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Introduce un tipo mínimo para los cigarros y cigarritos,

Rajoy acude de nuevo al tabaco para intentar cuadrar las cuentas

El Gobierno ha aprovechado el Real Decreto Ley para introducir una pequeña revolución en la estructura fiscal del tabaco.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un momento de su comparecencia durante el XIII Congreso del PP de Andalucía que se ha celebrado en Granada
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un momento de su comparecencia durante el XIII Congreso del PP de Andalucía que se ha celebrado en GranadaEfe

Mariano Rajoy también incluye al tabaco en el amplio paquete de medidas anunciado para reducir el déficit. El Ejecutivo ha introducido profundos cambios en la fiscalidad del cigarros y cigarritos, y lo justifica de dos formas; la industria tabacalera y sus clientes "deben contribuir a la mejora de los ingresos tributarios", al tiempo que la subida de impuestos "pone de manifiesto su papel como instrumento al servicio de la política sanitaria".

Por ello, y por primera vez, se introduce un tipo mínimo para los cigarros y cigarritos, un tasa mínima que hasta ahora solo soportaban los cigarrillos. Hacienda asegura que ha detectado la existencia en el mercado de cigarritos de bajo precio, con características análogas a las de otras labores del tabaco. Por tanto "habida cuenta de esta reciente evolución del mercado en España, de las distorsiones que pueden crearse en los hábitos de consumo sobre la base de la fiscalidad más reducida que estos productos soportan, resulta necesaria la implantación de este impuesto mínimo, que queda fijado en 32 euros por 1.000 unidades" En paralelo, para el caso de los cigarrillos, el Gobierno asegura haber considerado conveniente el incremento de su fiscalidad mínima, fijando el tipo único en 119,1 euros por cada 1.000 cigarrillos, hasta ahora este impuesto estaba en 116,9. En este caso argumenta que ". la exigua eficacia del tipo mínimo hasta ahora vigente, aconsejan la elevación del tipo único aplicable a los cigarrillos que se comercialicen por debajo de un precio determinado, para evitar la proliferación de tabaco barato en consonancia con los objetivos de la política sanitaria".

Además, en el caso de los cigarrillos, los redactores del Decreto Ley explican que se ha considera "oportuno reducir el tipo impositivo proporcional a ellos, el tramo ad valorem del impuesto, aplicable de forma equivalente al incremento en el tipo de gravamen del Impuesto sobre el Valor Añadido. Según el decreto ley "Esta medida, prevista en la Directiva comunitaria armonizadora de la fiscalidad sobre las labores del tabaco, garantiza que las decisiones en relación con los tipos impositivos en el Impuesto sobre el Valor Añadido no generen distorsiones en el nivel de tributación global de los cigarrillos".

Finalmente, y por lo que se refiere a la picadura de liar, se eleva el impuesto mínimo de esta labor, que queda fijado en 80 euros por kilogramo, ahora era de 75 euros por kilogramo, "no solo para mantener los niveles mínimos aplicados a la picadura fina de tabaco para liar en relación con los de los cigarrillos, sino también para coadyuvar al objetivo de proporcionar fondos que financien los gastos sanitarios y asegurar los niveles deseables de tributación de aquellas labores del tabaco cuyos precios de venta al público se encuentran todavía por debajo de los umbrales aconsejables desde una perspectiva sanitaria" Esta será el segundo cambio fiscal sobre el tabaco aprobado este año por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que a finales de marzo ya modificó la estructura de los impuestos que gravan los cigarrillos bajando el tramo 'ad valorem' y elevando el tipo específico, mientras que el impuesto mínimo se mantuvo, un cambio que elevó la presión fiscal y forzó a la industria a subir precios.

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