celebren las elecciones en el País Vasco y en Galicia el próximo 21 de octubre para pedir el rescate.Esta opinión es compartida por más analistas "Las dudas que parece tener el Gobierno sobre la conveniencia o no de pedir ayuda generan inquietud. La mayoría de analistas, entre los que nos encontramos, dan por hecho que España no podrá eludir la petición de ayuda", aseguran en Link Securities. La firma cree que el Ejecutivo confía en que con unos presupuestos generales restrictivos y que cumplan con los objetivos de déficit serán suficiente para tranquilizar los ánimos. "En nuestra opinión, eso no será así y si los inversores se convencen de que el Gobierno va a esperar hasta que no tenga más remedio, los ataques contra la deuda española e italiana volverán, provocando un nuevo y vertical aumento en las primas de riesgos", añade.Por el contrario, Link Securities asegura que, si el rescate se pide ya, la prima de riesgo debe situarse alrededor de 300 puntos. Renta 4 dice que la semana próxima será especialmente relevante, con la presentación de los presupuestos y un plan de reformas estructurales, que podría constituir el paso previo a la solicitud de rescate.Pero, ¿hasta donde podría llegar la prima? Victoria Torre, responsable de análisis de Self Bank, advierte que día tras día la presión se incrementa y si el Gobierno solicita ayuda no descarta que el spread vuelva a niveles previos o algo más relajados, "ya que la diferencia es que ahora se cuenta con la garantía del BCE, y ello puede hacer que la percepción de riesgo sea inferior". Estefanía Ponte, directora de análisis de Cortal Consors, afirma que todo lo que sea incertidumbres es negativo. Considera que "salvo que hubiera una recaudación espectacular de la mano de la actividad, algo improbable, España necesita pedir ayuda".

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