Los datos del Tesoro luso reflejan un descenso relevante en la rentabilidad exigida por los inversores para comprar sus bonos a seis meses hasta situarse en el 1,7 %, la menor tasa pagada por Portugal desde principios de 2010.
Concretamente, el Tesoro colocó 1.291 millones de euros en deuda a 18 meses a cambio de un interés del 2,96 %, y otros 709 millones de euros a seis meses al 1,7 % de interés.